Limerencia +21 © [Bilogia Obsesiones] #PGP2024 | Completa ✔

☆Epilogo☆

Su cuerpo cayó al piso con un estruendoso golpe en seco y me dejé caer al lado de ella con dolor. Mi madre y Anahí, jadearón abrumadas al ver a Isla sobre un gran charco de sangre. Miré a Lenka con lágrimas en los ojos desde el piso...

—Izan... —Lenka pronunció mi nombre con dolor.

Isla espabiló y se hincó a mi lado, apretando la herida que supuraba mi cuerpo con la sangre caliente por el disparo.

—¡Indiana, lo ha herido! —exclamó Isla con dolor.

Pero el disparo en realidad no me dolía, lo que me dolía era ver el cuerpo de Isla maltratado por lo que había vivido en este lugar por mi culpa.

Nunca fui digno de ella, ahora lo entendía. Jamás me perdonaría por todo lo que el amor de mi vida sufrió por haberse enamorado de mí.

—Perdóname por haberte amado tanto —la hice mirarme a los ojos, mientras mi madre y Anahí, me ponían un trapo en la herida para intentar detener la hemorragia —. Yo... quiero que... continúes sin mí, nena.

—¡Auxilio, necesitamos ayuda! —exclamó mi madre con desesperación.

—No, no, no me pidas eso, Izan. Yo te amo, no puedo dejarte, ya no.

—Yo también te amo... pero me duele verte... y ver en tus ojos el infierno que viviste... por que yo te arrastre a esto. —hice un gesto de dolor y mi cuerpo convulsionó un poco.

En mi visión periférica, alcancé a distinguir como los oficiales entraron y rodearon el lugar, apuntándole a la rusa con sus armas.

—Lenka Egorova, quedas detenida por los delitos de tráfico de drogas, prostitución, secuestro, violación, lavado de dinero y homicidio. Levante las manos y suelte el arma. —le ordenó Bruno, quien aún se le notaban los golpes en el rostro.

Tragué saliva con dificultad y escupí un gajo de sangre por la boca, presentía que iba a morir.

—No me puedo ir. Ilian está muy mal herido y yo no podré vivir sin él. —pronunció la rubia malvada, con la mirada perdida puesta en mí.

—Será atendido de inmediato, pero tú irás a un psiquiátrico muy muy lejos de la civilización. —prometió Regina, quien rápidamente dió la orden y otros agentes se llevaron a mi madre, a Anahí y a Isla.

Aunque esta última se negó a dejarme solo.

—Tira el arma, Lenka. —repitió Regina.

—Te espero en el infierno con papá, mi amor. —me sonrió, se puso la pistola en la cabeza y se disparó.