Corazón y oro

Perdido

Ciudad de Mérida, Venezuela. 6:30 AM

     En un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad de Mérida, vive una comunidad aborigen muy arraigada a su cultura, la cual, a pesar de haber tomado algunas costumbres de la sociedad actual, mantienen sus creencias a tal punto de querer mantenerse alejados de los vicios y el bullicio total de la ciudad. En este lugar al pie de una montaña, una familia vive con temor, comen poco desde hace semanas, y notan que la caza ha decaído, las bestias del campo comienzan a desaparecer; no por un cazador sino más bien por instinto, han notado que huyen a lo alto de las montañas, cada vez más arriba.

     Pasada una noche muy calurosa como pocas en esa región, se levantan muy temprano y, esperando ver el Sol salir, dan gracias a sus dioses por el maravilloso día que pretenden brindarles. Se arrodillan frente a su casa justo cuando su único hijo llamado Nil, sale de la pequeña y humilde vivienda vestido con el uniforme del liceo listo para retirarse, ya que estudia muy lejos.

     Sus padres se despiden de él como de costumbre sin decirle nada de lo que sucede. Baja a toda prisa pasando entre la siembra de sus vecinos sin tocarla ni maltratarla, saluda al anciano del pueblo, así como a una mujer que despedía a su esposo el cual partía hacia la ciudad a trabajar. Corta camino muy rápido por estos atajos que conoce sin darse cuenta de que muchas de las casas de sus vecinos ahora estaban vacías, según sus padres, muchos fueron al centro de la ciudad a hablar con las autoridades hace pocos días, además de que aún no ha podido saber nada de su amigo del pueblo, el cual no ha vuelto a ver; este ha desaparecido y nadie ha querido decirle nada; se detiene un momento, mira hacia la casa de su amigo y, viéndola sola, no se atreve a acercarse continuando su camino.

     Llega a la parada del Jeep, saluda a todos los presentes mientras se forma. El camino hasta el liceo se le es alegre y tranquilo todos los días, al poder ir hablando tranquilamente con todos los pasajeros además de escuchar todos sus anteriores días de trabajo. En el camino, cada uno despide al que se baja antes que ellos de forma muy alegre, molestándolo con un mal chiste o comentario sobre su forma de vestir o caminar, creando una ola de carcajadas entre los presentes y sus compañeros de trabajo. Uno de los últimos en bajarse es Nil, el cual ya ha despedido a casi todos los pasajeros quedando solo una señora que lo despide solo con el gesto de su mano, él le contesta amablemente y, viendo el jeep partir, se gira estando ya frente a la institución; dentra saludando al portero del liceo, pero este a pesar de ser muy amigo de Nil, le gusta mantener su autoridad con los demás alumnos, así que solo le hace un gesto con la cabeza dejándolo pasar para encontrarse con varios de sus amigos esperándolo, los saluda e inmediatamente termina yéndose con ellos hasta el salón de clases.

***

—Llegamos primero que el profesor, que extraño —menciona uno de sus compañeros.

—Si —contesta Nil— me contaron que los de la "B" abrieron un sapo en clase de biología, ¿Crees que nos toque a nosotros hoy? —menciona sentándose.

—¡SAPE! —contesta una de sus compañeras horrorizada al escuchar tal pregunta.

—JAJA ya está muerto, es más fácil —. contesta alimentando su asco.

—¿Al menos sabes cómo los matan?

—No, y no quiero saber.

—¡EL PROFESOR NO VIENE! —grita un compañero desde la puerta.

     Esto provoca que el líder de clase rápidamente arranque una hoja del cuaderno de la compañera de al lado y comience a hacer la lista de asistencia.

—Mmm, pero que eficiencia señor "Vocero" anótame ahí —. dice Nil viendo que muchos se amontonan en torno a la hoja para la firma —. voy a la cancha a jugar básquet ¿Vienen? —continúa saliendo del salón.