Lilibeth: ese era tu nombre.
Las enfermeras estaban felices por tu llegada, el doctor Robert también. Todo el mundo hablaba sobre ti, no fue difícil escuchar tu nombre entre el montón de palabras.
Siempre llegabas a la misma hora y te sentabas en el mismo sitio, tus acompañantes nunca se despegaban de ti. Pasaba los minutos esperando que te dejaran sola, era demasiado tímido como para atreverme a hablarte con ellas ahí, con mi madre mirándome.
Solo quería acercarme.
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El príncipe que no tuvo su final feliz © ✔️ (M #0)
Short StoryLos cuentos de hadas siempre tienen un final feliz. El príncipe encuentra a su princesa y la lleva en su corcel blanco a ver el amanecer por el resto de sus vidas. Pero ¿cuánto dura una vida? ¿Cien años o un día? No tuvo que luchar con dragones ni e...