Capítulo 26: El comandante que llora

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El dolor solo nos hace más fuertes.” 

- Capt. Danvers 































Albus sabe que no es una buena persona.

Para mantener el equilibrio y el bienestar de otros no puedes permitirte serlo, la moral y todo lo demás se deben de dejar de lado, en comparación de un bien común más grande.

No quiso tomar tal papel, nació como un señor de la magia y creyó ingenuamente que él mundo estaba en sus pies y de su amante. Ignorando que cada elección que tomamos las consecuencias nos morderán tarde o temprano, nadie escapa de ellas sin importar el tiempo.

Siempre te alcanzan.

Aprendió de ellos a dejar de lado su corazón para que tales errores no vuelvan a ocurrir, y esperará con los brazos abiertos la contribución de sus acciones cuando todo acabe, y pueda descansar en la ira de los cielos.

Cómo el Black que quiso ser diferente de sus despiadados padres, eligió escapar de su sangre y lo que significa, pero no podía escapar de su sangre.

Está lo llama. Lo entendió por eso fue cuidadoso, un día toda esa locura va a explotar y llevarse consigo todo a su alcance, por eso decidió no ayudarlo a salir de ese hogar.

Recuerda ese día con claridad, no se permite sentir desprecio hacia sí mismo, debía asegurar el bienestar de otros, no podía ver otro loco Black suelto.

Y sacrifico a Severus cómo un efecto colateral.

Es un de la casa de las serpientes, sobrevivirá. Pensó en su momento.

Y lo hizo, pero a un alto precio.

Fue responsabilidad de Albus.

Lo condenó a una oscuridad perpetua que lo consume y deshace en lo profundo de su vacío pecho. Albus lo sabe.

Así cómo también condenó a Regulus Black cuando le pidió ayuda y por desconfianza se la negó.

Ahora observando la fecha del juicio que se celebrará en dos días se enfrentó a lo que significa ser el comandante de la luz.

Es un castigo eterno, dónde los remordimientos y vidas arruinadas siempre lo van a perseguir.

Y ahora lo están mordiendo fuertemente.

Perdió el control del jefe de aurores y de Sirius.

El ministro ya no lo escucha en lo más mínimo, y muchos de sus aliados neutros están cada vez más lejos de su alcance.

Si gana el juicio, aunque se le declare inocente no puede tener la custodia de Harry, no lo permitirá. No vendió prácticamente su alma para asegurarse que Harry sea formado como necesita para que la influencia y de seguro rencor de Sirius arruine todo sus planes para el chico.

Debe tomar medidas extremas, no quiere de verdad revelar la relación que tenía Sirius con su hermano pequeño, todos saben lo retorcidos que son la familia Black y nadie quiere al héroe del mundo mágico con una persona que tuvo esos actos pecaminosos.

Albus se hunde en su asiento, su despacho estaba curiosamente sombrío justo cómo su estado de ánimo.

Un sacrificio más, una mancha más a su alma no haré que su carga sea menos pasada y si deber menos necesario.

Solo necesita un solo testigo para ello, tomó un pedazo de papel y su pluma.

"Querido Remus"

Comenzó su carta.













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Leyendo sus planes para el juicio ese día, preparándose a fondo para mañana obtener la victoria, Minerva Con el rostro lleno de ira e indignación le lanza el periódico a su escritorio.

— !Cómo se atreve esa asquerosa mujer a denigrarte de tal forma!.— La ira sale en oleadas de su viejo rostro, detrás Severus con más calma muestra una mueca de desprecio.

Albus preocupado, toma el periódico leyendo la portada, palideció por completo.

Yace todo su pasado expuesto, con lujo de detalles y testimonios con amplitud de cada acontecimiento y sospecha que hubo en su momento más oscuro de su vida.

— No puede ser verdad, ¿Cierto Albus?.— Un disgustado Severus pregunta.

Al joven herido y traicionado Severus que utilizó una y otra vez.

Albus no es tan diferente de Tom a la hora de utilizar a las personas para sus planes, Merlín sabe cuánto le debe a ese niño todo el daño que continúa haciéndole.

Es justo él que hace la pregunta en cuestión, Albus se pregunta hasta cuando le seguirán mordiendo sus elecciones.

Guardó silencio, todos paralizados por el horror por la muda confirmación.

La primera que se rompe es su única amiga, Minerva.

— ¿Qué hiciste Albus, por Merlín?. — Ojos llenos de pena lo miran fijamente.

Siente que es el principio de una caída ruidosa abriéndose paso a todos sus planes.
















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Al día siguiente, Sirius ganó el juicio y obtuvo la custodia total de su ahijado.

Al menos consiguió que el joven Harry permanezca en su hogar no mágico, aunque la custodia se la de Sirius.

Una victoria después de esa arrasadora derrota tras otra.

Quien sea que jala los hilos, sabe de sus pecados, de sus elecciones.

Los usa en su contra.

Siente que esté, es solo el comienzo.

Sus aliados más viejos y leales lo miran con otros ojos, su influencia en el ministerio se sigue manteniendo por cómo escudo contra los magos oscuros, pero dentro de el círculo de la luz, perdió gran parte de sus fichas.

El mundo mágico está furioso por sus acciones y se hace sentir, en medio de sus críticas y aulladores.

Sentado en su despacho, cansado hasta el alma le pregunta al chico que seguía arruinado cada vez.

— ¿Me odiaste alguna vez, Severus?. — La culpa llenando su tono.

— No señor, usted hizo lo que tenía que hacer en cada movimiento del juego. Yo solo soy una pieza más, conozco bien mi lugar. — Le contesta con ojos indiferentes.

Pero Albus sabe en el fondo.

Siempre lo ha odiado.

Y eso está bien, Albus también lo hace.

Pero se levantará del dolor con más fuerza.

Cómo siempre.

Su papal nunca acaba.




Está encadenado.

Con justo las llevará, por el bien común.









Nota: Albus es un personaje muy complejo, me gustó mucho escribirlo.

Es un comandante, no un ser humano decente.

¿Qué piensan ustedes?

Pretend You're ThereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora