A Carmen le encantaba imaginar que estaba en un campo repleto de coloridas y aromáticas flores,imaginaba todos los diferentes tipos de flores, todos con sus diferentes tipos de olores y texturas.
Luego tenía que regresar a su horrible cuarto,tan aburrido y tan habido de color.
Era sólo cuando Ricardo llegaba cuando ella podía estar en calma, sin necesidad de imaginar algún campo de flores.Cuando estaba con él, la felicidad la invadía y se podía olvidar hasta de donde estaba.
Si él no llegaba, la invadía una furia demasiado grande.Y así de la pasaba toda la vida en el manicomio, esperando a que llegara Ricardo, a dosificarle sus calmantes.