Almas Destinadas

Capítulo 6: "Deseo de sangre"

Poco a poco desperté, sentía que mi cabeza daba vueltas era alguna especie de migraña. En ese momento recordé lo que había pasado, ¿realmente había besado a Lucifer otra vez? ¿Ambos habíamos bebido la sangre del otro? No podía creerlo, pero al levantarme toda sospecha desapareció al sentir aun el ardor en mi cuello, por las marcas que había dejado en mi piel, como evidencia de lo pasado.

Por supuesto, casi olvidaba que después de haber probado su sangre y haberle besado sentí un mareo terrible y caí inconsciente, tal vez él me había llevado hasta la cama y se había marchado, era algo fuerte para ser de menos estatura; me sentía un idiota, cómo se me ocurría haber bajado mi guardia frente al ser más poderoso de este infierno, incluso le había seguido el juego. Nuevamente no había podido preguntarle nada sobre qué es lo que buscaba en mí.

Me levanté de la cama tratando de ordenar mis ideas y con la tentación, llevé mis dedos a mis labios, aún los sentía cálidos, esta vez aquel beso había sido mucho más cálido que el primero ¿realmente lo había disfrutado? No me quería hacer ideas en la cabeza, seguramente solo era una entretención para él y para mí.

- ¿A-Alastor? –escuché la voz de Charlie tras mi puerta de la habitación, distrayéndome de mis pensamientos, por lo que con un poco de energía volví a ponerme un traje decente acomodando mi moño un poco antes de abrir.

- Buenos días querida~ te ves radiante –le saludé sonriendo ampliamente, quien me saludo con la misma energía de siempre

- Quería date una excelente noticia~ Iré a buscar a Vaggie, tengo que decírselo a todos –dijo sonriendo yéndose a paso rápido. - ¡Nos vemos en la recepción! ~

No sabía a qué venía aquello, tal vez habría tenido algunas ideas nuevas para el hotel o alguna alma pecadora al fin se había convencido de venir a este lugar. Acomodé mi cabello y fui a la planta baja encontrándome con Husk que estaba recostado en la barra del bar tender.

- Oh viejo amigo~

- ¿Qué quieres ahora, maldito? –rodó los ojos al verme sentarme en una de las bancas frente a él. – No me digas que quieres algún tipo de favor de mierda... por cierto, ¿Qué hacías de entrometido en esas reuniones de mala suerte de los asquerosos nobles? Llevabas más de un siglo sin ir...

- Para nada~ Solo fueron algunos años... De vez en cuando es bueno ir para ver cómo están las cosas. Sabes que no son de mi agrado esa escoria

- Ajá, como digas... -su mirada mostraba sospecha, pero no dejé de sonreírle, de momento no podía contarle nada y no era del tipo que se entrometía de más.

En ese momento había llegado Angel seguido Niffty que tomaba la mano de la rubia y la peliblanca. – Chicos~ tengo algo que decirles... Mi madre me escribió, me dijo que llegaría de su última gira, y que había hablado con mi padre~ En fin, me dijo que quería invitarnos a una pequeña fiesta~

- ¿Nosotros? ¿Escuché bien? –Angel se acercó a la rubia algo extrañado y no era el único. - ¿Quieres decir que nosotros, estamos invitados a la casa de tu padre?

- ¡Sii! ~ ¿No es fantástico? ~ Papá le contó que había venido de visita y conoció a Alastor y a Vaggie, creo que de algún modo le agradó y decidió invitarnos aprovechando que regresaba a casa –la pequeña princesa sin duda estaba emocionada, parecía una escena dulce, aunque no tenía ese apego emocional por los demás, aun así, me había inquietado que Lucifer le hubiera contado aquello a Lilith.

- En ese caso, creo que buscaré el atuendo perfecto para ponerme ~ Nunca se sabe cuándo puedes meterte con un pez gordo de la realiza~ Algo de diversión y billetes no me vendría mal

- Mierda, Angel, todo lo tomas como una puta broma... -Vaggie asesinó con la mirada a la araña y luego se dirigió a Charlie con un semblante más tranquilo. – Charlie, eso es genial, pero ¿consideraste al menos a los tipos que tenemos enfrente? Él es un degenerado y no se sabe comportar el hijo de...