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Se encontraba pensativo, se detuvo cuando el semáforo puso en rojo y suspiró. Estaba nervioso, jamás había podido hacer amigos en la escuela, no sabía en qué momento se había vuelto introvertido. Recordaba que en el preescolar y la primaria era un niño sociable, le invitaban a muchas fiestas, se podría decir que era un niño popular, pero cuando entró a la secundaria se volvió timido, y no entendía la razón, quizá era parte de la etapa de la adolescencia pero por dios, de ser así ya no debía seguir en esa etapa, era un adulto a meses de terminar la universidad.

Hablar con su madre le servía de mucho, ella era psicóloga y era buena, tenía muchas referencias, todas buenas así que su madre siempre estaba presente cada que él estaba en una especie de hoyo del cuál no sabía cómo salir, tal como ahora, habló con ella la noche de ayer y recordaba sus palabras.

Lo harás bien, recuerda que eres un gran chico. Atrévete a vivir, disfrutar y conocer personas. No tengas miedo, yo sé que puedes hacerlo.

Sonrió, pues se sentía un poco más tranquilo recordando las palabras de su madre y cuando el semáforo se puso en verde continuó conduciendo. Estaba decidido, estaba decidido a dejar su timidez y hacer amigos porque él quería amigos, siempre le tocaba ver y escuchar como sus compañeros hacían planes para el fin de semana o después de clases y él no tenía eso, él también quería vivir eso.

Se acomodó en su asiento de aquella aula, se escuchaban voces por todos lados. Miró a cada uno de sus compañeros y todos hablando, contando lo que fueron sus vacaciones de verano y no había nadie solo como él para acercarse e intentar ser su amigo. Bajó su mirada y pensó que sería otro año más igual, siendo solo él.

Cuando fué la hora del receso llevaba su almuerzo y buscaba donde sentarse, buscaba una mesa vacía para él pero todas las que él veía estaban ocupadas, hasta que miró una donde solo estaba un chico sentado tal vez era su oportunidad de hacer amigos, así que suspiró y decido avanzó hasta aquella mesa.

- ¿Puedo sentarme? -se notaba la timidez. Y sonrió un poco para intentar verse amable.

Aquel chico le miró y asintió mostrando de una sonrisa, parecía un chico agradable. No dudo más y se sentó quedando frente a él, pero no dijo nada, era aquí donde todo se le hacía difícil, no sabía sacar tema de conversación y en su mente se preguntaba si lo que iba a decir estaba bien o mal.

- ¿Cómo te llamas?

Aquél chico preguntó y hasta eso se le dificultaba responder, se sintió un idiota y trató de calmarse.

- Mi nombre es Taehyung, ¿y el tuyo?

- Un gusto, Taehyung. Soy Jimin.

Jimin volvió a mostrar de una sonrisa y Taehyung se contagió de esta.

- Estoy esperando que vengan mis amigos pero no te preocupes, puedes quedarte, no nos molesta el que estés aquí.

¿Amigos?

En ese momento quiso irse de ahí pero no quería parecer un grosero así que asintió antes de dar una mordida a su sandwich. Miró como Jimin elevó su mano, parecía saludar a alguien con una amplia sonrisa y escuchó pasos tras él pero no se giró.

- ¿Quién es este?

Uno de ellos preguntó y Taehyung levantó su cabeza para mirarlo a él y al otro chico que lo acompañaba, se sentaron y sin problema alguno comenzaron a comer.

- Es Taehyung, deben estar todas las mesas llenas así que vino a sentarse aquí.

- Puedo irme si les molesta. -dijo firme y aquellos tres chicos negaron al mismo tiempo.

- Por supuesto que no, quédate. Yo soy Hoseok y él es Yoongi.

Taehyung asintió y una sonrisa se formó en su rostro, poco a poco comenzó a sentirse cómodo con aquellos tres chicos que de alguna manera comenzaron a integrarlo y buscar conocerlo e incluso, jugarían por la tarde videojuegos en casa de Jimin y este lo había invitado.

Por supuesto que aceptó, nadie antes lo había invitado a hacer algo después de clases así que podía ser su oportunidad de tener amigos, amigos de verdad.

Se quitó el auricular izquierdo cuando aquella chica dijo su nombre, se acercó a ella para tomar su bebida. El primer día de universidad había estado bien y extrañaba lo que era pasar a la cafetería después de clases. Agradeció a la chica y volvió a colocarse su auricular antes de tomar su bebida y alejarse de ahí, New Romantics (Taylor's Version) de Taylor Swift estaba sonando y tarareaba bájamente de la canción, una mesera venía en su dirección con una bandeja llena de platos sucios así que decidió hacerse a un lado para que pudiese pasar pero sintió como chocó con algo que le hizo voltear de inmediato.

Su boca se abrió al ver cómo había derramado una bebida en alguien, ni siquiera se detuvo a ver de quién se trataba, solamente bajó sus manos para intentar limpiar, comenzó a sentirse tan avergonzado y sus manos se movían por la tela de aquel pantalón, miró la fresa en la cremallera de aquella prenda y la apartó de ahí dando casi un apretón.

Aquella persona se puso de pie de inmediato cuando sintió aquella mano en su sensibilidad. Taehyung se quitó el auricular y miró al hombre que estaba frente a él y no parecía nada contento y Taehyung sintió su rostro arder por la vergüenza.

- Lo siento, no me fijé. -dijo apenado, mirando a su alrededor como las personas que se encontraban ahí les estaban mirando. - Le pagaré su bebida.

- No es necesario, solo vete.

Taehyung frunció un poco su ceño, había sido un accidente y le pareció que aquél hombre estaba siendo un poco grosero, por la forma en que lo veía seguramente quería golpearlo, así que se dió la vuelta y abandonó la cafetería.

Jungkook se quedó mirando al chico salir y lo siguió viendo a través del cristal hasta que subió a su auto y se marchó. Su piel seguía erizada, el contacto de aquél muchacho en su parte baja le había hecho sentir un cosquilleo inexplicable, se había puesto duro cuando apretó intentando quitar la fresa, o es que él era demasiado sensible o por qué carajos tenía una erección justo ahora, eso no podía ser posible, porque él era heterosexual y no se podía poner duro con el contacto de otro chico.

Salió de la cafetería aún limpiando aquella suciedad en su pantalón y dolía aquella erección, solo maldijo y subió a su auto para conducir a su hogar donde su pareja le estaría esperando y por supuesto que se iba a acostar con ella, las ganas estaban ahí.

Apenas estacionó el auto, bajó y con su portafolio en la mano entró a la casa. El olor de la comida entró por sus fosas nasales pero si tenía hambre, era de otra cosa. Aventó el portafolio al sofá y apenas miró a su esposa en la cocina, rápidamente fue hasta ella para tomarla de su cintura y comenzar a besarla, aquella chica le recibió con gran gusto, correspondiendo a sus besos y pudo sentir que él estaba duro.

- Parece que me extrañaste. -dijo ella en medio de aquellos besos.

- Solo hagámoslo, no tengo mucho tiempo, más tarde iré a casa de Park para hablar sobre una obra.

SECRETOS • kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora