Vísperas de una nueva impERA [One-shots of Ghost]

Cambio de temporada.

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Los ventanales del gran ministerio se transformaron en una mezcla de oscuridad y luminiscencia al mismo tiempo.
El clima estaba a punto de cambiar. Se podia sentir el aroma a ozono invadiendo cada rincón del convento.
Y que bueno que la eminencia oscura había atendido las plegarias de sus fieles.
Esa última temporada había hecho tanto calor que los hermanos del pecado sufrían por sus vestimentas y más aún los papas, con tan buen porte, resultaron ser los que más afectados por el calentamiento estacional.
La tormenta que se avecinaba obligo a la mayoría a resguardarse entre las poderosas paredes del monasterio, a la espera de su regalo en forma de viento, demasiado viento.

Nihil no la pasaba del todo bien en las fechas de humedad. Nunca le agradaron los truenos y que todo volase de un momento a otro. No obstante, para eso se encontraba presente su fiel asistente, Sister Imperator, que como si de un niño se tratara, se quedaba a su lado hasta que el temporal cesara.

Primo y Secondo ya se hallaban en sus camas. Como toda persona de la tercera edad, recibían las aguas en el lugar más cómodo que tenían, dónde nadie los molestara.
El primero con su manual de botanica, aventurandose entre sus páginas por quinta vez en el mes. El segundo con una historia interesante de caballeros medievales y fantasía. Libro que habia postergado por tanto tiempo, que en esos momentos fue lo ideal para matar su aburrimiento hasta que el sueño lo venciera.
Terzo se dirigió a "acompañar" a las hermanas del pecado, con la excusa de mantenerlas tranquilas y al resguardo de un miembro de alto rango a su lado. O eso es lo que él mencionaba cuando se le preguntaba.

Copia, actual Emeritus, fue hasta su oficina. Lugar donde se podía ojear el paisaje a la perfección, como todo buen poeta sabía que en gran medida le serviría de inspiración. Y eso aumentaba si tenía a su lado a su musa.
Ingresaste por la puerta con dos cafés en la mano, teniendo sumo cuidado de no derramar nada.
Copia sonrió al verte, te ayudo con las infusiones y te invito a ser testigo de uno de los tantos espectáculos mágicos que el clero oscuro tenía preparado para ofrecer.
Hacia medio año que habías tomado la decisión de transitar tus días en compañía de, en ese momento cardenal.
Inmediatamente tus ojos fueron conscientes de su presencia entraste en un trance inexplicable que culminó contigo viviendo en las grandes instalaciones del culto y permaneciendo todo el tiempo que podías entre sus brazos.
No habías tenido la oportunidad de recibir la temporada de diluvios en el enorme monasterio antes. Por eso Copia se hallaba ansioso, tenía tantos deseos de contemplar aquello contigo que de antemano había dejado órdenes estrictas de no ser molestados.

Cuando te acercaste al ventanal de gran envergadura te encontraste con cielo lila que poco a poco iba mutando en un azul.
Quedaste fascinada. Confirmaste una vez más que la belleza de la naturaleza es imponente.
Y con un fuerte rayo dió incio a lo que sería una semana entera de tormentas, una detrás de la otra deleitando a todos los miembros con suspiros de relajación.
Copia estiro su mano, su invitación vino acompañada de su característica sonrisa. Te depositante cómodamente en un sofá envolviendote en los brazos de tu hombre.
Tu respiración se volvió pausada, permitiendo que la brisa fresca se llevara cualquier tipo de molestia o estres. Una de tus manos se desplazó hasta su mejilla, apoyando tu rostro en su hombro.
La serenidad dejó que ambos buscarán abrigo en el otro, disfrutando del bello espectáculo.
Ya no habia ruido, el barullo cotidiano de los salones se transformó en una calma que reino por los pasillos. Sabías que los demás se sentían igual que tú y eso te lleno de alegría. Pocas veces el clero se vivía con tanta paz.
Varios truenos te hicieron escapar de entre tus pensamientos. Una vez volviste en tus sentidos allí se encontraban esos orbes distintos que te observaban con cariño.
Dedicaste otra mirada al afuera. La poderosa ráfaga que paso sin previo aviso y que sacudió con violencia la mayoría de los ventanales avisó que esa sería una semana interesante.

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