Capitulo 3: Bajo las Luces de Skin Row

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Asi fue como nos quedamos comiendo y charlando, yo no aportaba demasiado en las conversaciones ya que estaba mas concentrado escuchando la musica, intente compensarlo diciendo algunas cosas. Pero de todos modos terminaron mezclandome en sus conversaciones sobre las chicas dinosaurios que se querian tirar. Despues me preguntaron de donde era y porque me mude a esta ciudad, puse de excusa que fue porque la inflacion de mi pais subio de manera monumental despues de que asumio Massa como presidente. En realidad era por razones que no queria mencionar, pero en parte tambien era por eso. ¿Quien podria imaginar que un alfajor terminaria costando un maldito dolar? ¡Un dolar! y es mejor que nadie sepa cuanta plata es un dolar, da verguenza ajena.

Mis pensamientos son sacudidos por la brisa fria de la noche que nos saluda al salir, un suspiro escapa de mis labios y pongo las manos en los bolsillos de mi chaqueta para ocultarlas del frio antes de mirar a mis nuevos amigos, puedo notar como una sonrisa se forma involuntariamente en mis labios, ¿Quien diria que un basurero podria terminar siendo agradable con la compañia correcta? —"¿Que  te parecio nuestra pequeña fiesta, chiquitin?"— Dijo Eldric estrechando mi mano y sonriendo. Si, ahora ese es mi apodo.

 — "Debo que admitir que fue mucho mejor a lo que habria imaginado. Nos vemos el lunes Drick" — Se rio en respuesta ante el nombre y me guiño un ojo antes de irse con los demas. Saludo a los otros con la mano y ellos devolvieron el gesto sonriendo mientras hiban en una direccion distinta a la mia.

Cuando desparecen de mi linea de vision saco mi telefono, y lo que veo me deja petrificado. Era un poco mas de las 10 p.m, y mama me dijo que llegue antes de las 12, ¿Que hago ahora?, pienso mientras me froto el puente de la nariz, recordando vagamente una parada de autobus que estaba a unas calles de distancia, es mi unica esperanza. Con el plan en mente me pongo mi gorra y la capucha de mi chaqueta para aparentar ser un tipo 'rudo' y asi bajar las probabilidades de que asalten o apuñalen.

El sonido sordo de mis pasos resonaba en la acera, unicamente acompañado por el viento que acariciaba las desgastadas calles de Sin Row. Caminaba lo mas rapido que podia, evitando los callejones o zonas con poco iluminacion mientras miraba con paranoia a mi alrededor. Cada que daba 10 pasos verificaba la hora en mi telefono, como si eso hiciera que el tiempo fluyera lentamente.

Mientras caminaba hiba esquivando con una precision increible a los distintos indigentes que dormian en la acera o los que pedian una limosna.

Cuando doble en la esquina pude notar que esta calle estaba a penas iluminada, suspire profundamente y me trague los nervios antes de continuar. Con la mirada fija en la acera, pude escuchar unos pasos que no eran los mios, cuando levante la mirada para ver de quien provenian, la vi. Era la chica que tocaba en el local, una extraña sensacion en mi pecho volvia a florecer.

Una sombra entre sombras. La luz tenue de un faro agonizante revelaba su figura encorvada, un estuche de guitara colgaba en su espalda. Su piel, de un tono parecido a la menta desvanecida, era un mosaico de cicatrices y tatuajes que contaban la historia de un pasado lleno de altibajos. Las alas, que en otro tiempo debieron haber sido majestuosas, estaban ahora despojadas de muchas de sus plumas, como si se hubieran caido, ¿Sera cancer?, ¿Por eso esta rapada? 

Me sacudo esos pensamientos y vuelvo a mirar al suelo, aunque ella este de espaldas, dudo que la expresion de su rostro haya cambiado siquiera un poco despues de su espectaculo. Un suspiro escapa de mis labios y miro mas alla de ella, logrando ver la parada del bus a media calle de distancia, mi salvacion.

Una sonrisa victoriosa se dibuja en mi rostro mientras acelero el paso con la intención de rebasar a la chica. Sin embargo, por caprichos del destino, ella mira hacia atrás y me nota. Jadeando, acelera también su paso, y seguramente debido a mi aspecto, debes pensar que soy un acosador o algo parecido. ¿Qué podría empeorar las cosas?

Estoy a medio camino de llegar a la parada del autobús; solo tengo que...

Mis pensamientos son interrumpidos cuando la mujer pasa por un callejón que parece vacío, y ocurre algo inesperado: una figura alta emerge de las sombras y agarra el brazo de la pterodáctilo, sumiéndola en la oscuridad de ese sucio callejón.

•Fallen Ángel•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora