Efectos Secundarios

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La Luna llena brillaba en el cielo, más potente que nunca.

Los aullidos comenzaban a llenar el silencio de aquella noche y eso, para una niña tan pequeña como ella, era algo escalofriante digno de cualquier pesadilla.

Los lobos daban vueltas enjaulados en aquellos cubículos, sus gruñidos amenazantes ensordecían a cualquiera y sus rostros enfurecidos buscaban clara venganza en los guardias que pasaban por el pasillo.

Le faltarían algunos años para ser ella una loba como ellos, que luchaba en luna llena por liberarse.

En ese momento, con miedo, tan solo miraba a su alrededor a cada paso, acompañada por aquellos guardias que tiraban de ella de vez en cuando, sin detenerse ni fijar su atención demasiado en la castaña.

- ¿Te has enterado de lo que ha pasado?- Chismoseaban el uno con el otro, ajenos a los lobos que, en su forma animal, trataban de tirar las verjas de aquellas cárceles.- Resulta que dos de las muestras, de esos chuchos, son mates. Se han encontrado en un experimento y han montado una escenita.

- Ya me puedo imaginar el infierno que ha sido controlarlos.- Gruñe la mujer, recta y distante, tirando una última vez de Luna, que se había detenido frente a un lobo que no paraba de gruñirle con los colmillos afilados y amenazantes a la vista.- Ya sabes lo inestables que son esas bestias, y más cuando se trata de sus parejas.

La risa del hombre inunda el pasillo y la pequeña se agachó aún más ante ello. Si algo le daba más miedo que aquellos lobos, eran los hombres.

- Tu trata de evitar encontrar a tu pareja destinada, lobita.- Dice el hombre en su dirección.

Las lágrimas casi ruedan por sus mejillas al ver que le hablaba a ella, sin embargo, tan solo bajó la mirada y siguió caminando. No sabía por aquel entonces que quería decir con pareja destinada. Ni siquiera pensó que alguna vez tendría tanta importancia en su vida.

- No digas bobadas, Alan.- Le reprochó la mujer juntando las cejas en un gesto de disgusto.- Una muestra no puede encontrar a su mate. No en esta cárcel. Y pobre de quien lo haga.

La mirada de ambos guardias se oscureció tras aquella frase y Luna, a pesar de su corta edad, comprendió que aquella historia de los dos lobos destinados, no tuvo un final feliz.

Aún sin saber lo que era un mate, deseó no encontrar al suyo.

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- ¿Debería felicitarte?

- Claro que deberías.- Frunce el ceño fingiendo estar ofendido.- Soy tu Alpha y he marcado a la Luna de nuestra manada.- Sonríe orgulloso.

No puede quitárselo de la cabeza. A aquella pequeña loba de pelo castaño. El lazo de estar marcada hace todo mucho más real. Al igual que los sentimientos de posesividad y sobreprotección que llenan su pecho.

Le ha costado separarse de ella esta mañana aun sabiendo que solo serían unas horas. Y cuanta los minutos para volver corriendo a su lado. Como un cachorro prendado.

Luka sonríe poco después y ambos se funden en un saludo amistoso tras retomar el trabajo después del celo. Las vacaciones parecen haberle hecho bien a ambos, después de tanto trabajo las últimas semanas.

- Entonces, tu celo no ha sido tan horrible como pensabas.- Bromea el joven tomando asiento frente a la mesa del despacho donde Darius ya está sentado.

Sube y baja las cejas en señal coqueta y Darius solo niega divertido por las actitudes a veces demasiado infantiles de su Beta.

- Ha sido... Delicioso.- Sonríe perdido en sus pensamientos. En ella.- Estar con mi mate me ha hecho preguntarme, ¿cómo pensaba que estaba bien antes de conocerla?

