Érase una vez en el corazón de Francia, un joven y apuesto príncipe que vivía en un hermoso castillo
Aunque tenía todo lo que deseaba su corazón, el príncipe era egoísta y arrogante, cobraba al pueblo para llenar su castillo con los objetos más hermosos y sus fiestas, con la gente más hermosa
Pero una noche, una inesperada intrusa llegó al castillo, buscando refugio de la helada tormenta, como obsequio, ofreció al príncipe una sola rosa, en desprecio, por su aspecto andrajoso, el príncipe rechazo a la mujer, pero ella le advirtió que no se dejará engañar por las apariencias, pues la belleza se haya en el interior
Cuando la volvió a rechazar, la apariencia externa de la anciana se disolvió, revelando a una hermosa mujer desconocida
El príncipe le suplicó su perdón, pero era demasiado tarde para lamentos, ella había visto que no había amor en su corazón y como castigo lo transformó en una horrenda bestia, todo el castillo junto a todo aquel que vivía ahí, fue condenado a vivir bajo el hechizo
Los días se convirtieron en años y el mundo olvido al príncipe y a sus sirvientes, pues la mujer había borrado todo recuerdo de ellos de la mente de sus seres amados, más la Rosa que había ofrecido, en realidad era el centro de todo el encanto, si él aprendía amar a alguien y también obtenía su amor antes de que cayera el último pétalo, el hechizo se rompería, sino, sería condenado a vivir como una bestia por toda la eternidad
Con el paso de los años, se decepcionó y perdió toda esperanza, ¿pues quién podría aprender a amar a una bestia?
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—¡Giyuu! Donde estabas? —aquella voz no era de ni más ni menos que el mismo Sabito
—Solo salí un momento para conseguir un libro, no es tan grave —Giyuu Tomioka era un joven de ojos azules como dos mares, piel blanca y cabello negro, mientras que su hermano mayor, Sabito, tenía cabello color melocotón
Tomioka era alguien serio y reservado con los demás, pero su hermano, Sabito, era el único quién podía sacarle una sonrisa
—estuve por toda la aldea buscandote, ¿no puedes quedarte quieto un momento? —Tomioka caminaba tranquilamente con ese libro en manos entre la gente, mientras que Sabito intentaba alcanzarlo
Una vez apartada toda la gente, Sabito le siguió el paso aquel joven a quién estaba obligado a llamar "hermano menor"
—¿no te cansas de caminar tanto? Ni siquiera estas viendo hacia donde vas!
—cálmate, si estoy viendo a donde voy, mira, llegamos a nuestro hogar —Sabito quedo en silencio unos segundos, apretó los dientes y puso sus ojos en blanco
—a veces creo que tú eres mi condena de muerte..
El hogar de estos dos hermanos tenía un pequeño jardín, pero también tenían un tipo de granja después de la puerta trasera, pero eso no era importante, sino lo que había dentro de la casa, habían cuadros con retratos de su familia, de sus padres los cuáles habían muerto, pero la razón de esta sólo la sabía Sabito y no Giyuu
—El señor Ubuyashiki tenía nuevos libros, quería ir a ver, además tenía que devolver unos también —El mayor buscaba algo en la cocina para el desayuno, pero notó la ausencia del último ingrediente
—bien, tanto amor tienes por salir, ¿podrías ir al mercado a traer cilantro? Es lo único que no cosechamos
—Lo que usted diga, jefe —Bromeó, pero cuando estaba a punto de salir, miro al otro hombre con una sonrisa —Sabito —Lo llamó, él hombre volteó con una ceja levantada —yo también te quiero, hermanito —Cerró la puerta yéndose, Sabito solo río suave, nunca se cansaría de la actitud del ojiazul