𝒜𝓃𝓉𝑜𝓁𝑜𝑔í𝒶 𝒹𝑒 𝓊𝓃 𝑒𝑔𝑜í𝓈𝓉𝒶

𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 18: 𝑪𝒍𝒂𝒔𝒊𝒇𝒊𝒄𝒂𝒅𝒐 𝑻 | 𝑲𝒂𝒊𝑺𝒂𝒈𝒊 | 𝑴𝒂𝒕𝒓𝒊𝒎𝒐𝒏𝒊𝒐 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒈𝒍𝒂𝒅𝒐

Alexis Ness, un alfa por naturaleza, se encuentra entrelazado en una intrincada danza del destino con Isagi Yoichi.

Desde compañeros de juegos de la infancia hasta amantes prometidos, sus caminos han estado inexplicablemente unidos, solo para divergir y luego volver a converger en el torbellino de circunstancias conocido como Blue Lock.

Su reencuentro es una vorágine de emociones.

Ness se encuentra lidiando con un cóctel amargo de posesividad, indignación y alarma. Detesta el hecho de que su omega, su compañero predestinado, esté participando en un programa de fútbol, desafiando los cimientos mismos de su futuro anticipado. Además de la confusión, Yoichi parece verse arrastrado a una rivalidad con el propio ídolo de Ness, que parece poseer un interés inesperado en SU omega.

"Yoichi", la voz de Ness se quiebra en el aire helado después de una de sus extenuantes sesiones de práctica. "¿Por qué estás aquí? ¿No entiendes las consecuencias?"

Isagi se limita a ofrecer una sonrisa con los labios apretados, la imagen misma de la resiliencia y la determinación: "Alexis, necesito hacer esto. Para mí, antes de entregarme por completo", respira hondo, conteniendo el desdén. "A ti."

A Ness le resulta difícil comprender esta divergencia entre las acciones de Isagi y sus propias expectativas. Desde el mismo momento en que se presentaron como alfa y omega, Isagi fue suyo. Se lo habían prometido, sus futuros estaban atados por el hilo invisible del destino. Sin embargo, Isagi no se estaba comportando de la manera que Ness había imaginado. Estaba saliendo de los límites de su vida planificada, desafiando las normas y desestabilizando el equilibrio que Ness siempre había esperado.

Ness observa a su prometida, la admiración y la exasperación luchan dentro de él. Yoichi es una paradoja, un desafío, un enigma. Siempre ha sido su propia persona, no está dispuesto a amoldarse a las expectativas de los demás. A pesar de que Ness no puede comprenderlo, está empezando a darse cuenta de que esto es lo que es Yoichi: terco, tenaz y ferozmente independiente.

Poco a poco está sucumbiendo a la comprensión de que es posible que Yoichi nunca se comporte de la manera que él quiere. Sin embargo, hay un trasfondo de aceptación resignada en el corazón de Ness. Sabe, en el fondo, que una vez que termine el viaje surrealista de Blue Lock, Yoichi seguirá honrando la promesa que le hicieron. Todavía unirán sus vidas.

"Bien, Yoichi," concede finalmente Ness, una ola de resignación inunda sus facciones. "Sigue tu camino, pero sabe a dónde perteneces. No importa qué camino desees seguir, siempre has sido y siempre serás mío."

Y con esas palabras, el aire entre ellos cambia. Todavía está cargado, la tensión es tangible, pero hay un acuerdo tácito entre ellos. Yoichi perseguirá sus sueños, y Ness estará allí para apoyarlo, aunque sea a regañadientes.

Su futuro, aunque incierto, tiene una promesa, una promesa de unión... y quizás, aceptación.

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