Darius deja de divagar cuando se da cuenta de que su amigo no le sigue con ilusión, si no algo desanimado de repente. Ninguno de los dos tenía especial ilusión en encontrar a su mate. Tan solo dejaría que pasase y ya está. Pero Darius piensa que, a lo mejor, por haber encontrado él a la suya, Luka se siente algo receloso.

- Ya tendrás con quien sentir eso en Luna llena.

- Bueno... No he pasado el celo solo. No te preocupes.

Sin embargo, no sonríe, si no que frunce ligeramente el ceño como si discutiese con él mismo, con la vista fija en algún punto entre la mesa de madera y la ventana.

- La encontrarás, Luka.- Trata de animarlo el Alpha sin saber que más decir.- Se que no tienes prisa por hacerlo, pero lo comprenderás cuando la tengas contigo.

El castaño ríe con ironía y luego suspira queriendo dejar el tema atrás y, aunque a Darius le parece extraño su sarcasmo, no quiere meterse en la vida privada de su Beta. Una norma no escrita entre ambos que respetan.

- ¿No deberíamos hablar del plan de los cazadores?- Cambia Luka drásticamente de tema.- ¿Cuánto queda para que ataquemos?

- Tan solo dos semanas y mi Luna será libre.

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Luna aprieta la pequeña venda sobre su brazo manchada con una pequeña gota de sangre. Sentada en aquella cama parece mirar al infinito metida en sus propios pensamientos. El nerviosismo llena la habitación esperando a que el doctor regrese con los resultados de las pruebas.

Darius estará seguramente trabajando hasta tarde, así que aprovechó para hacer esta pequeña escapada. Darius. La marca aún parece palpitar en su cuello como el hermoso recordatorio de lo que ocurrió aquella noche.

Jamás pensó que su vida cambiaría tanto y, a pesar de la amenaza de Alan, parecía que nada podía ir mejor. Sus dedos rozan el mordisco y un escalofrío recorre su cuerpo erizando su piel.

Sus pies se mecen nerviosos colgando de aquella camilla.

- Bien.- Luna mira expectante al hombre de gafas que entra a la habitación con un papel de la mano y cierta prisa.

El mayor se para frente a aquella loba y, durante unos segundos, sus ojos se detienen en la marca en ella. Como un eterno recordatorio de que el poderoso Alpha de MoonWild vigila siempre la espalda de la pequeña Luna. Una amenaza de muerte para cualquier lobo, incluido él.

- Aquí están los resultados, Luna. ¿Seguro que no quieres que esté el Alpha presente?

- No.- Contesta rápido la castaña. - No quiero preocuparle. Seguramente no sea nada, ¿verdad?

Que aquel médico no conteste de inmediato no le da un buen pronóstico, pero tan solo le queda esperar a que lea el papel y le explique el veredicto final.

- El dolor de cabeza, y aquella extraña fuerza... Parecen ser síntomas que podrían estar relacionados con algunos de tus... Experimentos pasados.- Se aclara la garganta nervioso.- Tras los exámenes toxicológicos parece que tu cuerpo no está limpio del todo.

-¿Es un efecto secundario?

Luna suspira cansada por las malas noticias. Es casi como si su pasado no pudiese dejarla en paz.

- ¿Es permanente?- La voz de la muchacha tiembla temiendo que la contestación no sea la que espera.

El hombre tan sólo se encoje de hombros sin saber verdaderamente la respuesta. Queriendo ser más preciso para su Luna, pero sin poder serlo.

- Verdaderamente, es incierto.- Se sincera.- Puedo recetarte algo para el dolor de cabeza, y aquello en el bosque solo ocurrió una vez. Hasta que sepamos que es, o como mantenerlo a raya, diría que nada se saldrá de control.

-Eso espero.- Es todo lo que murmura ella.

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Hola Hola !

Hemos llegado más o menos a la mitad de la historia :)

Quiero saber opiniones e impresionas y sobre todo críticas constructivas. Cualquier loca teoría o opinión de personaje es bienvenida.

No me olvido de dar las gracias por vuestro apoyoincondicional <3

Si, AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora