Ada Muller una amante de la lectura y de la pintura cree que lo tiene todo resuelto hasta que una tarde por insistencias de sus mejores amigos decide ir al partido decisivo del equipo local donde juega el novio de su mejor amiga, aquel día nunca se...
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Después de que Ela y Lina nos convencieran de ir al dichoso viaje el piso se convirtió en una auténtica locura. Christopher y Nils no dejaban de entrar y salir preguntado por la ropa, la comida, las bebidas, o simplemente entraban para hacer el tonto. A la hora de comer entraron con comida de la cafetería para todos.
ㅡ ¿Cómo vamos a repartir los coches? - preguntó Chris mientras colocaba la comida en la mesa para que todos llegáramos.
ㅡ Siempre se encarga Ela de repartirlos -respondió Cam a lo que ya era obvio porque aunque lo dividiéramos Ela cambiaría todo- Pero ella va conmigo da igual en que coche.
ㅡ Como no la parejita juntos siempre - el comentario de Neithan desató una tanda de burlas hacia Cam que continuaron hasta que terminamos de cenar.
ㅡ Luca sabes que viene Ada ¿verdad? - me preguntó Cam haciendo que pararan las burlas hacia él.
ㅡ ¿Se supone que me debería de importar? - Cam era el único que sabía que Ada me tenía con dolor de cabeza desde hace varios días y no sabía el motivo de esto.
ㅡ ¡La parejita tiene que ir junta! - gritó Chris como siempre para aliviar el ambiente.
ㅡ ¿Quien es Ada? ¿Parejita? - Nils me miraba interrogante pero Nico se estaba riendo seguramente se lo había contado Chris según llegó.
ㅡ Nils, es que nuestro querido Luca tiene novia - Chris abrazó a Nils por los hombros.
ㅡ ¿Cómo? ¿Tienes novia y no me lo has contado? - dijo mi primo ofendido.
ㅡ No tengo novia joder, todo fue planeado por Ela para ir al partido - me defendí cansado ya de sus burlas.
ㅡ Primito no pasa nada si tienes novia, por lo menos quiero conocer a la chica, ya sabes para daros mi aprobación - el comentario de Nils desató las risas y las burlas de los chicos.
ㅡ Iros a la mierda - me encerré en mi habitación para terminar la mochila y cuando las voces de los chicos se dispersaron salí para comprar las cosas que hacían falta.
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Cuando volví de la compra ya era la hora de irnos por lo que les mandé un mensaje a los chicos para avisar de que estaría abajo.
Mientras esperaba que llegaran los chicos llamé a mi hermana para comprobar si ya estaba en la cabaña y si necesitábamos algo más de lo que había en la lista.
ㅡ Hola pato -contestó mi hermana al segundo toque.
ㅡ ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?
ㅡ Muchas y ya deberías de saber que me da igual lo que me digas - me recordó lo que ya me había dicho miles de veces- bueno que querías? Porque supongo que me has llamado por algo.
ㅡ No te equivocas ¿Ya estás en la cabaña? ¿Has revisado si falta algo más? - pregunté sin darle tiempo a responder.
ㅡ Si, ya he llegado y acabo de revisar todo y no hace falta nada, quizás más tarde tengamos que buscar algo de madera porque tiene pinta de que va a hacer frío o incluso a llover.
