XVIII

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Durante el ensayo, una tensión palpable llenaba el aire, y todos los presentes podían sentir esa hostilidad que irradiaba del líder guitarrista y el vocalista. Era evidente para todos que el conflicto emanaba de ambos, aunque solo uno conocía la razón detrás de esta tensión, mientras que otro tenía una sospecha en mente.

— Ghouls, no sé qué problema tengan, pero por favor, deténganse un momento. No queremos que esas malas vibras que traen nos contagien a todos.

— Perdón, Copia, pero creo que ya terminé de ensayar. Me retiraré a descansar —sin esperar respuesta, Sodo dejó su guitarra y se dirigió hacia los camerinos.

Swiss estaba a punto de seguirlo, ya que Sodo lo había estado evitando desde el episodio en el ascensor, y necesitaba hablar con él. Sin embargo, su amiga lo detuvo y lo arrastró a un rincón detrás del telón.

— Mira, Swiss, suelta todo. ¿Qué está pasando? —preguntó la tecladista con cierta molestia—. No te atrevas a decir que no es nada, o juro que lanzo tu guitarra a tu cabeza —amenazó, logrando que Swiss suspirara rendido.

— Sodo descubrió algo de la peor manera posible —respondió Swiss, y Cirrus esperó una explicación más detallada—. Mi ex volvió y me reveló un gran problema que primero necesito discutir con Sodo.

— ¿Por qué estás tan decidido a hablar con Sodo? ¿Eh? —preguntó Cirrus con una sonrisa burlona, ya que había conseguido lo que quería.

— No lo sé, siento que necesito explicárselo a él —rascó su nuca antes de sentarse en una caja detrás de él.

— Idiota, pensé que Aether solo estaba bromeando —Cirrus soltó una risa suave antes de sentarse junto a su amigo—. Pero parece que los rumores son ciertos.

— ¿Qué rumores? —Swiss lo miró sorprendido, y solo recibió una mirada incrédula a cambio—. Por favor, deja de fisgonear en mi cabeza.

— Eres tan tierno, Swiss. Realmente, esto se está volviendo interesante —Cirrus comenzó a reír nuevamente y palmeó el hombro de Swiss—. Bueno, busca a Sodo y explícale lo que necesites. Luego, ven y cuéntamelo a mí. Soy muy curiosa, ya sabes.

— Eres una chismosa —bromeó Swiss, recibiendo una patada de su amiga que lo tiró al suelo—. Bueno, me voy.

— ¡No vuelvo a contarte nada! —gritó Swiss a su amigo que todavía estaba ensayando

Swiss se encaminó hacia el camerino de Sodo con cierto nerviosismo, sintiendo que su corazón comenzaba a latir con rapidez. Se detuvo frente a la puerta por un momento, respiró profundamente y luego golpeó la puerta. Sodo le dio permiso para entrar, y Swiss lo hizo con cautela.

— Ah, eres tú, Swiss —Sodo suspiró mientras se volteaba para mirarse en el espejo—. ¿Qué necesitas?

— Quería saber qué pasó esta mañana, tus ojos...— intentó explicar, pero el menor lo interrumpió.

— Mira, Swiss, no hablemos de eso, por favor. No es importante, fue una tontería. Ya lo he pensado mejor, y creo que solo me asusté ante la idea de dejar de ser tu amante, porque... me encanta lo que hacemos, y no quisiera tener que buscar a alguien más que me satisfaga de la misma manera que tú lo haces —el mayor sintió una punzada en el pecho ante esas palabras—. Pero si quieres terminar nuestro acuerdo, no interferiré en tu relación.

— ¿Qué? No, yo no quiero terminar nada. No sé cómo te enteraste, ni siquiera de qué te enteraste, pero déjame explicarte, ¿está bien? —Swiss pidió, y Sodo asintió con aprobación, mientras se sentaba en la silla de su tocador—. Es mi ex.

Sodo lo miró con impaciencia, dejando en claro que ya sabía eso.

— Comprendo, ya sabes eso. Entonces, iré directo al punto —Swiss se agachó de cuclillas para estar a la altura de Sodo, tomando sus manos, a pesar de la resistencia inicial del menor, Sodo finalmente cedió después de un breve forcejeo—. Sodo, Phantom está embarazado, y es mío.

Hubo un silencio tenso mientras Sodo lo miraba fijamente, como si sus ojos buscaran desesperadamente una señal de que todo era una mentira. Después de unos momentos, Sodo cerró los ojos y suspiró.

— Supongo que primero tendría que decirte: Felicidades —le apretó las manos

—. De verdad, no es como piensas. Créeme, no estoy nada feliz. Es una terrible noticia, esto me fuerza a estar con él de nuevo, pero este amorío contigo es más importante para mí. Soy adicto a ti, Sodo, no puedo dejarte, no quiero y no lo haré. Pero tengo un compromiso con Phantom. —Se levantó sin soltar las manos de Sodo—. Así que, si me lo permites, quisiera seguir siendo tu amante.

Sodo lo miró desde abajo, observando su cuerpo lentamente, pero se detuvo en sus ojos por un momento, antes de desviar la mirada hacia abajo. Por un momento, Swiss pensó haber visto un leve sonrojo en las mejillas de Sodo.

— Está bien, idiota, no tienes que decir tantas palabras. Ya te dije que es algo que también me beneficia a mí, así que dejémoslo así.

— Entonces, ¿estamos bien? — preguntó Swiss nerviosamente, mientras Sodo lo miraba pensativo.

— No — respondió Sodo sin rodeos y se levantó para dirigirse hacia la salida, dejando a Swiss desconcertado por su respuesta — Todavía tengo cuentas pendientes contigo.

— ¿Qué quieres que haga? — preguntó Swiss sin pensar, comenzando a seguir a Sodo.

— Te diré mañana por la noche, en mi habitación, a la hora que tu novio te permita ir — sonrió de manera burlona y salió del camerino, dejando al moreno solo.

Swiss se quedó con una sensación de alivio por haber resuelto las cosas tan fácilmente con Sodo y una gran curiosidad por lo que su pequeño amante tenía planeado. Sonrió con alivio y un toque de felicidad; por un momento, pudo olvidar sus problemas.


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Tienen suerte de que mañana es 16 y se actualiza de nuevo

Tengo una playlist de Spotify en la que voy agregando canciones depende la situación en la que esta la historia, además de canciones que se dedicarían Sodo y Swiss en ese tiempo jajsas entonces ¿quieren que se las pase?

—eyes 


Primera de muchas (Swissxsodo Omergaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora