I'm Yours ||Era Merodeadora||

2. No me lo puedo creer

10 de septiembre de 1995

Jenna Andrews

No podía creer que por fin estaba cursando mi último año de Hogwarts. Estaba demasiado emocionada por ello, aunque también estaba triste porque sería el último año y sinceramente no quería que acabara tan pronto. No quería dejar de estudiar ni mucho menos de hacer tantas locuras con los gemelos. 

Gracias a Hogwarts había conocido a gente realmente increíble, así que era un poco triste saber que en unos meses cada persona estaría tomando su camino, o al menos eso sería el caso de mis amigos que estaban en el mismo curso que yo.

Era algo raro, porque me había acostumbrado demasiado a todos ellos y pensar que en unos meses casi no nos veríamos por todo lo que estaba pasando, al igual que cada uno debía comenzar su propio camino y el mío era ser Auror, era algo que desde pequeña había querido. Quería serlo porque mi padre lo había sido, al igual que mi hermano mayor. Los dos habían sido de los mejores y gracias a ellos supe que yo también quería serlo. Quería ayudar a todas las personas que pudiera y parar con las injusticias. 

Lastimosamente, no tendría a mi padre ahí para ayudarme, ya que perdió la vida el año pasado intentando salvarnos a Harry, Cedric y a mí. Los tres regresamos ilesos, pero mi padre no y todo por culpa de Peter Pettigrew.

Mi padre había sido un gran amigo de los Merodeadores, incluso formaba parte del grupo, y saber que por culpa de Peter habían muerto Lily y James, le había dejado demasiado mal queriendo atraparlo sin importar nada. Al final Peter fue más rápido y le arrebató la vida.

Quería vengar por las muertes que había causado Peter, pero sabía que yo no era una asesino como él y por mucho que quisiera matarlo era algo imposible.

Sabía que si él estaba muerto, no me sentiría tranquila teniendo el peso de un muerto encima, aún a pesar de que dijera todo lo contrario.

Ahora me encontraba de camino a mi sala común, últimamente me la pasaba ignorando a todo el mundo. Yo había sido demasiado unida a mi padre y perderlo hizo que una parte de mí muriera con él, aunque al menos tenía a mi hermano mayor y a mi madre.

No podía creer todos los cambios que tuve en mi vida, ojalá las cosas fueran diferentes después de todo. 

Lo único que quería es que mi padre siguiera vivo, para que me ayudara a continuar, era difícil sin él y se notaba demasiado su ausencia.

Ninguno de nosotros podía creer que no tuviéramos a papá, como dije cuando él murió, una parte de nosotros murió con él, por lo cual ninguno era el mismo.

Sabía que nuestro padre siempre había querido lo mejor para nosotros, al igual que sabía que él no quería que estuviéramos tristes, pero era algo inevitable. No podía dejar de pensar en todos los hubieras posible. Debí haber sido yo, en lugar de él, no debí dejar que nada malo le pasara. Después de tantas veces que papá me había salvado, debió ser mi momento de salvarlo a él. 

Solo lo quería tener de nuevo conmigo sin importar nada. 

A lo lejos vi al trío de Oro hablando animadamente, así que decidí acercarme a ellos con una pequeña sonrisa.

—¡Jenna! —sonreí al ver a Harry, para mí era como un hermano y sabía que le había dolido todo lo que había pasado. Además de que era demasiado joven para cargar con todo lo que estaba cargando, así que intentaba ayudarlo todo lo posible.

Cuando por fin estuve cerca de ellos, abracé a cada uno.

—¿Qué hacéis aquí? 

—Fuimos a estudiar a petición de Hermione —solté una pequeña risa, pero asentí.