EL ÚLTIMO DÍA COTIDIANO

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Un año comiendo comidas sin degustar nada; mirando el retrato de cuando éramos una familia completa. Siempre perdiendo mi mirada en esa sonrisa que ya no visualizo en mi padre. Ya ni entiendo por qué voy al comedor.

—Natalie, ¿a qué hora va bajar a almorzar mi padre?

—Está ocupado

—Ya sé, su itinerario otra vez está lleno. Me voy a almorzar a mi cuarto.

—Adrien no te olvides...

—Sí, ya sé. Es viernes y tengo clases de esgrima.

—No, Adrien. Tu papá programó una cena contigo.

—Está bien. Si me disculpas, me retiro. —obviamente otra vez lo va cancelar

—Terminare mi almuerzo contigo, Plagg—Le digo mientras subo a mi cuarto

—Con gusto te acompaño, pero ni le eches ojo a mi queso: no te pienso invitar

—Jajaja, no te preocupes tu apestoso camembert no está en mi menú—

—A buena hora. Mi queso mmm solo para paladares finos. —

—Ja. —

Al llegar a mi cuarto, como y me topo con un silencio distinto, uno en el que no estoy solo, uno con la presencia de Plagg, mi kwami. Sin embargo, aunque me duela admitirlo yo solo deseo la compañía de aquel hombre cuyo tiempo es muy valioso para gastarlo en mí: el sr Gabriel Agreste, mi padre. Estoy cansado y no puedo ni entenderme. Con la desaparición de mi mamá, se fue parte de mí. Realmente la extraño demasiado. Además, desde su desaparición mi papá ya no es el mismo. Solo espero no ser una carga.

—Plagg, ¿alguna vez te cansaste del queso?

—Para eso hay variedad ¿no?

—Sabes, hay veces estoy cansado y ni sé el porqué.

—Hay que saborear bien el queso para saber de qué está compuesto ¿no crees?

—Sí, tal vez. El problema es que hay veces en que solo quisiera dejar de pensar

— Hay una diferencia entre pensar y sobrepensar. Tómate tu tiempo.

— ¡Ya es tarde, Plagg! — Le digo mirando la hora en mi celular

— ¡¿Para qué subiste a tu cuarto si no teníamos tanto tiempo?! No pienso moverme.

— ¡Apúrate!

—Te estoy dando el consejo de tu vida y ¿así me lo agradeces?

—Tú siempre piensas con el estómago ¿verdad? —Abro el bolso mientras me rió— Da muy bien con tu olor.

— ¿Todo este queso? ¿Para mí? Olvida lo que te dije. Paz

—Gracias, Plagg. Por todo.

—Ya, ya. ¿No que ya es tarde?

—Jajajaja.

.

.

.

—Hola, Marinette.

—Hola, Adrien. Te invito una empanada que es igual a ti. Ya mmm ya sabes. Mmm... mañana ¿tarde de juegos? Van todos, aunque solo me importes tú. Digo, ¿vienes? Es mañana después de tu sesión de fotos. Digo en la tarde cuando supongo que estas libre. —Me lo dice con una velocidad y sonrisa extraña.

—Sí, Marinette. Voy a preguntar a mi papá si es posible estar con ustedes mañana.

—Jijijiji

—Eres rara, Marinette. Me agradas

EL INANIMADO QUE SIENTE - MIRACULOUS LADYBUGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora