Voy caminando por los pasillos del hospital buscando la oficina, avanzo por la sala de espera para ir con una enfermera
–Disculpe, sabe donde está la oficina del doctor Alejandro Gómez–ella asiente y se da la vuelta haciéndome una señal para que la siga
Caminamos por los pasillos que ya recorrí anteriormente, se para frente una puerta
–Esta es señorita–Me dice para luego irse
Tomo una respiración y luego me encamino para entrar a la oficina, el doctor levanta la vista cuando me ve entrar y me recibe con una sonrisa
–Qué bueno que viniste Natasha–Dice en un tono amistoso
–Si, vine por los exámenes–Dije tomando asiento
–Justo los estaba revisando–Me mira de reojo–Te ves muy hermosa hoy
Dice con una sonrisa
–Gracias–Respondo con una falsa sonrisa
–¿Pensaste mi propuesta?–Deja los papeles en el escritorio para entrelazar sus manos
–Lo siento estoy ocupada esta semana tal vez la próxima–Le doy una sonrisa coqueta
–Está bien–Resopla–Tus exámenes salieron de maravilla
–¿Eso quiere decir que no tengo que venir el próximo mes?
–No te emociones, tienes que seguir viniendo–Desde que me aceptaron en el teatro Quirino Vittorio Gassman aquí en Roma, nos piden a todos que nos hagamos unos análisis todos los meses para ver nuestra salud
–Esperare tu invitación la próxima semana–Consigo que me de una sonrisa y un asentimiento de cabeza
Salgo del hospital buscando mi auto, es una jeep negra
Cuando subo escucho mi teléfono sonar, es mi madre
–¿Mamá?
–Nati que bueno que contestas, ¿Estas desocupada esta semana?–dice tranquilamente
–Si,¿por qué?–pregunto extrañada
–Mañana hay un vuelo hacia Londres, iremos a celebrar mi cumpleaños, también irán unos invitados y amigos de tu papá y míos
–¿Mañana? ¿A qué hora?
–A las ocho de la mañana, me tengo que ir te veo mañana Nati–Corta la llamada
Guardo mi teléfono y prendo la camioneta para ir a mi apartamento
Al llegar veo a Isabella en el sillón del salón
–¿Estas cómoda?–Dejo mi chaqueta en la entrada
–No sabes cuanto–Ni siquiera me voltea a ver–¿Como te fue?
–Bien–Me acercó a la cocina para ver qué hay de comer
–Oye tu mamá me invito a su cumpleaños ¿Vas a ir?–pregunta
–Si–Respondo seca
Saco un paquete de galletas de chocolate
–¡Son mías!–Al fin me voltea a ver
–Ya no–No le dejó tiempo de protestar, salgo corriendo a mi alcoba
Cuando entro cierro con seguro y escucho un grito, saco mi teléfono
Enciendo la pantalla para matar el tiempo
(🎻🎻🎻)
Salgo de casa seguida de Isabella
–En serio era necesario que me levantaras tan temprano–Dice subiendo la camioneta
Ignoro su comentario subiéndole a la música
Después de bucear a Ámbar mi madre nos recibe en el aeropuerto
–¡Que bueno que vinieron!–Lleva puesto uno de sus vestidos pomposos
–¿Y papá?
–Esta en Londres arreglando unos asuntos–
Va a ser un viaje largo
En el avión nos pusieron por parejas, yo con Ámbar, y Isabella sola porque según así duerme cómoda
–Tengo que contarte algo–Voltea para ver a Ámbar más nerviosa de lo normal
–¿Es algo malo?–Frunzo el ceño
–No bueno...no se...ósea–hace una pausa–Tengo un retraso
–¿Que?
–Si, mi menstruacion-Hace señas con sus manos–pero me da miedo hacerme la prueba de embarazo
–Yo me la puedo hacer contigo, regresando nos la haremos las dos–Sus ojos brillan
–¿En serio?–Dice con una pequeña sonrisa
–Claro
–¡Ay! ¡Te amo!–Se me lanza para un abrazo
–Solo recuérdame más seguido–Le doy un golpecito con mi hombro
–Te lo recordaré todos los días–Se separa de mi con una sonrisa que me alegra el día
No tengo miedo de hacérmela, hace años no tengo sexo, desde mi última desilusión amorosa no estoy interesada
(🎻🎻🎻)
Llegando al aeropuerto bajo la maleta de la banda, camino por donde están las escaleras eléctricas, es un edificio grande, todo es blanco, está lleno de gente
–Mhm Ho-hola–Escucho a alguien decir a mis espaldas–¿Te puedo pedir una foto?
Volteo y veo a una niña rubia de ojos verdes
–Claro princesa ¿Como te llamas?–Pregunto
–¡Gracias! Soy Esmeralda
Me acomodo a su lado y una mujer sale de junto con un teléfono para tomar la foto
Le doy un leve asentimiento de cabeza para ir a la cafetería, hay una pequeña fila me pongo atrás de la última persona
Cuando voy a pasar alguien se me pone enfrente robándome la atención del empleado
–Un café negro–Dice una voz rasposa y gruesa
–Oye, yo estaba formada primero–Le reclamó haciendo que se voltee
Es pelinegro, ojos grises, mandíbula marcada, alto, tiene tatuajes
Es muy guapo
–Tú debes ser Natasha ¿no?–Dice viéndome a los ojos
–Si ¿Por qué?–Me cruzo de brazos
–Natasha–Escuchó una voz decir, volteo y es mi padre–Veo que ya conociste a Alexander
Este es el famoso hijo de Rogelio Copoola, el socio mayor de mi padre
–Muy encantadora su hija señor Russo–Dice este con una sonrisa burlona
–Gracias Alexander, les vengo a avisar que las camionetas están listas los espero allá–Dice antes de darse al vuelta para desaparecer por la puerta del local
Lo sigo pero una mano me agarra fuerte del brazo
–Su café señorita–Dice el tal Alexander mientras su agarre se vuelve más firme
–No me gusta el café negro–me encojo de hombros soltándome de su agarre para salir por la puerta
(🎻🎻🎻)
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¿Como que..? (BORRADOR)
Novela JuvenilNatasha es una chica de 23 años, la cual va a él cumpleaños de su madre y ahí se encuentra a un chico que le hará sentir muchas cosas, cosas que ella nunca pensó sentir, y le dejara un recuerdo para toda su vida, revivirá cosas del pasado que ella...