La castaña coge aire, tratando de no mostrar el dolor. No a ellos. No a aquellos hombres con bata blanca que solo esperan ver los resultado de sus malditos experimentos.
La visión se le nubla y siente poco a poco a su loba crecer en su interior. El sudor baja por su frente ante el esfuerzo de seguir manteniendo el control. Sus piernas tiemblan y sus huesos comienzan a crujir haciendo que se doble de dolor.
Solo quiere arrancarse los pequeños dispositivo colocados sobre su cabeza, destrozar todos los aparatos científicos a su alrededor. Pero estar amarrada a la silla con cadenas de plata no le ayuda mucho.
Su piel arde por cada pequeño movimiento cuando el material roza sus muñecas y tobillos.
- Cero cero tres, no te resistas.
Una más joven versión de Luna niega con la cabeza. Se niega a hacerlo, no va a darles el control de su mente. No otra vez.
Luna ve como los guardias agarran con más fuerza aquellas pistolas en cuanto la transformación comienza.
Su piel arde, sus huesos crujen de forma más sonora y dolorosa y su mente se nubla. Solo cuando comienza a ver puntos negros en su visión, cuando sus dedos sobre la silla se tornan blancos por el fuerte agarre, por el dolor, se rinde. Lo deja todo en manos de la oscuridad, y de aquellos malditos científicos.
Lo último que siente es que ha vuelto a fallar.
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- ¿Qué hacemos aquí?- Pregunta Luna curiosa cuando de nuevo Darius la lleva hasta aquella parte del jardín.
El día anterior, después de la ducha decidió volver a su dormitorio, de nuevo, no durmió. Aunque esta vez no fue por el miedo, si no por el nudo de felicidad que llenaba su pecho.
Sara tenía razón. Tan solo necesitaban una oportunidad para conocerse porque era inevitable el final. A pesar de que el principio no fue como ninguno de los dos esperaba, parece que comienzan a aprender esto de las parejas destinadas.
La tarde es cálida de nuevo, aunque cerca de la linde con el bosque, y a su sombra, se nota una brisa más fresca. La castaña lleva una hermosa falda de color blanca y un fino jersey oscuro. A pesar de que podría parecer una vestimenta de lo más normal, a Darius le está llevando por la calle de la amargura.
- ¿Más entrenamiento? Darius, estoy agotada del último.- Se sincera Luna mirando a un distraído Alpha que trata de mantener sus manos alejados de su Luna.- Y está claro que nunca lograré transformarme a voluntad.
El Alpha niega divertido por el puchero de reproche de su mate. La idea se le ocurrió en la noche, después de que Luna abandonase su cuarto y se pasase toda la noche dando vueltas y soñando despierto.
- Quédate aquí un segundo. Ahora vuelvo, ¿si?
Luna frunce el ceño confundida, pero, para cuando quiere reprocharle, el peli negro ya ha desaparecido más allá de aquel bosque.
Se pone nerviosa de inmediato, sintiéndose sola y perdida de repente. Jamás ha estado sin la compañía de Darius fuera de aquella habitación y le abruma. Sin embargo se obliga a respirar profundamente y a armarse de valor. Tendrá que aprender a vivir en este nuevo mundo y superar estas pequeñas cosas son los primeros pasos.
El sonido de movimiento entre los arbustos le asusta de golpe, sin embargo se relaja un poco más al ver aquel animal salir de ellos en su dirección.
- ¿Darius?
El enorme lobo de pelaje negro parece asentir con la cabeza, sin dejar de dar cautelosos pasos hacia su Luna, temeroso de su reacción. Aunque no tiene nada que temer.
Luna mira fascinada aquel precioso animal. Es la segunda vez que lo ve en su forma lobuna pero la última vez ni siquiera contó. No cuando ahora tiene todo este tiempo para admirarlo. Es majestuoso y de gran tamaño, sus garras sobresalen de forma amenazante y sus colmillos rozan con sus labios a cada resoplido.
- Es... Eres...- La castaña se queda sin aliento cuando por fin llega a ella y el calor de su hocico roza su piel.- Wow.
Luna se agacha para tenerlo frente a frente. Movimiento que él sin duda aprovecha para acercarse a su cuello y aspirar su aroma con gusto. En su forma lobuna sus sentidos se acentúan y ella huele jodidamente delicioso. Darius se restriega sobre ella impregnándola con su olor y haciéndola reír de felicidad.
- Ya basta.- Consigue decir entre risotadas.- Me haces cosquillas.
La mirada divertida del lobo demuestra lo mucho que se divierte con eso, con estar junto a su mate. Lleno de energía, el lobo se aleja para salir corriendo hacia el bosque.
- ¡Espera!
La castaña no tarda en seguirlo con prisa bosque adentro, esquivando piedras y ramas con una sonrisa plasmada en su rostro. Pero a pesar de que va lo más rápido que sus piernas le permiten, el lobo negro es mucho más rápido que ella y ya casi lo pierde de vista.
Estar ahí, corriendo por el bosque, le trae sus peores recuerdos. Ella huyendo de aquel laboratorio.
- ¡Darius! Espera.
Pero parece no oírla, o no hacerla caso. Eso cree ella, aunque si lo hace. Sabía que su plan era arriesgado y mala idea. Lo sabía y aún así escucha la desesperación de su compañera.
- Darius ¿Dónde estás?
Luna recuerda su exasperación aquella noche. Su respiración errática por la carrera, su sudor frío. Los gritos de aquellos hombres y aquella terrible alarma que le dañaba los oídos. Por un segundo se siente en aquel lugar, como si volviese a revivirlo y la angustia de perder a Darius en aquel bosque le invade.
Como el Alpha le dijo, comienza a ver en aquellos árboles el rostro de sus peores pesadillas.
Corre más rápido, tan rápido que parece sobrenatural. Corre hasta que se queda sin aliento pero por fin sonríe cuando lo ve. Darius, en su forma humana, le sonríe, apoyado con autosuficiencia sobre uno de los troncos.
"¿Has perdido la cabeza?""¿De que te ríes, idiota?" Le gustaría gritarle.
Sin embargo en vez de eso solo le sale un gruñido y entonces se sorprende. Se mira a si misma y casi suelta pequeños gemidos de alegría cuando comprende que está en su forma lobuna. Que se ha transformado por voluntad.
Por la voluntad de no perder a su mate.
- Sabía que eras capaz, Luna. Eres más fuerte de lo que tu te crees.
Es una loba preciosa. Su pelaje parece brillar en aquellos tonos marrones y rojizos. Sin duda, la loba de una verdadera Luna.
- ¿Volvemos a casa?
La única respuesta que recibe es una pequeña sonrisa de parte del animal. Una que sabe bien lo que significa. Una pequeña venganza.
Luna comienza a correr bosque adentro pagando con la misma moneda al Alpha que no tarda en transformarse y seguirla con prisa.
Dos lobos comienzan aquella carrera del que no habrá ganador. No porque el Alpha no pueda ganarla, si no porque la meta no es más que disfrutar de la conexión de dos almas.
Aquella bosque, por primera vez, no le trae horribles recuerdos, si no que le permite ver las hermosas flores y animalillos curiosos por el comportamiento de los depredadores. Ese recuerdo será sustituido inmediatamente por el nuevo que Darius creó para ella.
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Hoy doble recuerdo del pasado de Luna!!
Alterno, un capítulo si un capítulo no. ¿Os gusta?
Creo que es una muy buena forma de saber por lo que la protagonista ha pasado. De explicar las cosas.
Muchas gracias por leer <3 Siempre.
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Si, Alpha
Werewolf¿Qué puedes esperar de la vida cuando no sabes nada de ella? Cuando aquella loba llegó a su territorio fue en las peores condiciones posibles. Aún así, comprendió que pondría su mundo patas arriba. A él, el Alpha al que nadie y nada podía parar. ¿Po...
