La familia de Scorpius

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Cuando Harry puso su cabeza en orden y actualizó sus prioridades, juntó todo el valor del cual era poseedor y envío una carta a Draco pidiendo reunirse para hablar sobre Scorpius, cuando lo hizo pensó en dos cosas, la primera, que su carta jamás sería respondida y Draco lo ignoraría impidiéndole ver a su hijo hasta el fin de los tiempos, la segunda, que entraría por su chimenea a maldecirlo, pero jamás pudo vislumbrar que llegaría a su casa tocando la puerta y de la mano de su esposa.

Odió verlos llegar de la mano, odió que él fuera tan caballeroso con ella, odió ver lo felices que eran juntos y lo emocionados que estaban por la llegada de su bebé, odió ver la apenas pequeña panza de Astoria y como ella resplandecia, pero luego un sentimiento llenó su mente, era así como ella se veía cargando a su hijo.

-¿Entonces..?- preguntó Draco al ver qué Harry se quedó embobado viendo el vientre abultado de su esposa

-Si yo- se aclaró la garganta, sentía que las manos le sudaban- quiero ver a Scorpius- la sutileza no era lo suyo.

La risa de Draco le hizo fruncir el entrecejo.

-Si claro, dile que eres su padre y arruina todo lo que el cree porque ser Gryffindorks impulsivos es la mejor opción.

-Sé que hay una forma de hacerlo, pero quiero dejar en claro que quiero formar parte de la vida de mi hijo, me he perdido todo este tiempo.

Pensó en que jamás pudo escuchar a Scorpius decir sus primeras palabras, ver sus primeros pasos, enseñarle a montar una escoba, contarle cuentos antes de dormir, se había perdido los primeros años en la vida de su hijo y lo lamentaba enormemente.

Notó que la pareja frente a él intercambiaban miradas, se preguntó el nivel de complicidad que tenían para tener una conversación silenciosa apenas con gestos sutiles.

-Scorpius vió una de las copias del profeta y ahora está...intrigado por saber quién eres- comprobó que Astoria pasaba mucho tiempo con Narcissa porque esa sonrisa fría que no era más que una advertencia no pudo aprenderla de ningún otro lugar más que de Narcissa Malfoy- pero debemos manejarlo poco a poco, no puedes llegar a decirle que eres su padre, sería un shock muy grande para él.

-Lo sé, lo sé, solo quiero conocerlo, ser parte de su vida, que me llame papá y decirle cuánto lo amo- un resoplido de risa por parte del rubio le valió en golpe suave en el brazo cortesía de la mujer.

-¿Lo amas? ni siquiera lo conoces

-No es necesario, es mi hijo y lo amo

Ahora ambos se comportaban igual que en Hogwarts y Tori pudo notarlo, los dos hombres parecían listos para sacar las varitas y enfrentarse a un duelo, pero al igual que Hogwarts, ella sabía que existía una química que no se podía negar, incluso en sus movimientos, parecían el reflejo del otro, se coordinaban sin siquiera proponérselo, como si estuvieran en alguna especie de baile, le dolió saber que con Harry parecía tan natural hasta pelear mientras que con ella le tomó tiempo tener esa química

-Que tenga tus malditos genes lo hace tu hijo

-Sino lo conocí antes fue por tu maldita culpa

-¿Ahora yo soy el culpable? ¡tú fuiste el jodido mentiroso infiel que la cagó!

-¿Entonces ahora sí te duele?

-Quisieras, solo quiero que tengas en cuenta que todo lo que está pasando es tu culpa y de nadie más.

-¡Eso ya lo sé!, no hay día en que no me arrepienta de lo que hice, fui un jodido cobarde y no sabes cuánto me arrepiento de perderte, ahora mismo estaría ocupando tu lugar- apuntó hacia Astoria porque, si había algo que Harry no tenía, era padres y vergüenza- sería Harry Malfoy y estaríamos cuidando de nuestro hijo juntos.

-¿Acabaste?- ahora Draco estaba frente Astoria, dispuesto a protegerla de todo.

-Draco- la mujer besó suavemente su mejilla calmando lo, hace años que su esposo no reaccionaba tan temperamental, pero suponía que era obra del niño que vivió- pelear no arregla nada, caballeros- Astoria se levantó solo para tomar asiento junto a Harry, buscó sus manos y las tomó timida- hace una semana te odiaba- confesó- parecías una amenaza a mi familia, pero ahora, solo quiero que nos llevemos bien por el bien de nuestro hijo, porque puede que al inicio solo fuera una madre sustituta, pero yo crié a ese niño, Harry y lo amo tanto como tú o Draco lo hacen, ¿puedes entender eso?

¿Por qué no solo podía odiarla y arrebatarle todo? ¿Por qué tenía que ser tan linda y actuar tan madura?, todo sería más fácil si actuara como la villana, pero tenía que estar ahí, con su rostro angelical y palabras suaves enamorando más al amor de si vida.

-Lo entiendo- respondió al fin

-Bien, entonces podemos hablarle de ti a Scorpius, que te conozca, no como su padre, sino como Harry, después vendrá lo demás.

-Tori...

-No, Drake- Harry se irritó por el apodo, algo más que agregar a las cosas que dolían- nuestro niño es muy inteligente y en algún punto lo descubriría y entonces si, nos odiará, así que, necesito que ustedes dos, enemigos mortales...

-¡No es mi enemigo mortal, apenas y es un conocido!

-¡Yo no lo odio para que sea un enemigo!

Astoria puso los ojos en blanco, ¿cómo los soportaban los maestros?

-Como decía, necesito que se lleven bien, por Scorpius, sin palabras molestas ni provocaciones, Draco, y Harry, nada de decirle a mi esposo casa cinco minutos que lo amas o sientes haber sido un idiota con él ¿hecho?

-Si Potty puede, yo también, no me ganará- sonrió el rubio con aquella sonrisa socarrona que ponía a temblar las piernas del azabache

-Si el amor de mi vida lo hace, yo también- lo dijo divertido ganándose una risa por parte de Astoria provocando que el rubio rodara los ojos.

-¡Mi esposa dijo que sin declaraciones de amor!

-¡También dijo que sin provocaciones!

-¡"Potty" es un apodo tierno!

-¡"Amor de mi vida" es solo para irritarte!

Astoria tuvo que hacer uso de ese elegante hechizo que les cerraba la boca, literal, porque de lo contrario, terminaría orinandose de la risa.

-Por Circe, son tan insoportables- suspiró con las mejillas rosadas haciendo que Draco se derritiera de amor en ese momento por ella, le parecía tan tierna. Harry también notó la expresión del rubio y suspiró rendido, jamás tendría oportunidad con Astoria presente y tampoco podía hacerle nada, ella era genial, podía ver porque se había ganado el corazón de Draco y se dijo que estaba bien, que al menos, en algún punto, podían ser amigos otra vez y eso era mejor que nada.

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