Half Of Romance

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Akane estaba harto de esas horribles mariposas en su estómago. Ya había tomado tanta agua para ahogarlas que ya no podía comer nada.

Pero cuando veía esos ojos azules no había nada que pudiese hacernen contra de eso, solo fingir y actuar como si nada.

Y es que, ¿quién llegaría a creer que él, Aoi Akane, llegaría a tener sentimientos por alguien más que Ao-chan? Pues si alguien le hubiese dicho algo así en el pasado, él se hubiera reído en su cara. Pero esto ni era el pasado, era el presente que estaba obligado a vivir.

Sentimientos que no eran para cualquier persona. Eran para el príncipe de la escuela, Minamoto Teru, la persona más fastidiosa del mundo entero que, por cierto, tenía un horrible gusto por hacerlo sufrir.

Lo peor de todo era que a ese idiota se le declaraban tan rápido como respiraba. Y él siempre los rechazaba con la excusa de que le gustaba alguien más.

Ya fueron incontables veces en las que le preguntó sobre la chica misteriosa, a lo que siempre fue respondido con evasivas. Por lo menos hasta que le dijo que antes de existía tal chica, pero que ahora sí había alguien que le interesaba.

Genial. A Minamoto Teru le gustaba alguien por quien espera una confesión y él estaba seguro que era su querida Ao-chan.

—¿Y qué si es Akane?-—Le había respondido cuando preguntó por la chica-—. Yo creo que me puedo enamorar de quien quiera.

-—Eres un príncipe loco, Minamoto—-Le había dicho esa vez-—. Puede que para todo Kamome seas guapo e inteligente, pero solo estás mal de la cabeza.

Solo había recibido un par de risas como contestación.

Y desde ese momento comenzó a fastidiarlo con estúpidas competencias para ver quien se quedaba con "la chica", como quien sacaba más puntos en los exámenes o en medio de sus apuestas, o sobre quién terminaba el papeleo primero.

Sintió la mirada del presidente sobre él, volteó a verlo; como le regalaba una de sus sonrisas, no de "Príncipe Loco", sino, de idiota. Se lo devolvió con una mirada cargada de fastidio, pero la retiró a los pocos instantes por ciertos nervios que llegó a sentir al tener a esos ojos sobre él. De todas maneras sintió como no dejaba de mirarlo, tensándose de sobremanera al pensar en un posible escenario de él siendo atacado por un grupo de mokkes asesinos.

Le recorrió un escalofrío por toda su espalda al tener un mal presentimiento sobre las posibles intenciones del exorcista.

—No voy a hacerte nada, Aoi. Deja de comportarte así.—Habló entre un risa el mayor.

Relajó sus hombros y su expresión se endureció cuando se dio cuenta que nuevamente estaba bromeando y molestando lo para su propia diversión.

—Deja de reírte, idiota—Le respondió con un leve sonroso de fastidio por sentir como cayó en su "trampa"—. No pensaría en eso si tú no fueses un masoquista que le encanta verme sufrir.

Escuchó a Teru tararear una melodía que desconocía.

—¿Qué te puedo decir? Tal vez así se te quita lo asqueroso cuando ves a Akane-san. Todas tus reacciones son extrañas y eso viniendo de una persona a derecha, seria y respetable, Aoi.

Chasqueó la lengua y trató de no prestarle atención, pero Minamoto le volvió a regalar una sonrisa, pero junto con algún sentimiento o pensamiento por detrás, indescifrable para el chico. Akane solo pensó en ignorarlo y escribir sus informes sobre el festival cultural que se avecinaba.

"Tristemente eres guapo." Pensó mientras buscaba una engrapadora en el estante "Tu cara me distrae mucho, idiota, deja de verme como si te importara."

Lo miró de reojo, topándose con que el rubio lo está a observando. Sus miradas se chocaron por apenas unos segundos, pero no suficientes como para cohibirlos en seguir con alguna broma o conversación.

El pelirrojo se sonrojó de sobremanera, adquiriendo una expresión muy parecida a el nerviosismo y la felicidad, sin siquiera saber porqué se sentía de esa manera. Se dio la vuelta sin mediar palabra.

Esa tarde iba a ser muy tranquila. Lo bastante como para hacer que el vicepresidente quiera ser molestado por el presidente.

Eso no iba a suceder, por obviedad, porque el mayor ya tenía un problema en mente: el organizar su cabeza por el desastre que le había hecho esa mínima interacción.

Akane solo tenía una cosa en claro: cuando se lo proponía, el presidente Minamoto podía llegar a ser lindo sin que pareciera un tonto.

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-750 palabras

-Esto forma parte de mi pequeña colección Terukane "T&T", que sólo consta de 5 historias tipo Drabble.

-Esto es narrado como si fuese el punto de vista de mi misterio favorito, osea que es como la contra parte de "Half Human".

Espero que les haya gustado y gracias por haber leído mi intento de fic.

Me apoyarían mucho si comentaran mi historia, la compartieran o le den una estrellita.

¡Muchas Gracias!

-Misaki K.

Mad Prince [Teru/Akane]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora