Rey De Reyes - Volumen 1

Capitulo 13

-¿Por qué venimos a la cima de la montaña? ¿Acaso quiere matar a este pobre viejo? -Se quejo André.

Arthur se rió, de hecho aunque se veía bastante viejo, ese hombre demostraba la salud y el vigor de un hombre de entre 30 a 40 años.

Solo pasaron 2 días en los cuales Arthur les había estado enseñado a los seguidores de confianza la fabricación de la pólvora, hoy mismo comprobarán su resultado.

Arthur había olvidado las "Granadas" así que mientras creaban la pólvora hizo frascos con arcilla.

-Espero que esto valga la pena. -Suspiró André.

-Tranquilo, amigo. Lo valdrá -Dijo Arthur-. Muchachos, esto es lo que nos defenderá en el futuro cercano pero por ahora, que esto quede entre nosotros.

Arthur tomó una de las granadas y se alejó, sus hombres se quedaron allí parados y vieron como Arthur, haciendo uso de una antorcha encendió la mecha y regresó corriendo con una sonrisa.

-Muchachos, les presento el futuro. -Dijo.

Y justo un segundo después...

*BOOM*

Todos se estremecieron por el repentino estruendo, en Orly, todos miraron al cielo preguntándose si lloverá pero no había ni un solo rastro de nubes lo cual les pareció bastante extraño.

En la cima de la montaña, los hombres vieron el crater que se generó boquiabiertos, esa cosa pudo haber matado a 3 hombres si hubieran estado allí parados.

-¡D-Dioses!

Algunos exclamaron rezos y otros maldiciones. Arthur por otro lado se rascó la barbilla.

-No es suficiente. -Murmuró.

Sus hombres lo miraron perplejo, ¿Que no es suficiente?

La explosión solo creó un crater de 5 metros cuando debió de haber sido por lo menos de 15 a 20, Arthur se preguntó si era por la cantidad de pólvora o por el frasco de arcilla pero descartó el frasco.

Allí mismo comenzó a crear una nueva granada, subiendo y disminuyendo algunos componentes. Cuando terminó la probó y...

*BOOOM*

La explosión fue mayor pero aún así insuficiente, luego de 3 intentos, Arthur había conseguido su granada perfecta.

Cuando la estalló, la gente en Orly quedó tan perpleja por el ruido que la mayoría se arrodilló y comenzó a rezar pensado que era la ira de los dioses. Afortunadamente Arthur se detuvo porque si no habrían llorado pensando en cuales fueron sus pecados.

Arthur miró a sus hombres con una sonrisa.

-Ahora imaginen si lanzamos una de estas a un escuadrón enemigo. De 50 hombres, quedarían al menos 25 ilesos y 10 gravemente heridos. -Explicó.

No hay armadura que pueda defender semejante fuerza. Lo más cercano serían las armaduras de protección Anti bombas de la actualidad pero da la casualidad de que esas no existen aquí, ja, ja, ja.

-La pólvora fue un éxito. André, es tu turno para probar tus habilidades. -Dijo Arthur.

-S- Ajám... ¡Si, señor! -Respondió André.

-¡Todos, buen trabajo! Ahora regresemos a casa.

-Y ahora a bajar la maldita montaña... -Murmuró André.

El maestro carpintero Salas, hermano del cantero Yusuf, se encargaría de ayudar a André con la culata del arma así que Arthur no estaba preocupado por esa parte.