♡ El amor es un sentimiento imposible de ocultar, incluso las personas sin corazón pueden sentirlo, siendo este el caso de Takeo, un joven con grandes rasgos humanoides, más específicamente los de un tipo de serpiente.
Takeo tiene una maldición de...
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En el libro de leyes de aquel pequeño lugar en un apartado pueblo de Japón dictaba claramente unas normas y reglas que debían de cumplirse al pie de la letra, pero entre tantas páginas y páginas llenas de números y letras una de esas tantas normas se encontraba resaltada con lo que parecía ser tita color rojo, aquella norma hablaba sobre unos "Suin" Esta decía sin rodeo alguno...
"Todo hombre detectado Suin sea mayor o menor de edad será ejecutado ante la ley si se llega a descubrir habitando sobre estas tierras."
AMOR SIN ESPECIE- capítulo 1
Veneno
Este pueblo tenía algo en contra de los hombres con rasgos animales debido al pasado tan oscuro que este ocultaba con relación a esta especie tan rara de encontrar viva por esos lugares, mala suerte para Takeo Hiroshi, un joven Suin.
Este muchacho tenía una especie de gen animal en la sangre, esto sería normal en cualquier híbrido, sin embargo, Takeo ante la presencia de luna roja navegando por los cielos estrellados cambiaba drásticamente su apariencia física y actitud fría por una relativamente agresiva, llegando a asimilarse a un animal salvaje.
Por ejemplo, con el primer destello de luna, el chico empezaba a sentir un montón de agujas atravesando su carne, era un dolor insoportable sentir como su piel comenzaba a ser llenada de agujeros, y sin siquiera dejar de sentir ese malestar, una especie de cola escamosa color blanca empezaba a salir en la parte baja de la espalda de Takeo, y unos afilados colmillos salían de sus dientes, empezando a tener deseos de devorar... devorar carne humana.
Por esta razón, cada luna roja, Takeo se veía obligado a ocultarse, teniendo como único escondite un lugar apartado de la civilización entre montañas y miles de árboles, pero verdaderamente no lo hacía por los humanos, lo hacía por el, él era lo único que mínimamente le importaba...
Sus padres habían fallecido cuando él apenas tenía cinco años en una casería de arco y flecha debido a un error del pequeño, y gracias a esto, Takeo creció con un trauma que controlaba totalmente su mente, la cual lo forzaba a recordar cada minuto, cada detalle de aquel trágico día en el cual su vida había cambiado.
Pero ya sabemos que no todos los humanos son controlados por prejuicios y odio hacia ciertas personas, y por eso, Takeo solamente interactuaba con un muchacho de su edad de nombre Kunn, se podría decir que era su único compañero en el mundo entero, ya que este lo había acompañado durante 23 años en números humanos.
Takeo se consideraba una especie de aberración ante los ojos incorrectos, pero a los ojos de Kunn, era como uno más del montón, una persona completamente normal con la que podía seguir conviviendo sin importar su "situación" Y esta amistad hubiera seguido durante siglos, pero como no todo siempre es de color rosa, Kunn por razones personales se vio en la obligación de salir del pueblo para formar una nueva vida a las afueras de Japón, más específicamente en Busan, dejando de nuevo a Takeo dentro de un vacío desolador.
