Galaxy | Charles Leclerc

Capítulo uno

Tenía casi diecisiete cuando conocí a Charles por primera y cada vez que me recibía en su casa, que se reía de uno de mis chistes, que me sonreía, que me daba un regalo o cualquier mínimo detalle hacía mi yo terminaba más y más enamora de él.

Claro que esto quedó solo en un crush pues Charles nunca me ha demostrado ningún sentimiento amoroso y claro ¿cuando podría? si nunca está soltero. Siempre tiene novia o está conociendo a alguien, así que, siempre guardo mi distancia con él solo una vez antes de la universidad estuvo completamente soltero y le envíe mil señales incluso le mande Signal de Twice, pero nada ni siquiera cuando me atreví a pedirle directamente una cita el me rechazó amablemente y poco después comenzó a "conocer" a Charlotte y lo digo entre comillas porque la conocía gracias a Giada.

Recuerdo que es el día que me confesé a un chico de mi clase y este me rechazó Charles me dijo que era su chica ideal, su tipo completamente de caracter y fisico, claro que esa idea de ser su tipo comenzó a desaparecer en cuanto me presentó a su primera novia. Según mi hermano si me parecía en algo físicamente a Giada aunque Arthur y Lorenzo lo negaron rotundamente, ya despues llego Charlotte ahí confirmé que seguramente me había dicho una mentira para subirme el autoestima y bueno ahora que me mostró la foto de su nueva novia cualquier esperanza que guardara quedó sepultada.

—Linda ¿no?— preguntó Charles sacándome de mis pensamientos.

—Muy linda— respondí mirando a la chica moreda de la foto —¿Como se llama?—

—Se llama Alexandra— respondía marcando más la erre —Es mexicana o algo así creo que su uno de sus abuelos lo es, así que ya sabes es latina—

—Tener un abuelo mexicano no te hace latina— dijo Fede. Mi hermano era abiertamente presidente de su club imaginario llamado "Anti latinos falsos". Me gire para mirarlo con mala cara y él se encogió de hombros —¿Qué? estoy harto de los latinos falsos—

—¿Como sabes que es falsa?— pregunte antes de entregarle el celular a Charles —Ni siquiera él sabe cómo es mexicana—

—Solo lo se— mi hermano se acomodo —¿Que hace?—

—Estudió Historia del Arte— respondió Charles —Ahora está tomándose un tiempo para saber que sigue—

—Genial podrá acompañarte en el paddok— cometo Fede y Charles sonrió aún más. Parecía un cachorro —Bueno amigo debo irme mañana tengo trabajo ¿Vamos?—

—Sep— respondí poniéndome de pie para caminar y abrazar a Charles —Buena suerte en Baréin—

—Gracias ¿Has sabido algo del trabajo?— negué. Podrían ser el conglomerado de redacción más importante de Mónaco, pero no era para nada puntual en cuanto a solicitudes de trabajo llevaba esperando un mes de los 10 días hábiles que me dijeron —Bueno siempre puedes venir como mi invitata al paddok y darme suerte— susurro en mi oído.

—No gracias, dale la entrada a tu madre para que no te regañe— respondí sonriendo antes de separarme de él y comenzar a caminar detrás de mi hermano hasta llegar a los autos —Nos vemos— dije antes de subir al auto.

—Ella es latina—dijo mi hermano en español imitando la voz de Charles —Latina mis bolas, niña rica con aires de única y detergente que quiere llamar la atención—

—Ay Fede— me queje —Hasta que no la conozcas no puedes dudar de que sea latina—

—El tiempo me dará la razón— dijo con una gran mueca —Y cuando me la de me deberás una ida al restaurante peruano—

—Como quieras— suspiré.

Sentí mi celular vibrar, así que, lo saque de mi bolso para revisarlo y me encontré con un mensaje de Charles en instagram.