El nuevo discípulo de Muelle de Loto

Capítulo 21

Lan XiChen volvió a la reunión y notó que tanto SiZhui como JingYi ya se habían presentado con A-Yang. Wei Wuxian estaba preguntando al menor, por qué a JingYi y a SiZhui les llamaba A-Yuan y A-Yi y a él lo llamaba Wei Gege y no A-Ying. Jiang Cheng rodaba los ojos ante el descaro de Wei Wuxian y A-Yang explicaba por qué no podía llamar a los otros dos Geges.

Mientras los sirvientes traían los platos con comida para las personas de la reunión a pedido de su líder, Jin Ling entró con un rubor algo rosa en las mejillas manteniendo la cabeza en alto. Se dirigió hacia Jiang Cheng e hizo una reverencia ante su tío y su ahora primo.

— Me presento ante el heredero de Yunmeng Jiang. Soy el Líder de la secta Jin, de cortesía Jin RuLan y de nacimiento Jin Ling. También soy sobrino del Líder de la secta Jiang y por lo tanto tu primo. — Suspiró antes de concluir mientras miraba hacia otro lado algo avergonzado por sus palabras— espero que podamos tener una buena relación. Puedes contar conmigo...para lo que necesites.

A-Yang escuchó sus palabras con atención. Los gestos de la persona que tenía enfrente eran parecidos a los de su Jiang Gege. Eso le resultó divertido, por lo que sonrió en su dirección.

— ¿Te puedo llamar A-Ling?

Jin Ling se ruborizó un poco más de lo que ya estaba, apretó sus puños mientras miraba hacia abajo, no quería que notaran su reacción. Sólo su tío usaba en ocasiones esa forma de llamarlo... pero el niño podría ser como un hermano en el futuro y él tendría que dar algún paso para comenzar bien.

— D-de acuerdo. Puedes llamarme así si es lo que quieres. — aceptó el de túnicas doradas.

El incómodo intercambio fue observado por todos los presentes como una escena muy íntima entre esos dos. Nadie dudaba que en un futuro formarían un dúo muy especial.

Wei Wuxian recordó el momento en el que había llegado a la secta Jiang, su hermano lo había aceptado luego de que su Shijie los encontrara a los dos en la noche después de que terminaran separados llorando. Ese recuerdo agrio y dulce a la vez hizo que la nostalgia atravesara profundamente el corazón del cultivador de túnicas oscuras. Miró en dirección a Jiang Cheng y conectaron miradas por segundos, al momento siguiente, Jiang Cheng desvió la mirada hacia A-Yang, que se removía con ansias por probar la comida de otra secta.

Jin Ling ya se encontraba en su lugar y Lan WangJi intercambió unas palabras con Lan SiZhui. Lan XiChen tenía una sonrisa realmente brillante, JingYi aprovechó para preguntarle a Jin Ling qué es lo que Zewu-Jun le había dicho para convencerlo de volver. Ambos empezaron a hablar sobre los Jades de Gusu, comparando a los hermanos que tenían enfrente. JingYi argumentaba por qué él era un fiel seguidor de Hanguang-Jun, le parecía alguien genial por la determinación que mostraba en cada uno de sus movimientos. Desde muy pequeño lo admiraba como un héroe de su secta ya que no solía verlo muy seguido. En cambio Jin Ling era más partidario de Zewu-Jun, lo admiraba por su gran diplomacia y talento para manejar las cuestiones políticas. Cuando era más pequeño quiso ser más cercano a Zewu-Jun ya que este siempre lo trató amablemente cuando lo encontraba en Torre Koi. No sabía qué tanto de ese aprecio era por agradarle a su tío Yao, pero aún así, pocas personas que no fueran de su familia lo trataron amablemente en ese momento.

El ambiente en aquella reunión se volvió más tranquilo ya que cada uno se empezó a concentrar más en sus pequeñas conversaciones mientras tomaban algunos bocados del menú preparado. Wei Wuxian hablaba con Lan SiZhui y Lan WangJi escuchaba con atención sus palabras sin comentar nada para respetar sus reglas. Lan XiChen observaba con anhelo hacia el menor de túnicas moradas, que intercambiaba algunas palabras respecto a la comida con el mayor que tenía a un lado. Miró como Jiang Cheng entregaba los vegetales directamente en la boca de A-Yang para que este no pudiera evitar masticarlos. Al menos eso no había cambiado. El notar el rostro algo incómodo del menor casi le saca una risa, pudo ocultarlo con su manga. Los labios fruncidos de A-Yang y la expresión con la que miró los vegetales en su plato le recordó que la mayoría de los discípulos y cultivadores invitados no disfrutaban demasiado de las comidas de su secta.