*-no creo en el amor-*

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Se levantó con el sonido de su alarma, su cuarto estaba en completo silencio, hasta el infernal sonido.

Se levantó de su comodidad en la cama y miro con molestia el despertador, apagandolo antes de que siguiera con aquel bullicio, se acerco a su escritorio y preparó sus cosas para no llegar tarde a la secundaria, no le convenía en el primer dia tener una falta.

Mientras guardaba en una mochila amarilla sus pertenencias de la escuela una carta cayó de uno de los bolsillos de la mochila, esta tenia una carta con un corazón y su nombre dedicado.

"¿Todavia no la tire?" se pregunto mirándola con seriedad y frialdad, levantandola y guardándolo en un bolsillo de su chaqueta.

Salio de su cuarto pasando por un pasillo donde habian cuadros colgados de distintas personas, bajo al primer piso de la casa viendo a una de ellas. A su padre adoptivo, Rocinante o como el le decia cora-san y a su detestable tio de porquería doflamingo.

—Oh, hijo como amaneciste?— preguntó corazón, notando la presencia del azabache quien tomaba asiento en la mesa del comedor, al frente de los huevos fritos que el Rubio habia cocinado.

—Bien, cora-san— comentó mientras tomaba un bocado del desayuno,  rosinante prendió un cigarro, notando como su hijo sacaba de su bolsillo una carta mirándola con seriedad.

Al reconocerla el mayor sonrio con felicidad.

—¿Eso es de ese chico?— cuestiono con curiosidad, law le habia comenta que un chico le habia estado coqueteando— cuando lo traerás a casa ya quiero conocerlo—dijo riendo al ver la expresión de su hijo.

Este se quedo callado por un rato, sintiendo una mirada detrás suyo que venía desde la sala de estar— No es alguien importante cora-san, solo otra molestia— hablo con frustración en su voz— no me interesa—aclaró con seguridad.

El rubio suspiro con resigne— pensé que porfin te interesarias en alguien de tu edad— dijo corazón desanimado por pensar que su hijo no tendría pareja y se quedaría solo con 20 gatos, como siempre habia dicho que lo haria.— esta bien, toma tu almuerzo. Ve con cuidado— aconsejo al ver al azabache levantarse y cargar su mochila.

—Gracias, Papá— agradeció el chico retirándose, viendo de reojo a su tio quien no era testigo de la escena, solo leía el periodico.

Ya es tarde, mejor me apresurate, mocoso— dijo el rubio con abrigo de plumas rosadas, revisó su reloj de mano y se apresuró a irse— hasta luego, cora-san—despidió al hombre de plumas negras quien estaba feliz pero como un recordatorio, señaló a su hermano—ahhjj...adiós, doflamingo— dijo enojado, cerrando la puerta del hogar.

Yo tambien te quiero, mocoso—dijo sarcásticamente mientras reia.

.......

Mientras se dirigía a su escuela conocida como "the grand line" recordó un poco lo de aquella carta..

El era alguien que no creía mucho en el amor, sinceramente le daba igual.

Pero como todo ser adolescente con hormonas descontroladas tenia nesecidades, por lo que limitadamente llegaba a tener encuentros con distintos chicos o chicas, solo por una noche dando la advertencia de que no sería para algo permanente.

Lo malo, algun@s no hacían caso o simplemente lo ignoraban, por lo que aveces le llegaban cartas, mensajes de amor, cosa que el detestaba y más cuando vio que uno de los chicos era mas molesto de lo que aparentaba.

Pues lo seguia hasta su casa, apesar de que el bloqueará su número el seguia llamando por otros.

Decidió ponerle fin a esto, y apesar de que odiaba la idea de pedirle ayuda a  doflamingo este seguia siendo su familia por lo que el lo apoyaría y asi idearon un plan.

°•"ꌚꏂ ꌚꂦ꒒ꂦ ጠꀤꂦ"•° [Lawlu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora