la doble cara del recuerdo y del olvido

7

Autodestrucción

Después de perder 5 días, el 6to decidí despertar, y asimilar la realidad, ella ya no está

La debilidad de mis piernas, por no levantarme fue inevitable, el dolor de cabeza es fuerte, He llorado por más de 2 horas sentada en la ducha, mientras sentía de nuevo como el agua fría de la regadera tocaba mi piel, como si cuchillos me cortasen la espalda, mientras me sentía el cabello enredado y sentía como se caía entre mis dedos, mientras veía mi cara llena de ojeras por no poder conciliar el sueño, mi piel se ve pálida, llore mientras observaba mis manos y recordaba el porque ella ya no estaba aquí, lloré al volver a oler mi pijama, la que usaste el día de tu partida, mientras olía mí piel a jabón, lloré mientras me pedía perdón por no despedirme de tí.

El sueño, habría sido mi salida, mi escape a la realidad, fuera de la vista de los demás, mantenerme en un estado inconsciente, sin recurrir al suicidio, porque duele más el recuerdo.

No podía creer que una vez más lo estuviera repitiendo, pero la soledad se había convertido en mi mejor amiga después de lo sucedido, la mentira fue mi mejor aliado antes que pedir ayuda, ¿Quién habría de prestar atención?; Cuando siempre tengo una inestabilidad emocional, Cuando ya no quiero molestar con lo mismo a nadie.

Mi ausencia no se hizo notoria y esa era la idea, para evitar preguntas que ni yo sabría explicar, Fue solo una crisis más, les dije.

Necesitaba volver a sentirme un poco muerta, para saber que la vida me estaba diciendo de una y mil formas que aún no apriete el botón de autodestrucción.