Cap 1

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               1 / 01/ 2002 / 12:30 AM
                   Leipzig, Alemania.

By Tom

Me encontraba de salida de la escuela mirando a los alrededores, buscando al idiota que se libró de mi en la hora del almuerzo, si no fuera por ese profesor que me llamo tendría mi dinero que me debe, pero no. Siempre metiendome en problemas o peleas, cosa que no me importa.

Respirando ondo para poder controlarme del enojo mirando a todos lados buscando a Isaac, cosa que no fue tan difícil, ya que el no pensó que me lo toparia si se iba por el parque botado que era a una cuadra de la escuela.

Topamos miradas y sonríe al ver como se hizo el loco al verme haciendo que aceleré mis pasos al igual que el, cruce la calle corriendo tras el soltando mi mochila por alguna parte del parque, y que por obra del destino se tropezó con una piedra haciendo que caiga al suelo dándome facilidad de alcanzarlo.

-¡Ah! T-Tom... yo... -tartamudeo al ver como lo miraba, sabiendo que le esperaba.

-¡Callate! Tiene mi dinero o no?
-pregunte aún sabiendo la respuesta.

-Yo... no... no lo tengo, pero te prometo que mañana te pagaré.

-Okay, pero tengo que darte algo para que lo recuerdes mañana. -dije antes de que le diera un golpe en la cara haciendo que su espalda bese el suelo y me arrodille para más comodidad.

Gritaba por ayuda pero para su mala suerte, estábamos en una parte botada del parque donde puras personas vendían o se drogaban sin preocuparse que la policía los encuentren ya que era peligroso como para que cualquiera entre.
Por suerte de vez en cuanto soy ayudante para las cuentas en las ventas de drogas, ya que al menos tengo buena mente para eso, dándome oportunidad de tener un trabajo -si se puede llamar así- y dinero para mí temprana edad, así que era imposible que se salve Isaac, o eso pensé al escuchar una voz suave y relajante y aunque gritó, no fue impedimento para escucharlo así.

-¡DÉJALO! -grito deteniendo el golpe. Me quedé quieto al igual que Isaac y nos quedamos callados pero pronto se empezó a mover intentando zafarse de mi al escuchar a una persona.

Volteo a ver a mi siguiente víctima, pero pudiendo ser testigo de algo único; un niño de mi porte, -tal vez de mi edad- flaco, piel suficientemente blanca, su cabello desordenado que le quedaba bien con su ropa y aunque no era de mi gusto, me gustó como le quedaba en el, y ni hablemos de su cara. No sabía si reírme o ir corriendo a abrazarlo y no rompa en llanto.

Le quede mirando como idiota al ver el concepto de belleza en un niño con facciones de niña, tal vez encontré a alguien divertido y interesante.

-¿Y tu quién eres? -mas que amenaza, fue una para saber de él.
En un abrir y cerrar de ojos se acercó a mí y me empujó tan fuerte haciendo que caiga al piso y reaccione ante los raspones en mi piel por las pequeñas pero filudas rocas.
Lo mire sorprendido, nadie en mi vida se atrevió al menos a retarme y el...

-¿Estas bien? déjame ayudarte. -dijo mientras se acercaba a Isaac y lo ayudaba a levantar.
El idiota ni siquiera le dio las gracias al salir corriendo en cuanto se pudo poner de pie, dejándonos solos. Note como se quedó quieto al ver como lo dejó solo, en un parque botado y peligro. Me levanté un poco torpe y note como respiro ondo aquel niño al saber lo que lo esperaba y aunque no iba a tocar a un muñeco de porcelana.

-¿Que crees que estas haciendo? -hablo primero volteándose.

-Ja, como que que estaba haciendo? Nosé tal vez cobrando lo que me debe?

-¿¡Y esa es la manera!? -pregunto enojado sin quitar su mirada de mi, haciendo que me sienta un poco nervioso- Veo que tu ego te está impidiendo ver lo idiota que eres.

Solo Doce Meses (•Pausada•)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora