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24 de Mayo del 2019Monte Carlo, Mónaco

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24 de Mayo del 2019
Monte Carlo, Mónaco

— ¿No te gustaría vivir aquí Lief? — Pregunto Max de repente mientras estábamos tomados de la mano e ingresabamos al Paddock.

Lo mire y se veía totalmente feliz, los estaba, estaba feliz de que estuviera con él y el me lo había dicho, era nuestra tercera carrera juntos y estaba más que feliz después de Miami, y su pregunta me tomo desprevenida, ¿Vivir con Max?

— Mónaco es muy costoso, ¿No crees? — dije mientras miraba a Max y el sonrió en grande mientras tomaba mi barbilla y besaba mis labios causando que me sonrojara.

Estábamos ingresando al Paddock de Redbull donde estaban todos, Christian me vio y sonrió mientras saludaba a lo lejos y saludé al equipo de Max que ya me conocían, parecía que ya todos sabían la gran noticia de que habíamos formalizado.

— ¡Pequeña Garrix! — Gritó Pierre mientras corría hacia nosotros pero Max me quitó de su camino con un gesto serio y Pierre lo miro serio también — ¡Oye es mi amiga! — dijo serio mientras cruzaba los brazos indignado.

Max río por qué no aguanto la risa y me soltó para recibir el eufórico abrazo de Pierre mientras Max rodaba los ojos riendo, el siempre había sido territorial conmigo incluso celoso pero cuando se trataba de sus amigos no podía ser así, y recibí gustosa el abrazo de Pierre mientras entrábamos los tres a tomar asiento antes de que comenzarán las prácticas.

Y dieran el aviso a los pilotos de que tuvieran que ir a sus boxes para empezar a subir a los monoplazas.

— ¿Entonces ya son novios? — Pregunto Christian mientras llegaba detrás de nosotro, abracé a Christian y el correspondió mi abrazo gustoso, mientras besaba mi frente — Sienna, eres como mi hija adoptiva, me ablandas el corazón — mientras me abrazaba por los hombros y reí gustosa mientras abrazaba a Christian por la cintura como padre y hija — Estoy feliz por ambos, espero verlos casarse.

— Falta tiempo para eso aún — Dijo Max mientras me miraba con una ceja alzada y sonriendo causando que me sonrojara y voltear a ver a Pierre que estaba más que emocionado — No hay dudas que la quiero para siempre.

Reí y me separé de Christian yendo hacia Max que esté me recibió en sus brazos y Christian rodaba los ojos con una sonrisa.

Estaban muy felices por ambos, y no era una mentira de que ambos estábamos enamorados, amaba estar aquí acompañando a Max en cada uno de sus triunfos y me llenaba certeramente el estar aquí acompañandolo.

— Ahora siempre vendrá conmigo a verme, ¿Verdad lief? — Asenti y me acerque a besarlo cortamente mientras Pierre soltó un sonido de asco y Christian río viendo la escena, estaba claro que estaría más tiempo aquí.

Dulce Venganza | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora