Italia, Roma. Específicamente en la ciudad del Vaticano, se encontraban allí cuatro de los hermanos Blackwood, Owen, Nora, Raphaelus y Leonor, habían llegado hace poco mas de una hora, el ambiente entre el brujo y los lobos era tenso mientras que la mayor se encontraba en el medio para separar cualquier tipo de disputa que pudiera darse, la chica cumplía su rol de jerarca con gran eficacia, todos iban vestidos como turistas, llevaban alguna que otra cámara, ropa cómoda, gorras y panfletos como guía, acababa de comenzar la operación que Nora, una de las en ocasiones mas enérgicas del grupo había denominado como ¨destino final¨, una vez se estacionaron a unos cuantos metros de la ¨Basílica di San Pietro ¨, la joven loba, la matriarca y el brujo se bajaron del vehículo, el cual era conducido por el licántropo, quien tenía el trabajo de ayudarlos a escapar, se encontraría esperando en el coche por si cualquier cosa salía mal además de que era el mejor conductor entre los hermanos, nadie mejor que él para huir de la posible policía y de los cazadores que seguramente los perseguirían después.Los que entrarían a la basílica eran Robin y Nora, quienes por distintos motivos tenían conocimiento del latín y la iglesia católica, junto a Leonor quien se encargaría de ofrecerles un conducto seguro a través de los guardias, la hipnosis de un vampiro sería esencial para completar aquella tan crucial misión.
-Repetiré el plan, yo hipnotizaré a algunas personas fuera para que hagan un escándalo en la puerta distrayendo a la seguridad, cuando eso ocurra Nora, deberás ponerte tus santas vestimentas para que ya dentro, yo los haga pasar, diré que son una entrega especial para su santidad, Raphaelus será un joven milagroso, diremos que es el último profeta antes de la llegada de Cristo o algo así, ya cuando comiencen a buscar sus solicitudes de ingreso tendrás que hacer algún que otro milagro para convencerlos de que sí eres un iluminado.
-No jodan, ahora soy un falso profeta, ya me parezco hasta al anticristo.
-Para nada hermano, el anticristo no es tan vil.
Las palabras irónicas provenían claramente de la boca de Owen, quien aún estaba furioso con el brujo, Leonor al escuchar aquello rodó los ojos y le dio con la palma abierta detrás de la oreja al lobo, la mayor tenía algo de miedo aunque no lo dejaba ver, la gran diferencia entre sus golpes anteriores y el que estaban apunto de dar, era que en el pasado todos estaban tan unidos que hacían hasta lo imposible por salvar a su familia, mientras que ahora cada uno luchaba por sus propios intereses y eso los haría demasiado impredecibles.
-¿Pueden dejar sus peleas estúpidas para después? Ahora vamos a hacer lo que hacemos mejor, no se alejen del plan o todos moriremos.
Los tres que se encontraban fuera del vehículo comenzaron a caminar hasta el punto estratégico que habían marcado previamente, con el plan en marcha la vampiresa hipnotizó a cinco personas quienes tendrían el trabajo de distraer a la seguridad de la entrada, cuando aquellos mortales ahora enloquecidos comenzaron a discutir y golpearse frente a las puertas de aquel tan sagrado edificio, rápidamente los dos hombres de negras vestiduras que se encontraban de pie frente a las puertas se acercaron a tratar de disolver el conflicto, aprovechando tal oportunidad, la mayor usó su velocidad vampírica para ingresar al local, mientras que fuera, bien escondidos Nora y Robin se estaban cambiando la ropa, mientras que la chica usaba un hábito de monja, el chico se colocó ropajes de un civil promedio. Caminaron a través del lío provocado por la tan efectiva hipnosis de la matriarca, hasta llegar a la recepción que estaba pasando las grandes puertas de la basílica y al ver tan inusuales rostros el trabajador preguntó.
ESTÁS LEYENDO
Los 7 de Blackwood
VampirosUna familia de seres sobrenaturales vuelve a reencontrarse después de décadas sin tener contacto los unos con los otros, cuando un mal mayor se aproxima los hermanos Blackwood se ven obligados a dejar sus diferencias de lado para poder sobrevivir. E...