Jin trabaja en un bar de renombre como un acompañante, y es conocido como el famoso "chico del collar" por el collar que tiene en su cuello desde hace años, su encantadora belleza es tan cotizada qué solo los alfas de alto rango pueden obtener un mo...
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La brisa fresca del mar golpeo su rostro, el panorama que tenía frente a sus ojos era un infinito mar, con el cielo claro y personas caminando sobre la arena, no solían entrar a nadar, se quedaban en la orilla tomando fotos o tomando sus manos. Jin, no había visitado nunca la playa, a pesar de que estaba tan cerca de la ciudad, era la primera vez en su vida que miraba algo tan bonito y la primera vez que se daba cuenta lo pequeño que era en el mundo, cerro sus ojos respirando despacio el aroma del agua, desde que ha tenido su celo, su sentido del olfato se hizo más agudo, podía incluso oler el pescado que se estaba vendiendo a un costado de la playa, de pronto una mano le despertó de su estado de somnolencia, Yoongi había traído algo de beber y también de comer.
―Son brochetas de camarones― dijo colocando uno en la mano de Jin ―Prueba―
Jin mordió despacio, el sabor de los mariscos le gustaba, porque no le dañaban el estómago, vio a Yoongi comer mientras el viento le movía el cabello, estaba despeinado asi que le cubrían el rostro, visto de esa forma, no parecía más un jefe de policía si no un hombre común entre tantos y eso le hizo sentir realmente cómodo.
Lo necesitaba, un momento de calma para despejarse, desde la discusión con Jungkook no habían vuelto a hablar, así que además del sentido de culpa, Jin ya estaba temiendo que lo correría del apartamento, decidió salir con Yoongi para dejar de pensar tanto en ello.
Lo había invitado a la playa, luego de dejar a Mina con una niñera, Jin se subió al coche del beta para viajar a una hora del centro de la ciudad para ver el mar.
―¿Quieres meter tus piernas al agua Jin?, puedo tomar tu mano si tienes miedo― Jin asintio.
Se puso de pie sacando sus zapatos, viendo a Yoongi doblar su pantalón, su cabello alborotado se atoró en su boca, y Jin lo retiro despacio, las orejas pálidas del beta se pusieron rojas.
―¿Estás disfrutando la playa? Más tarde cenaremos en un lugar que me recomendaron por aquí―
―Me gusta mucho― Jin camino hacia el mar ―Nunca pensé que esto sería más impresionante que en la TV, mira, parece que no tiene fin―
―Posiblemente, no lo tenga, el mar tiene una superficie cuadra de mil trecientos treinta y dos millones de Kilómetros cúbicos―
―¿Eso es mucho Yoongi?― el beta sonrio. ―Son más de cinco elefantes Jin― se acercó a remover sus cabellos con sus dedos ―¿No te lastima el collar? Cuando se moja, ¿No se frota en tu piel?―
Jin negó risueño, los dedos de Yoongi rosaron la superficie, se preguntó si entendía que esos pequeños huecos gastados del collar, eran todas las mordidas que los alfas dejaban, pensar en eso, lo hizo sentir sucio, por lo que aparto sus dedos despacio y los puso en su mejilla
―Tu piel es muy suave ―
―¿Sí?, me lo dicen mucho―
encogió sus hombros corriendo al agua, se había dado cuenta que le había revelado a Yoongi que “muchos más” habían tocado su mejilla.
