CARMEN
No es la primera vez que salgo con un chico, pero ni cuando comencé con mi primer novio estaba tan nerviosa. En realidad, llevo así desde que colgué el teléfono el sábado y agradecí que tuviese tanto trabajo ese día y ayer domingo, porque fue en el único momento que me olvidé unpoco de mi cita de amigos con Guillermo.
- ¿Vas a ir así? – me pregunta Concha, cuando me ve con una simple pinza en el pelo y sin una pizca de maquillaje.
- No la va a ver – le recuerda Magda.
- Los demás sí la harán y cuanto más guapa les resultes a los conocidos que os podáis encontrar, mejor – opina Concha.
- Nunca he sido de maquillarme mucho y se agradece que él no lo note – les hago saber antes de salir del piso.
- ¡Mucha mierda! – me desea Magda, algo normal entre nosotras para desearnos suerte.
He elegido un bar donde podemos tomar unas tapas y luego cenar, para no estar dando vueltas por la ciudad durante toda la tarde. El sitio no es muy caro, así que no tendré que dejar de comer los próximos días, además de que en la hamburguesería estoy ganando mucho más dinero que en mi antiguo empleo.
Como no vamos a movernos mucho, decido ir en mi moto, al fin y al cabo tardo menos de cinco minutos en llegar con ella y caminado tardaría tres o cuatro veces más.
Antes de ponerme el casco suena mi teléfono. No conozco el número, pero espero que no sea Guillermo para cancelar nuestra cita. Nos hemos enviado algún que otro mensaje estos últimos días y parecía muy interesado.
- ¿Quién es? – pregunto precavida.
- ¿Carmen? ¿Eres tú? – escucho la voz de Mercedes, la tía de Guillermo.
- ¿Le pasó algo a su sobrino? – me asusto un poco.
- Tranquila, como dice Eric, ese chico es de goma. No estaba segura de que fuese tu número. Lo copié a escondidas del teléfono de Guille y ya llamé a otro número porque marqué un uno al final y no un siete – me hace sonreír.
- Cada vez estoy más convencida que eso de tener un novio ciego son todo ventajas – bromeo.
- ¿Lo dices en serio? – se asombra, dándome cuenta de mi metedura de pata.
- Es algo con lo que bromeamos mis compañeras de piso y yo, pero no lo decimos en serio. Bueno, imagino que sabrá que desde que conocí a Guillermo he estado interesada en conocerlo mejor. No digo que nos vayamos a casar, solo conocerlo, es que tiene que pararme, porque cuando me pongo nerviosa hablo y hablo y no tengo fin – le explico inquieta.
- A mi sobrino también le gustas mucho, Carmen.
- Parece ser que no lo suficiente – le digo antes de que se me escape un suspiro.
- No le hagas caso. La mujer del hermano de su padre ha convencido a sus padres y a él mismo de que si Guillermo tuviese hijos sería algo nefasto, ya que existe la posibilidad de que también sean ciegos. Además de que tener una relación con una chica tampoco es buena idea porque no podrá darle descendientes y tendrá que sufrir por culpa de su ceguera.
- Ya he discutido sobre los niños con él, pero no atiende a razones. Si él es feliz, sus hijos también lo serán. Por supuesto que es preferible que vean, pero también que vuelen y yo no echo de menos volar porque nunca lo he hecho – le expongo mi punto de vista.
- Sabía que eres una chica lista, Carmen. Yo soy de la misma opinión que tú, pero Guille puede ser muy obstinado.
- Lo sé.
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¡VOY CIEGO! - TERMINADO
عاطفيةElla llama la atención a simple vista y él... A él no le afecta porque va ciego, pero no de Ginebra, es invidente. ¿Amor a primera vista? Intuís mal. Carmen está aburrida de los chicos que intentan salir con ella como si fuese un trofeo, hasta que c...