22: Promesa.

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7 años atrás.

¡Levántate, maldita sea! —dice enfurecido Dongsun y le propina una patada en el estómago a su sobrino. Se agacha, agarra sus cabellos con fuerza y al observar sus lágrimas, la rabia puede más con él y termina golpeando su rostro de nuevo, la sangre salpica el suelo y escucha sus lamentables lloriqueos.

El omega sumergido en sus pensamientos, abraza su abdomen y llora en silencio al no tener la suficiente fuerza para levantarse, había perdido la noción del tiempo, los meses en que ha estado encerrado en ese sótano donde la única luz que recibía, era por una pequeña ventana que lo sumergían en la completa desesperación. Encadenado y durmiendo en una vieja colcha, a la espera de que su tío le diera las sobras de la comida para poder mantenerse con vida, lo terminaron devastando.

—¡Felix, no tengo la puta paciencia! —empuña su mano para golpearlo, pero se detiene cuando su delgado cuerpo empieza a levantarse, su palma se soporta en la pared para dar el primer paso y sonríe cuando detalla su mirada violeta llena de odio. Era un omega precioso, sin duda alguna...

—Vamos a ir a un evento, hay alguien que te quiere ver —se relame los labios seductoramente ante el menor y toca su cuello con sus dedos carrasposos, Felix se aleja y hace una expresión de desagrado al sentir su frío contacto—. Quién lo diría... que esos ojos violeta fueran la maldición de los Bang —susurra en su oído y no recibe una respuesta por parte de él.

Hacía meses que no escuchaba la voz de Felix, por más golpes y castigos que le haya impuesto, no funcionaban, el omega no podía decir ni una sola palabra, es como si se hubiera quedado mudo, pero eso no importaba, el plan se estaba llevando a cabo, tal y como lo pidió ese hombre, mientras estuviera vivo, no habría problemas, pero había sido una lástima que su hermana Hyejin, prefirió abandonar su misión cuando se supo cuál era la finalidad de su trabajo, era eliminar a Chan.

Dongsun agarra con fuerza su brazo, pero el menor empieza a resistirse, intenta golpearlo y cuando se iba a voltear, empuja al omega rudamente contra la pared, observa como corre con su pie herido hasta esconderse detrás de un viejo mueble, y levanta una ceja cuando camina hacia su dirección, se fija como sus pequeñas manos tapan su boca desesperado mientras lloraba asustado y no puede evitar sonreír ante su expresión.

—Nunca podrás golpear a un alpha —se agacha hasta quedar al frente de su rostro y se ríe descaradamente—. Recuerda que eres un omega, y los omegas, son débiles y solo servirán para abrir las piernas y dar crías, para nada más —ladea su rostro con cinismo y con su dedo pulgar, seca alguna de sus lágrimas, continúa desplazando su mano hasta que acaricia su cabellera, la agarra con fuerza, se levanta y lo arrastra de sus cabellos por el piso hasta llegar a las escaleras.

Los gritos de Felix se vuelven irritantes y cuando lo suelta en el primer piso delante de sus dos hijos, sus miradas se fijan en el omega como una carnada fresca, lista para jugar de nuevo con ellos.

—Ustedes se van a quedar aquí, me iré con Felix a la ciudad —comenta el alpha y ellos asienten con una risa macabra cuando ven como el menor trata de levantarse a pesar de que tenía el tobillo hinchado por la vez que lo golpearon con un bate.

—Si quieres lo podemos ayudar a bañarse —murmura su hijo mayor con un brillo en sus ojos. Se dirige hacia el omega y Felix camina hacia atrás cojeando—. No se lo voy a meter o tal vez sí...

El omega estaba aterrorizado ante sus palabras, nunca pudo ver lo enfermos que estaban sus primos, y aún peor, su tío. Si su abuela Hyori viera en lo que se ha convertido su hijo, estaría decepcionada, ella siempre lo quiso por igual junto a su madre, Hyejin, pero esa unión de hermanos se fue de picada cuando dictó que renunciaba a su cargo.

Omega pandillero ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora