My Digimon Adventure Academia tri

Capítulo 07.0 - Duda, Parte 1 - Determinación Parte 3

Familia Mochizuki, 12 de julio de 2005, 22:00 hrs.

Meiko Mochizuki contemplaba la noche de lluvia tupida en Odaiba por la ventana, habiendo llegado a casa hace un par de horas con una "amiga", como la presentó ella a su madre, la cual pidió asilo inesperadamente por unos días.

En un principio, a la madre de Meiko le extrañó aquella petición considerando que la chica era una alumna de intercambio de primer grado, ya bajo la tutela de otra familia de acogida. Pero cuando su hija le informó que ellas trabajaban juntas en el Comité del Festival Escolar, la mujer dejó atrás sus reservas y recibió a Momo Yaoyorozu como su invitada. El único detalle que inquietaba a la Sra. Mochizuki era la mirada perdida y distraída con que la chica de pelo azabache llegó, la cual ella mantuvo al entrar a bañarse, o mientras comía un ligero refrigerio en vez de cena debido a la hora.

Meiko se giró a ver a la chica de cola de caballo acomodarse en el futón improvisado en el suelo, lo bastante amplio como para que cupieran ambas, dejándole así la cama sola a la exhausta Meicoomon, por insistencia de Meiko. La digimon había caído completamente rendida al tocar las almohadas, ya que el movimiento en la habitación no la había perturbado al parecer. Finalmente, la chica de lentes dejó caer las cortinas y se acomodó en el futón junto a Momo, la cual estaba acostada de lado dando la espalda a Meiko.

Meiko: Hoy fue un día... muy cansado, siento que voy a desmayarme. – dijo la chica, intentando generar conversación.

Sin embargo, la chica de pelo azabache no respondió o siquiera se movió. Cuando Meiko se disponía a apagar una pequeña lámpara, la voz de Momo la interrumpió.

Momo: Meiko-san... - dijo ella, sin voltear a ver a la chica. - ¿Acaso... yo también soy ególatra? – preguntó la chica superhumana, sin moverse.

Meiko: Ehh... - balbuceaba ella, sin saber que responderle a su amiga, a pesar de haber sido informada resumidamente de lo ocurrido cuando Momo le pidió asilo en su casa. – ¿Por... por qué sientes que eres eso? – respondió ella a Momo.

La chica de U.A. permaneció algunos segundos callada, con la lluvia como único sonido en el ambiente. Finalmente, la chica se giró ligeramente, sin mostrar su rostro por completo a Meiko, dejándole a esta ver el brillo de la poca luz en sus ojos.

Momo: Yo... siempre había confiado en mi inteligencia y mis habilidades. Fue hasta hace poco que me di cuenta de que yo no era imbatible. – dijo ella, teniendo flashbacks de su pelea en el Festival Deportivo, así como de su examen final junto con Shoto. – Fue entonces cuando comencé a ver con otros ojos a los demás, a entender que luchar por otros no implicaba hacer todo tú sola. – dijo ella, tomando una ligera pausa al recordar su experiencia en el Campamento de Verano. - Los héroes salvan a las personas... pero los amigos se ayudan unos a otros a superar sus límites. – dijo ella, quedando recostada y mirando el techo.

Meiko veía a la chica con los ojos completamente abiertos, a pesar de haberse quitado los lentes para dormir.

Momo: Pero... yo todavía soy incapaz de tomar decisiones rápidas sin afectar a los que me importan. En vez de ayudar a Mimi-san a entender eso y las consecuencias de sus acciones, la reprendí frente a todos reprochándole sin tomar en cuenta cómo se sentía ella. – dijo la chica, apretando el agarre en la sábana. – Y aun así... sé que hice lo correcto, pero no siento que haya estado bien. Me siento más confundida que nunca. – terminó la chica de decir su exposición, quedando la habitación en un silencio incómodo.

Meiko: ¿Y crees que esto puede ayudar a Mimi-san... y a ti? – preguntó la chica, insegura de no estar sobrepasando los límites personales de Momo.

Momo: Así, ambas podremos pensar mejor las cosas... al menos, eso quiero creer yo. – dijo Momo manteniendo la presión de la mano en la sábana. – Buenas noches, Meiko-san. – dijo ella, retomando la posición que tenía antes.