Parte 1; No te escaparás.

7 2 2
                                    

Me levanté a las 7:00 a.m como todos los días (lunes a viernes) entré al baño para tomar una ducha de 20 minutos. Al salir me coloqué mi ropa interior, una camisa color blanco, una pollera ajustada tiro alto color negro un saco negro y unos zapatos de cuero (negros también) con plataforma.


Me maquillé, peiné sequé y planché mi cabello para luego tomar mis cosas e irme a trabajar.


Al salir de mi nuevo apartamento me encuentro con mi odioso vecino, Ashton Irwin.


- Hola. - Dijo con una sonrisa.


- Adiós, no tengo tiempo. - Respondí mientras cerraba la puerta detrás de mí y luego la trababa.


- Me alegra que estés bien, yo también lo estoy, buen día. - Sonrió irónicamente.


- Pues yo no me alegro de que estés bien. - Dije mientras comenzaba a caminar pero me tomó del brazo y me acorraló contra la pared del pasillo.


-Creo que no irás a tu empleo hoy. - Dijo mientras acercaba su cara a la mía.


- ¿Por qué lo dices? Déjame.


- Porque vendrás conmigo. - Respondió tomando mi mano e intentando llevarme hacia su apartamento.


- No iré a ninguna parte con usted señor engreído, hasta luego. - Dije soltándome de él y comenzando a caminar hacia en ascensor.


- ¡VAS A CAER, TARDE O TEMPRANO SEÑORITA AMERICANA! - Gritó mientras me veía huir, aún no entiendo porqué me llama de esa forma, "Señorita Americana".


Fui al estacionamiento y subí a mi Audi R8 Spyder para conducir hasta la sucursal de Paradise Company.



Les cuento sobre mí: me llamo Cailin Russo, tengo 23 años y soy de Nashville - Tennessee, allí trabajé como secretaria en Paradise Company pero me trasladaron a la sucursal que se encuentra aquí en Nueva York. Me mudé a un apartamento muy grande y me siento bastante sola pero vienen amigos a veces para pasar el rato pero es casi no sucede porque estoy muy ocupada con mi empleo y todos los papeles que debo analizar, guardar o tirar. Mis padres no están en Estados Unidos, se fueron a Inglaterra por mi abuela que se encuentra enferma y me lamento mucho el no poder estar allí con ellos, como saben al principio me encontré con mi vecino -Ashton- realmente es hermoso no puedo negarlo tiene unos hermosos ojos claros... Y esa sonrisa de oreja a oreja enamora pero tengo novio. Kellin, estamos juntos desde hace tres años pero nos conocemos desde que tenemos seis años de edad, pasamos toda la secundaria juntos pero no iba más allá del coqueteo hasta que nos graduamos, les juro que fueron años de tortura extrema.


-x-x-x-x-


Luego de un corto viaje llegué al edificio, subí hasta el piso número 10 y entré a mi oficina. Me acomodé y al rato tocaron la puerta; a lo que respondí con un amable "adelante".


- Hola señorita Russo, lo siento por molestarla apenas llega pero tiene que firmar estos papeles que los manda Christian. - Dijo un chico de cabello castaño claro y ojos mieles- Por cierto, un gusto soy Justin, Justin Bieber. - Dándome la mano en forma de saludo.



- Hola, está bien no hay problema puedes dejarlos en mi escritorio que aún no termino los papeles del viernes pasado. - Respondí.


- Genial, ¿quieres algo? No sé... Un café ¿quizás?


- Me vendría bien porque salí algo apurada de mi apartamento, ¿tú eres...?


- Oh, vendría ser como tu ayudante, para que no tengas todos los trabajos y esas cosas, puedo hacerlo por ti. - Sonrió.


- Bien, pero si yo soy secret... - Me interrumpió.


- No eres secretaria ¿qué no te contaron? Te mandaron a esta sucursal como abogada de la misma. - Dijo levantando una ceja.


- Eso es imposible, o sea sí tengo el título de abogada pero no me contaron respecto a que me iban a cambiar de puesto, ya se me hacía raro que sea el piso diez pero hace una semana estoy y nadie me dijo nada, tampoco te había visto. - Respondí.


- Eso es porque estaba enfermo, y hoy comencé a trabajar de nuevo. - Rió.


- Oh Dios, estoy muy distraída... Bien, puedes traerme el café por favor y gracias por haberme avisado esto. - Sonrió y se retiró de mi oficina.


Llamé a mi jefe que se encuentra en Washington, en la empresa que dirige todo.


*Llamada telefónica*;



- Hola, Russo me alegra que llame. - Dijo.


- Hola jefe, sí pero es por algo que me dejó confusa. ¿Cómo es eso de qué soy abogada de esta sucursal? Nadie me había dicho nada, y usted tampoco me comentó sobre la situación.


- Lo siento es que le había dicho a Christian que te mande a esa sucursal pero no le había contado nada sobre que serías abogada ni secretaria, él quizás habrá entendido eso. Lo siento por el mal entendido, luego hablamos y buena suerte. -*Cortó*.




Continue...



Gracias por leer C:

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 15, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mrs All American. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora