La lluvia caía sin piedad, golpeando el suelo y formando charcos que reflejaban la luz tenue de la luna. El edificio abandonado se alzaba como un espectro sombrío en medio de la noche, y el silencio se extendía por los alrededores como un manto de oscuridad. Steve Rogers, avanzaba con paso firme, su escudo sujeto con fuerza en su brazo, seguido de cerca por su leal amigo, Bucky Barnes. La base parecía un lugar lúgubre y siniestro, con ventanas rotas y paredes deterioradas.
Habían estado siguiendo una pista durante años, una pista que finalmente los había llevado hasta este lugar, un lugar que Steve había temido visitar desde que comenzó su búsqueda desesperada. Hydra, la organización malévola que había causado tanto sufrimiento en el mundo, había secuestrado a su hija, Sarah. Durante años, habían mantenido a Sarah en un lugar desconocido, sometiéndola a torturas inimaginables para obtener información sobre los secretos de su padre.
Pero Steve no había cesado en su búsqueda. Había jurado que encontraría a su hija y que Hydra pagaría por cada lágrima derramada por ella. Bucky lo había acompañado en cada paso del camino, enfrentando peligros innumerables, y ahora estaban aquí, en la guarida del enemigo, listos para enfrentar lo que fuera necesario para recuperar a Sarah.
Los pensamientos de Steve eran un torbellino de emociones mientras avanzaba. Cada paso lo acercaba más a la posibilidad de reunirse con su hija, pero también a la horrible incertidumbre de lo que podría encontrar. Se repetía a sí mismo una y otra vez que debía mantener la calma, que no podía permitirse desmoronarse ahora.
Bucky caminaba a su lado, con el ceño fruncido y la mirada fija en el horizonte. Compartían un vínculo de camaradería y complicidad que se había forjado en las batallas más duras. Sabía que Steve necesitaba su apoyo más que nunca, y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ayudar a su amigo a recuperar a su hija.
Steve y Bucky avanzaban por los pasillos oscuros y empapados, el eco de sus botas golpeando el suelo era el único sonido que se podía escuchar. Sus trajes, ya desgarrados y manchados de sangre, eran un testimonio de los combates que habían librado en su camino hasta aquí. Sus rostros estaban serios y la tensión era palpable.
Las luces tenues y parpadeantes dejaban ver muebles rotos, cadenas oxidadas y manchas de sangre reseca en las paredes. Sus corazones latían con fuerza, el nerviosismo y la esperanza se entrelazaban en sus mentes. Rogers sintió un nudo en el estómago mientras avanzaban. Cada paso los acercaba más al corazón de la base y, posiblemente, a la verdad sobre la desaparición de su hija.
Un sollozo débil se filtró por el aire húmedo, como un eco de desesperación que rompió el silencio opresivo. Steve y Bucky se miraron, sus miradas hablaron más que mil palabras, compartiendo una mezcla de miedo y esperanza. Ambos aceleraron el paso, sabían que estaban cerca.
Giraron una esquina y se encontraron frente a una puerta de acero. Steve hizo una seña a Bucky para que se preparara mientras él empujaba la puerta con cuidado. La puerta se abrió, y lo que vieron a continuación los dejó sin aliento. La habitación que se reveló ante ellos era un horror indescriptible. Las paredes estaban manchadas de sangre, cadenas colgaban del techo, y el olor a miedo y sufrimiento impregnaba el aire.
En el rincón de la sala, rodeada de oscuridad y desesperación, Sarah yacía en el suelo, con el pelo largo y desaliñado. Su ropa estaba hecha jirones, y los moratones y heridas cubrían su piel. Y aunque su rostro estaba irreconocible debido a las heridas, Rogers supo de inmediato que era su hija.
"¡Sarah!", gritó Rogers, con el corazón en la garganta, dejó caer su escudo y salió corriendo hacía ella. Se arrodilló junto a su hija y la ayudó a incorporarse. Bucky lo siguió de cerca, conmocionado por la visión de la tortura y el sufrimiento que Sarah había soportado.
Sarah abrió los ojos débilmente, estaban hundidos y llenos de miedo, pero reconoció a su padre al instante. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas mientras balbuceaba: "Papá..."
Las lágrimas llenaron los ojos de Steve mientras se inclinaba para abrazar a su hija con cuidado, mientras apretaba fuerte los ojos. El cuerpo frágil de Sarah se hundió en sus brazos, buscando el consuelo y la seguridad que solo su padre podía ofrecerle. Bucky, observando la conmovedora escena, no pudo evitar sentir un nudo en la garganta mientras recordaba su propia experiencia con Hydra y las torturas que había sufrido en manos de la organización, sabía cuánto significaba para Rogers haber encontrado a su hija después de tanto sufrimiento.
"Pensé... pensé que nunca me encontraríais..." logró decir Sarah, sus palabras llenas de agotamiento y alivio, su rostro mostraba la debilidad de años de sufrimiento.
Steve, sintió como se le partía el corazón al escuchar esas palabras, solo imaginarse todo lo que había sufrido su hija ya le destrozaba lo suficiente. Después de liberarla con suavidad de su abrazo, dirigió su mirada a los ojos apagados de su hija.
"Nunca dejé de buscarte, y nunca dejaría de buscarte, lo sabes, ¿verdad?" le dijo a Sarah, sosteniendo la mirada fijamente mientras la niña asentía lentamente.
Con sumo cuidado, sus manos se deslizaron hacia la cabeza de la niña, cuya fragilidad apenas le permitía mantenerla erguida por sí misma. En un gesto cargado de ternura, depositó un beso dulce y delicado en su frente. Sarah, después de todos esos años de tortura se sintió protegida por fin y sonrió dulcemente.
Bucky observaba la conmovedora reunión con un nudo en la garganta. Había estado al lado de Steve en innumerables batallas, pero nunca había visto a su amigo tan vulnerable.
"Ahora vamos a sacarte de aquí" dijo Steve mientras comenzaba a desatar las cadenas que la habían mantenido prisionera durante tanto tiempo. Bucky se acercó más para ayudar a Steve con las cadenas, hizo contacto visual con Sarah y sonrió suavemente a la chica, intentando recomfortarla, y está le respondió igualmente.
Una vez que Sarah quedó libre de las cadenas, Steve la levantó con cuidado en sus brazos, como si temiera quebrarla.Sarah se aferró débilmente a la camisa de su padre, como si temiera que desapareciera si lo soltaba. Steve apretó los dientes con furia contenida al imaginar el sufrimiento que su hija había soportado en manos de Hydra. Bucky les indicó el camino hacia la salida, manteniéndose alerta.
Mientras caminaban juntos hacia la salida, Bucky tomó la mano de Sarah con ternura, acariciándola suavemente en un intento por tranquilizarla. Era como su sobrina prácticamente, y él que conocía muy bien Hydra, no podía parar de pensar por todo lo que la habrían hecho pasar esos monstruos.
Era hora de dejar atrás aquel lugar de pesadilla y llevar a Sarah a casa. La lluvia continuaba cayendo implacablemente, como lágrimas del cielo que compartían el dolor.
Una vez dentro del Quinjet, Bucky tomó el asiento del piloto y comenzó a realizar las comprobaciones necesarias. Steve se sentó en un asiento, colocando a Sarah al lado suyo y rodeándola con un abrazo reconfortante, su mirada reflejaba la preocupación y el alivio de tener a su hija a salvo en sus brazos.
Soltó un suspiro de alivio mientras se colocaba un mechón de pelo para atrás. Se inclinó un poco para que Sarah pudiera apoyar su cabeza en su pecho. La joven se acurrucó, buscando el consuelo y la seguridad que solo su padre podía ofrecerle.
La nave se elevó en el aire, dejando atrás el lugar de pesadilla donde Sarah había sufrido tanto. La lluvia continuaba cayendo afuera, pero dentro de la nave, una chispa de esperanza brillaba en medio de la oscuridad.
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gracias por leerlo!
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I NEED A FATHER
Fanfictionone shots de daddy issues para la gente que necesite una figura paternal haré one shots de diferentes personajes, acepto peticiones o pedidos espero que os guste :)