Entonces noté una mano viril sobre mi pequeño hombro. Al mirar arriba me encontré de nuevo a mi señor fantasma.
-Me disculpo, no pensé que Trenak vendría, pero debí haberlo supuesto. Pueden quedarse en la base si no se sienten cómodas en la misión.
-¿De qué hablas? Solo seremos guardias, no hay nada de qué asustarse- alegó Serva en un tono ofendido que me tomó por sorpresa- lo único malo es que ese noni no es uno de nuestros enemigos. Cuánto me gustaría partirle el cráneo.
-Vaya, Serva es muy fuerte- pensé.
-Jeje. Eres toda una guerrera ¿No? Muy bien, eso está muy bien- la felicitó Nix.
Nunca le iba a perdonar eso a Serva.
-¡Yo tampoco me quedaré afuera!- exclamé- ¡Como ella dijo, la misión es muy fácil! ¡No me importa si Trenak está presente o no!
En verdad me importaba bastante, pero no quería parecer débil frente a Nix. Él me acarició la cabeza como gesto de confianza.
-Muy bien, Brisa ¡Así se habla!
Lo vi que intentó hacer lo mismo con Serva, pero ella le hizo el quite con una mano. En una situación así debía sentirme divina; siendo la única con las caricias de Nix, pero su gesto solo me sentó mal ¡¿Qué le pasa?! ¡Nix solo quería felicitarla, no era necesario que lo rechazara así! Tonta.
------------------------------------------------------
Afortunadamente no nos topamos con nadie más ahí. El resto de la tarde lo pasamos en la base de operaciones de Krux Tavoi de la ciudad. Nos topamos con otro grupo de tres silencios que tenían encargado eliminar a una brika que había estado causando problemas por la ciudad. Les pregunté el nombre de su presa, pero no me podían revelar nada. Esperé por Padre que no fuera ella. Les pedí que si se trataba de Érica Sanz no le hicieran mucho daño, pero no me podían prometer nada.
Al día siguiente nos despertamos temprano, nos preparamos rápido y nos dirigimos de vuelta al cruce de calles en el centro. Llegamos al alba.
De inmediato nos dirigimos a nuestros puestos, terminamos nuestras preparaciones e hicimos una última prueba de nuestros comunicadores.
-¿Me escuchan?- preguntó Nix.
-Fuerte y claro- contesté.
-Igual- indicó Serva.
-Bien. Recuerden avisar si ven a un enemigo.
-Sí- contestamos a la vez.
Dejamos nuestros comunicadores encendidos. La misión comenzaba en ese momento; se estaban llevando a cabo las preparaciones para la parada militar, que se daría a las 9:00 de la mañana. Los primeros asesinos o terroristas podían comenzar a aparecer en cualquier momento.
Comencé con un recorrido completo de mi sector, sin saltarme ningún rincón. En los ascensores, paredes huecas y la pasarela incluso tuve cuidado de usar mi Nube de siempre para buscar a posibles sujetos escondidos, pero no encontré a nadie.
-Nadie en mi sector aún. Me mantendré atenta- reportó Serva poco antes de que yo terminara mi recorrido.
Llegué a la última habitación que me tocaba, una sala de reuniones. Busqué por todos lados y me reporté también.
-Tampoco aquí- dije.
-Muy bien. Sigan circulando. Recuerden mantener sus Nubes en todo momento- indicó Nix.
-Campos de animitas- le corrigió Serva.
-Ay, pero Nube es tan simple y conciso. Me gusta mucho más que "campo de animitas".

ESTÁS LEYENDO
La Helada Garra de la Muerte
AdventureSecuela de De las Sombras al Corazón. La Helada Garra de la Muerte continúa la historia de Liliana poco tiempo después del final del libro anterior. Esta vez, deberá probarse y entrenar para convertirse en una sombra.