❛Carlos tendrá su primera cita, los nervios le erizan la piel cada que piensa en la situación y siente que quiere saltar, gritar y esconderse. Había tenido citas, por supuesto pero demonios ¿Con un príncipe? Uh no, hasta hoy no.❜
✰; Ship Benlos [Ben...
🌷; ¡Hola! No es costumbre para mi escribir sobre descendientes o alguno de sus ships pero realmente me gusta la película y este emparejamiento en especial, decidí escribir algo tierno sobre ellos y además porque no hay mucho para leer aquí.
🤍; Lamento cualquier error ortográfico que pueda haber, siempre reviso mis trabajos pero puede que se me escape alguno.
Si te gusta Benlos entonces buen provecho, disfruta mucho tu lectura. 💓
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En el dormitorio compartido de Mal y Evie se llevaba a cabo una clase de modales extra refinados ¿Para quién? ¡Para Carlos! Él era, después de todo, el suelo de ramitas que el príncipe Ben tiene que pisar para que su perfecto -y malvado plan- se concreté de manera maravillosa.
“¿Seguro que no quieres darle la galleta encantada? Solo para estar seguros de que está completamente en tus redes” —Fue lo que Mal dijo seguido de una sonrisa nerviosa, Carlos se negó nuevamente y lo sucedido fue que no usaron hechizo alguno, a pedido de Carlos los juegos de amor se dejaron de lado. Prometió ser la carnada con la excepción de usar sus encantos naturales divinos, cosa que funcionó como esperaba.
“No te muevas, estarás listo en un par de segundos” —Evie tan obsesionada con los detalles estuvo arreglando al encantador chico por aproximadamente dos horas, los vestuarios los había escogido ella y también le aplicó un poco de su maquillaje. Acomodó su cabeza para que la viera y no perdiera la concentración que llevaba.
“¡Okay Evie, es suficiente rubor! No quiero espantarlo” —El chico de cabellos blancos y negros soltó un suspiro ansioso, Evie seguía dando pinceladas suaves en sus mejillas levemente rosadas.
“Carlos, mi madre me enseñó a aplicar rubor antes que cualquier cosa” —La sonrisa confiada de Evie se ensanchó. — “Solo pinceladas ascendentes...”
“Mamá nunca fue buena aplicando su belleza en mi” —Él se encogió de hombros, recordó una vez donde terminó con sus párpados negros de tanta sombra y los labios pintados de rojo carmín. — “Y no tengo hermanas” — Su voz sonó graciosa mientras mantenía la boca levemente abierta, Evie aplicaba con la yema de su dedo un poco de lápiz labial rosado pálido.
“Bueno, ahora la tienes y necesitaremos todos los familiares posibles si no lo logramos. Mamá no es muy agradable cuando fracasa, recuerda a Blanca Nieves.”
“¿Le tienes miedo?”
“A veces, Carlos...¿Y tú a tu mamá?” —Los ojos del varón viajaron por el cuarto mientras pensaba en su respuesta.
