Capitulo 6¿Será que había necesitado todo este tiempo solo un día distinto, en un sitio distinto?
Se sentía despierta y tranquila. Había un aroma fresco y dulce en el aire, ella siempre había pensando que así debía oler estar rodeada de flores. Tina, la pequeña prima de los Parra hablaba sin parar, está vez explicando curiosidades sobre los girasoles o como se debía cuidar correctamente a las crisantemos. Violetas, crocus y claveles variopintos exhibidos, un desfile de colores preciosos.
Al final había decidido ir, probablemente una conversación con su hermano tuvo mucho que ver en eso; La reto a hacer algo diferente. Por lo general ella no caía en esas provocaciones, pero cierto infantilismo la indujo a llevarle la contraria. Además de esto, su hermano le hizo ver algo que hasta el momento había estado encubierto ante sus ojos; que si los Parra la habían invitado, es porque querían que ella fuera. Es decir ¿A ellos les gustaba pasar tiempo con ella?
Esa mañana apenas se bajaron del auto una señora con el rostro surcado de arrugas y cabello plateado los recibió con los brazos extendidos. Abrazaba y besaba a sus nietos mientras soltaba cosas en italiano que dejaron a Amberly paralizada, sintiéndose extranjera y perdida. El señor Parra ya acostumbrado a no entender la mitad de lo que decían sus suegros sonrió despreocupadamente, pero Daniela no se mostró tan feliz. Dirigiéndose a abuela y hermano –que sostenían una animada conversación en aquel viejo idioma– espeto;
—¡Si no van a considerarme a mi y a papá, por lo menos háganlo con la visita y hablen en español!
La señora Ricci puso sus dulces ojos sobre la rubia muchacha, y le extendió una mano cálida y una sonrisa. Los ancianos estaban entre sus personas menos favoritas, pero le agrado la sencillez de la señora Ricci. Poco después llegó corriendo una muchachita regordeta con las mejillas encendidas por el trote, y se abalanzó hacia sus recién llegados familiares. Está era Tina, la prima de once años de los mellizos. Ly respiró hondo, pues todo en aquel lugar la invitaba hacerlo, y miro a su al rededor. Verde y marrón, mucho verde y marrón. A lo lejos una casa bonita y rural, que había sido hogar de los Ricci más de media vida, dónde la señora Amaranta –la madre de los Parra– había vivido su tierna infancia, dónde toda una familia había nacido, crecido, reído, llorado, y se había ido para formar sus propios hogares. Caminaron por el suelo de tierra en dirección a la casa, pero Daniela sintiendo que no había tiempo que perder pidió a un trabajador del lugar que llevará al patito que traía en una caja para el estanque y luego propuso inmediatamente visitar el vivero, y eso hicieron.
Amberly se detuvo a observar unos lirios amarillos.
—Estas flores son preciosas, lastima que es noviembre– Comento Tina, acercándose a ella– Se ponen mustias porque no es su temporada. Pero si las vieran en primavera, verían que son preciosas.
—¡Sí! ¡Sí! Si crees que este lugar es bonito ahora ¡Imagínate en primavera y verano!– Dijo Dani.
—Creo que las había visto antes... –Comento Ly, dubitativa. Entonces miro a Dan- ¿En una foto?
El muchacho iba a hablar, cuando su hermana se adelantó;
—¡Debe ser! Dan ha tomado un montón de fotografías tan bellas de este lugar, que deberían aparecer en una revista ¡Le digo que tiene que ser fotógrafo! Pero no me hace caso e insiste que quiere estudiar idiomas y viajar por el mundo...
—¿Y como sería eso Dan? Si eres tan tímido –Rió Tina– O bueno, por lo menos para tomar fotografías no necesitas hablar.
Daniela chillo al ver un conejo saltando con libertad por la grama. Empujo a todo el mundo para que también lo observaran y luego salió corriendo para alcanzarlo. Estaba llena de ánimo, más de lo habitual. La niña, que siempre imitaba a su prima mayor, la siguió.
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Gracia
Teen FictionSegún ella, la vida no le estaba dando más opción que ser lo que era. Una desencantada adolescente, malhumorada y sin sueños ni ánimos para el futuro. Cuando conoce al chico nuevo, que parece ser aficionado a su banda favorita -esa que marcó su inf...