fuck ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂

Paciencia

¿Por qué había decidido aceptar estar dos horas con las chicas porque ya no tenía más clases?

Ahora tengo que aguantarme a Sana en la cancha, la directora me dijo que debía estar ahí con las estudiantes para estudiar como era Minatozaki y no entiendo por qué justo a mí me dijo que lo hiciera, alguna parte de mi siente que Mina es la causante de ello, lleva días intentando que hablemos de forma mas cordial pero es inevitable no insultarnos cada dos por tres o por lo menos mirarnos mal cada que nuestras miradas se unen.

No puedo evitar que me caiga mal, es que hace lo suficiente como para que yo ni siquiera quiera mirarla a los ojos cuando habla, a veces la saludo solo por ser educada pero si fuera por mí no la miraría ni al pasar a su lado, somos dos personas totalmente diferentes no estamos de acuerdo con nada de lo que nos plantea la vida cada que estamos cerca.

E intentando pensar en algunas cosas que podrían ayudarnos a no mirarnos el problema es que ahora por cualquier cosa nos vemos como ahora que ayuda a las chicas a hacer sentadillas correctamente, ninguna le está prestando atención ya que el uniforme que trajo no deja nada a la imaginación, de seguro si fuera alguna de mis compañeras de trabajo estaría viéndola con ganas de hacer todo, es obvio que Nayeon estaría babeando, Jihyo estudiando el por qué es tan guapa y Dahyun super sonrojada por lo que ve.

Esas mujeres no tienen la fortaleza que tengo yo, cualquier persona que venga con ese estilo, o sea creyéndose lo mejor de lo mejor, simplemente los aparto porque no estoy para eso, no tengo tiempo ni quiero tenerlo.

Así que si puede que esa sea una de las razones por las cuales Sana me cae tan mal al punto en el que su sola presencia perturba mi hermoso día en el cual yo debería estar ahora mismo disfrutando de un baño de agua tibia en la tina de mi baño escuchando música con una cerveza en la mano y en la otra intentando cambiar de canción, es la mejor sensación del mundo, sentiría todos mis músculos tranquilos y estaría tan bien que de seguro me dormiría del hermoso placer que estaría viviendo.

Por lástima, estoy aquí viendo a unas chicas que parecen perros cuando se les acerca un trozo de carne el cual no se pueden comer, volteando la cabeza de un lado a otro detrás del cuerpo de una mujer que es obvio que se da cuenta de que las miradas son para ella, que horror la gente así, es que no se siente ni incómoda parece disfrutar que todo el mundo la vea como si fuera un trozo de comida super delicioso, como toda una...

Prefiero ni pensarlo no quiero que esas palabras estén en mi cabeza porque no le hacen bien a nadie, además mi apoyo hacia las mujeres me lo impide.

"¡Cuidado!". Escucho gritos y luego el impacto de una pelota justo en mi cabeza, me quejo y subo la mirada, sabía que Sana era una idiota pero no al punto en el que actúe como una niña de seis años que cuando no le prestan atención comienza a hacer pataletas.

"Eres una hija de p-". Al darme cuenta en donde estoy y los pares de ojos que me miraban como si hubiera dicho la cosa más horrible del mundo, aprieto los labios y le devuelvo el balón con tanta fuerza que le cuesta agarrarlo. "Una hija del espíritu Santo, muchas gracias por enseñarles a lanzar el balón a las chicas". Levanto el pulgar y sonrío, se ríe como si fuera gracioso que ahora me duela la cabeza, llevo una mano a esta y gruño, la paciencia que tengo a veces tiene que ser premiado, de seguro tendría un premio Nobel de la paz si supieran la gran azaña que acabo de hacer.

Maldita idiota, pasa por mi cabeza una y otra vez ese pensamiento, la quiero matar, me encantaría hacerlo con mis propias manos y ver como su vida pasa por sus ojos mientras la...

Suelto un suspiro, necesito un momento para mí sola porque si sigo así me va a dar algo, ya no tengo paz y los pensamientos que tengo últimamente se vuelven cada vez más dirigidos hacia Sana y no de la mejor manera posible, más bien la quiero extrangular.

"Tzuyu". Volteo a ver a Nayeon y me golpeo la frente, lo que me faltaba. Tener a una mujer excesivamente obsesionada con la anatomía femenina y no precisamente por ser profesora de eso. "¿Qué haces aquí?". Tomo un poco de agua.

"Un favor a la directora". Está aguantando la risa lo puedo ver en lo roja que se está poniendo por aguantar la respiración. "La detesto, Nayeon". Me mira y yo la miro. "No la aguanto y me desespera que esté aquí".

"Te caía bien Jeongyeon". Quisiera negar pero es la verdad. "¿Por qué Sana no?". Bajo la mirada al suelo.

"No tengo ni la menor idea". Digo con rapidez. He intentado analizar el por qué me cae tan mal pero llego a la misma conclusión de siempre.

Es que es insoportable.

"¿Segura?". Nos volvemos a mirar y suspiro, ya sé que quiere llegar a ese punto en el que tengo que contestarle pero no lo haré. "Tal vez te recuerde a...". Le pongo la mano en la boca y la miro mal, esa persona está borrada de mi vida así que no debería estar hablando de ella.

"Solo me recuerda el odio que le tengo a las personas como ella". Digo y desvío la mirada al juego, ahora está trotando, las chicas parecen haber visto a la mujer más perfecta correr en cámara lenta como si esto fuera la típica película de salvavidas.

"El problema es que es igual a ella". La miro de reojo sin decir nada. "En todo". Aprieto los dientes intentando no pensar en eso, tengo que sacarmelo de la cabeza sea como sea, porque ahora me doy cada vez más cuenta de que es la verdad es como si fueran dos gotas de agua incluso hasta la manera en la que nos conocimos.

"Hay veces en las que es mejor oídos sordos y cerrar los ojos". Decir aquello hace que me sienta mal, porque eso no lo decía yo.

Siento la mano de Nayeon tocar mi trasero y dar leves golpecitos.

"Cuando uno consuela es más arriba, Im". Sube la mano de inmediato y me rio. "Hay que ver que siempre encuentras la oportunidad". Se encoge de hombros y sonríe dejándose a relucir esos dientes de conejo tan característicos.

"Nunca desaproveches ninguna oportunidad". Asiento. "Por ejemplo yo con los traseros y Mina con ver pechos". Suelto una carcajada, eso sí que es verdad tiene cierta obsesión con eso.

"¿Recuerdas la vez en la que se quedó viendo tanto a Jihyo que llegó un punto en el que se subió el brasier y se las enseñó directo?". Fue de las cosas más graciosa y absurdas que han pasado en nuestras salidas aunque tengo que admitir que era imposible no verlas con el diminuto bikini que se había comprado.

"Todas aprovechamos el momento". Nayeon me mira estando muy de acuerdo. "Hay que salir, extraño esos momentos en los que la pasábamos juntas". Suspiro, debido al trabajo, noviazgos o cualquier otra cosa nos hemos distanciado y solo hablamos en el trabajo, llevamos meses sin hablar por el chat grupal que teníamos solo lo hacemos en el de trabajo y no se siente bien es como si me hubiera quedado sin amigas por un largo rato y se volvieron mis compañeras de trabajo.

"Acepto". Aplaude. "Quiero un día en el que la pasemos juntas como antes, en la piscina o en el spa". Una vez en el spa nos sacaron porque no entendimos muy bien de que teníamos que llevar ropa interior, fue tan gracioso pero tan humillante que no volvimos a pisar el establecimiento.

"Sobre todo antes del evento". Todos los años se hace un evento benéfico en la escuela, hay diferentes juegos y ventas de todo tipo, lo hacemos para donar todo lo recaudado a cualquier fundación, esta vez toca en la que yo soy voluntario, los animales merecen todo nuestro amor y eso es lo que le daremos.

"¿Es en dos semanas?". Pregunta y yo le respondo con un sonido. "¿Sabes que como eres la encargada vas a tener que aguantar a Sana?". Otra pregunta que sabe que me incómoda. Es Im Nayeon si no hace esas preguntas no es ella.

"Haré todo lo posible para que salga bien, esto no es por mi es por los animalitos sin hog-". Otro balonazo, lo agarro y con todas mis fuerzas de lo lanzo directo en el estómago, al ver que cae al suelo y chilla, sonrío. "Como dije, por los perritos sin hogar". Ahora si me siento más que contenga.