una grieta en el espacio-tiempo

trabajo perfecto

Hoy era el día en el que debía de ir a la dirección del supuesto trabajo. Mientras me cambiaba de ropa, pensaba que debería de buscar un sitio para ducharme. 

Salí de mi casa y empecé a andar y a andar, hasta que llegué al lugar una media hora después. La verdad que el trabajo estaba muy lejos de mi casa, pero por ganar dinero haría lo que fuera.

Entro al gran edificio y la recepcionista del lugar me sonríe con amabilidad.

-Hola, ¿en que puedo ayudarla?-pregunta la chica.

-Venía a hablar del puesto de trabajo que tiene que ver con moda-digo algo avergonzada, y la chica amplía su sonrisa y sale de detrás de su mesa.

-Acompáñame-dice mientras empieza a andar hacia unos ascensores-el jefe me ha dicho que su madre lo llamó ayer diciendo que vendría una chica guapa rubia para el puesto.

Yo asiento mientras sonrío por el cumplido.

-Si me dejas opinar, te diré que tienes un gusto en la moda increíble-dice mirándome de arriba a abajo-nunca había visto a nadie vestir así.

-Gracias.

Ambas salimos cuando llegamos al último piso y nos acercamos a una puerta gigante. La chica toca dos veces y una voz masculina habla a través de esta pidiendo que pasásemos.

-Hola, tú debes de ser nuestra nueva estilista-dice una vez me ve entrar.

-Eso creo-digo recibiendo un abrazo de su parte.

-Te explico cómo irá esto-dice haciendo que me siente en uno de los sofás del despacho-tendrás que escoger la ropa que usarán en distintos eventos, ya venga siendo conciertos, entrevistas, apariciones públicas básicamente.

Yo me quedo algo desubicada, ya que no sabía a quienes tenía que vestir, pero parecían importantes.

-Cobraras 2535 euros al mes, y deberás venir todos los días a los ensayos para corregir posturas que puedan incomodarles al llevar la ropa que tú les escojas-sigue explicando tranquilamente-si necesitas transporte, tenemos coches para prestarte o incluso choferes.

Yo lo escuchaba emocionada, pero a la vez pensando en quienes mierdas serían esas personas tan importantes.

-Si necesitas hospedaje también lo pagaremos, y si necesitas algún aparato electrónico para el trabajo también-termina con una sonrisa amable.

Joder, me ha resuelto todos los problemas. Esto parece un sueño...

-Por tu cara intuyo que no sabes a quienes vas a vestir-dice casi riendo y haciendo que yo asienta igual que él.

-Sea quien sea, necesitaría todo-digo algo tímida-vivo con mis padres y está muy lejos de aquí, y no tengo ni coche ni aparatos electrónicos.

Él asiente sin importancia y se levanta de su asiento.

-Pues mañana mismo empiezas si quieres, y esta tarde pásate de nuevo y te damos todo-dice acercándose.

-Muchas gracias-digo dándole un fuerte abrazo.

-Nos vemos esta tarde-dice separándose de mi.

Salgo del despacho y me dirijo al ascensor, topándome con alguien conocido.

-No me jodas-dice él cuando me ve a su lado-¿que haces aquí Taylor?

-Lo mismo te digo Bill-digo mirándolo feliz mientras me da un fuerte abrazo.

-Este es mi estudio para ensayar y crear canciones con mi banda-explica sin soltarme-¿y tú?

-Desde mañana trabajaré aquí de estilista-digo cuando ya nos separamos.