Esta historia trata sobre una chica llamada Hana Nakamura. Ella es una adolescente normal, amante del anime y de los libros.
Su vida era demasiado normal hasta que... reencarna en el universo de su anime favorito... Brothers Conflict
Los personajes...
Algunos meses han pasado desde el día en que reencarné en este cuerpo, he logrado sobrevivir durmiendo en callejones que considero "seguros", y he podido conseguir algo de comida con dinero que la gente me da al escucharme tocar el violín.
Así es, parece ser que esta niña era muy buena con este instrumento, por ende su cuerpo lo recordaba perfectamente.
En este momento me encontraba tocando una suave melodía, tenía los ojos cerrados para estar más concentrada pero me detengo al sentir como una pelota golpea mí brazo.
-Auch.
El golpe no fue tan fuerte, pero aún así dolió un poco, mí vista se dirige hacia un pequeño niño de cabellos castaño claro que venía hacia mí.
-Lo siento mucho onee-chan
Hace una pequeña reverencia, no parecía tener más de 6 años pero aún así se veía bastante educado.
-No te preocupes, ten más cuidado la próxima, ¿Si?
Le entrego la pelota de fútbol y el se despide con la mano cuando un adulto de cabellos rubios lo llama por el que parecía ser su nombre "Wataru".
-Que adorable
Una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios al verlos partir por lo que también decido que es hora de irme, pronto llegaría la noche.
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐
Daba la última mordida a mí hot dog mientras cruzaba la calle, sin embargo escucho la bocina de un auto que se acercaba cada vez más hacia donde yo estaba. Logro reaccionar a tiempo y me lanzo hacia un lado de la calle, lejos de este que logra frenar a tiempo escuchándose el ruido que hacían los neumáticos al frenar de golpe.
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Dios, dime qué esta es otra de tus bromas. ¿Acaso es gracioso que tenga accidentes relacionados con vehículos?
Veo a un hombre de cabello café oscuro y bajarse del vehículo para dirigirse hacia donde yo me encontraba sentada.
-Lo siento tanto, mí hermano menor derramó su bebida y me distraje es por eso que no te vi
Hace una reverencia a modo de disculpa, su voz se escuchaba suave, de cierta forma me tranquilizaba.
-No se preocupe, también fue mí culpa al no prestar atención mientras cruzaba la calle
-¡Ah! ¡Es la onee-chan bonita que vimos en el parque con Kyo-nii-san!
Exclama con emoción el pequeño niño al bajarse del vehículo, tiene razón, recuerdo aquello.
-Oh ya veo, ¿Estás bien?
El castaño mayor me ofrece su mano y la tomo para intentar ponerme de pie, pero siento un dolor en el tobillo y antes de caer aquel hombre me sostiene.
