Después de desaparecer misteriosamente junto a su hermano mayor en la mansión "embrujada" de Agdeog, y olvidar por completo su pasado, Jungkook, quién ahora trabaja como reportero en la ciudad de Seúl, comienza a investigar "La leyenda de Agdeog." U...
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Jungkook cerró la tienda y apagó todas las luces. Se acercó a Taehyung y lo cargó sobre su cintura mientras lo besaba y subían juntos por las escaleras hasta la habitación. Empujó la puerta con la pierna y se aventó sobre la cama con Taehyung para continuar devorando sus labios. Con mucho cuidado comenzó a desvestirlo, y a pasar las manos por su cuerpo desnudo entre caricias sutiles.
Taehyung tomó la cintura de Jungkook y le dio vuelta para subir sobre él. Comenzó a quitarle la ropa y lo miró fijamente de arriba a abajo. Bajó hasta sus piernas y empezó a besarlas en diferentes lugares. Pasó la lengua entre sus muslos y le dio pequeños mordiscos, los cuales le causaban un dolor placentero.
Después, fue subiendo entre sus muslos hasta llegar a su agujero, a dónde comenzó a lamer una y otra vez hasta humedecerlo con su saliva. Jungkook pasó las piernas por encima de los hombros de Taehyung y lo tomó del cabello mientras gemía acelerado a causa de la excitación.
—¡Tú eres mío! —sonrió y acarició el tatuaje con esta frase escrita en su vientre —.
—Lo seré hasta la muerte, hyung.
Taehyung metió un par de dedos en la entrada de Jungkook y comenzó a moverlos con rapidez mientras continuaba pasando la lengua por encima de ella. Una vez que esta estuvo dilatada, le separó las piernas lo suficiente, y restregó la glande de su pene alrededor de ella para lubricarla con el pre seminal.
«¡Ponlo dentro de mí, capitán!» Suplicó Jungkook con desespero. Taehyung miró su inquietud, y sus deseos lujuriosos, y con una sonrisa, metió su pene de una estocada.
—Ahora que está dentro de ti —se acercó a sus labios, —mueve la cadera junto conmigo —susurró mientras besaba sus labios y aumentaba el movimiento de su cadera —.
—¡Hyung! —apretó la sábana e inclinó su cabeza hacia atrás. —¡No pares, hyung! —contrajo las piernas, y estas empezaron a temblar debido a la excitación —.
«¡Mm! ¡Ahg!» Gimió Jungkook con la mirada perdida a causa del placer que sentía. Abrió aún más las piernas y deslizó las manos por la espalda de Taehyung mientras un par de lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
—Capitán...—jadeó acelerado, —me encanta hacer el amor contigo... —besó sus labios. —Eres tan caliente y hermoso —murmuró entre gemidos mientras apretaba la cadera de Taehyung con sus piernas —.
—¿Te gusto tanto así?
—Tengo una maldita obsesión con los hombres mayores que yo —besó su cuello. —Me vuelven loco. Son jodidamente maravillosos.
