╭══════ .✧. ══════╮
Copia azotó violentamente la puerta de su oficina.
Su malestar no solía ser prolongado, aunque su intensidad ganaba por lejos. Aún más cuando se trataba de su consentida, su ayudante favorita, su "amore" como te llamaba en la intimidad.
Tristemente lo volviste a decepcionar. Quizás esos modos no fueron los correctos para resolver el asunto, no obstante, no se podía hacer mucho para parar la ira de un papa cuando llegaba al punto de estar visiblemente molesto, mucho más tratándose de Copia. Los celos lo sobrepasaban, un calor en su interior hervía a punto de estallar cada vez que te veía en los brazos de alguien más, alguien que no fuera él. Profanando lo que es suyo por derecho.
No había pasado noches enteras en vela luchando contra sus propios pensamientos hasta que asumió que te amaba para ver como pasabas caminando junto algún hermano o hermana ocasional.
O al menos esa era la perspectiva del papa.La realidad era muy diferente. Te habías convencido de que debías ser un poco más sociable si es que querías permanecer en el ministerio viviendo alrededor de muchas personas. Poco a poco intentaste erradicar ese miedo a la multitud y a las conversaciones con extraños exponiéndote a ello. Habías tomado la decisión y no te volverías a esconder jamás.
Y no lo estabas haciendo nada mal, en unos cuantos meses lograste avanzar bastante, hasta el punto de tener conocidos. Por fortuna, los hermanos resultaron ser muy afables y cariñosos, recibiendo con los brazos abiertos tus charlas e intereses.
Poco sabías lo que se escondía en la mente de tu amado cuando se enteró que tus nuevos amigos no dudaban en darte cariño cuando lo necesitabas, aunque en cierta parte lo intuías. Una mirada o cambio de actitud delataba su incomodidad cada vez que aceptabas el contacto físico, permitiendo los abrazos o permanecer bajo el suave toque de afecto de tus compañeros. Era reconfortante no sentirse más un paria, un desplazado. Deseabas que él pudiese entender eso. Sin embargo, estaba resultando bastante complicado hacer entrar en razón a un hombre que no se prestaba a tratar el tema. En parte entendías de dónde venían sus pesares, su baja autoestima a causa de las constantes burlas hacia él durante toda su juventud lo posicionaron en un estado de defensa permanente.Y es por eso que debías abordar el tema de forma cautelosa.Luego del estruendo, entraste abruptamente a la oficina, buscándolo con la mirada. No lo encontraste al primer momento, unos cuantos pasos en el interior y pudiste verlo en un costado, sentado con la mirada baja, junto a una de sus ratas que le caminaban por los brazos.
Te acercaste despacio, poniéndote de cuclillas y bajando a su altura. Copia se negaba a mirarte, simulaba poner su atención en la pequeña cabecita del roedor acariciando suavemente.—Copia... cariño.
Llevaste dubitativa la mano hasta el hombro del papa, este se sentía rígido, forzando a que no lo movieran. Avanzaste unos cuantos centímetros más y notaste unas tímidas lágrimas naciendo y culminando al final de su rostro, se habían camuflado muy bien con sus pinturas.
El asombro te llevó directamente a la culpa, tu corazón y conciencia reclamaron y cuestionaron tus acciones. Te encontrabas confundida, en buena parte sabías que era lo correcto para ayudar a tu ansiedad social. ¿Pero a qué extremos lo llevarías? ¿Pagando el precio de ver a tu amor sufrir?
ESTÁS LEYENDO
Vísperas de una nueva impERA [One-shots of Ghost]
Science Fiction𝐇𝐨𝐲 𝐞𝐬 𝟓 𝐝𝐞 𝐨𝐜𝐭𝐮𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟑. 𝐅𝐚𝐥𝐭𝐚𝐧 𝐝𝐨𝐬 𝐝í𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 ú𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐠𝐢𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐢𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐭𝐨𝐮𝐫 𝐝ó𝐧𝐝𝐞 𝐭𝐮𝐯𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐞 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐚 𝐝𝐢𝐬𝐟...