XVII

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Narra Autora:

Ese día todo era tranquilo o al menos eso creían.
Hank trabajaba en su despacho y Kara se encontraba en la cocina preparando unos bocadillos.

De pronto el timbre de la mansión sonó, a lo que Kara fue a contestar creyendo que era Connor y que ya había regresado de su cita con Nines.

Para ser sincera después de todo lo que le contó Hank ya no le parecía tan emocionante, pero no quería entrometerse en la relación de ambos, ese no era su rol y jamás lo sería.

Cuando abrió la puerta, no era quien ella creía. Era un mensajero, uno bastante jóven ya que era un niño. Estaba sudando y jadeando con una carta en la mano internado recuperarse jalando aire a más no poder.

-Es Urgente... Para... Teniente Anderson.- Decía sin aliento.

Kara lo obligó a pasar sentandolo en una silla cercana y llamado a un trabajador, pidió que le dieran agua y algo de comer mientras ella leía la carta.

Está no tenía ni sobre, ni destinatario, pero sabía que cuando ese tipo de cartas llegaban era por una emergencia.

Después de leerla, pidió que prepararán el carruaje y corrió rápidamente al despacho del Teniente, tocando con desesperación la puerta.

Algo malo había pasado está vez.

Hank al escuchar el insistente toqué, abrió la puerta algo frustrado, pero antes de poder preguntar algo, Kara habló primero.

-Sabes que no te molestaría si no fuera importante ¡Pero esto es una emergencia!- Dijo dándole la carta abierta.

Hank la tomó y al leerla se la devolvió a Kara con rapidez.

-¡Malditos hijo de puta! Quien este tras esto me las va a pagar muy caro.- Dijo con mucha ira en su ser caminando a la salida.

*

En la carta decía que había pasado una explosión por el parque central en la fábrica de textiles, por lo tanto tenía que ir rápidamente a investigar quién lo había causado por si había daños mayores como heridos o incluso muertos.

Cuando llegó en su carruaje junto con Gavin que primero paso a recojer, pudo notar como las llamas del fuego ya habían sido exterminadas y que la gente de alrededor estaba exhausta intentado recuperarse.

Le alegró mucho saber que la misma gente del pueblo había ayudado a apagar el incendio, pero le pareció extraño el porqué la explosión si solo era una fábrica de textiles.

Obviamente también sabía que en la noche se convertía en una "Zona roja" pero no había razón para destruir un lugar que generaba empleo de día y noche especialmente a Betas y Omegas que no tenía tantos recursos, además jamás había escuchado quejas sobre la zona roja.

Comenzó a caminar por los alrededores observando detenidamente el rostro de todos los presentes, buscando a una en particular, pero lamentablemente ya no se encontraba.

Sabía que había estado ahí, ya que un pequeño rastro de feromonas olor chocolate amargo estaba presente en el aire y sabía perfectamente a quien le pertenecía.

-Nines.- Dijo en un susurro.

Gavin que caminaba entre los escombros junto con los policías, una vez vio que no salía humo de la fábrica, decidió meterse dentro de un agujero que había ocasionado la explosión, para ver si podía averiguar algo, mientras que Hank simplemente seguía observando alrededor.

Cuando el Teniente se acercó a una señora que estaba repartiendo algunos vasos de agua a las personas exhaustas a preguntarle sobre lo que había pasado y si había visto algo o a alguien en particular, un olor que le llegó a su nariz lo hizo retroceder.

La Herencia del Alfa~💙Hannor💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora