☬ Multiverso ☬

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Loki había estado en la prisión de alta seguridad de Asgard durante meses. Después de todo el caos que había causado en la Tierra, todos habían perdido la esperanza de que pudiera reconstruir su futuro y redimirse ante los ojos de su padre. Pero había alguien que aún no se había rendido: su madre.

Frigg estaba preocupada por su hijo. Puede que no lo hubiera llevado en su vientre, pero ocupaba un lugar muy especial en su corazón. Ella aún veía bondad en él, y aunque Thor mismo le aseguraba que no quedaba ninguna, se había comprometido a recuperar a su amado hijo, buscando en los reinos ese pequeño rayo de esperanza que tan desesperadamente necesitaba.

Un día, finalmente lo encontró, y supo, sin lugar a dudas, que era el primer paso en la recuperación de su hijo: ese paso, eras tú.

Esa misma noche, Frigg regresó al reino de Asgard y se dirigió directamente a la celda de Loki. Lo encontró recostado en su cama, con la mirada perdida en el techo y un claro aburrimiento en su expresión. Loki se dio cuenta de su presencia, pero intentó ignorarla. Sin embargo, Frigg se acercó a él y pegó una fotografía contra el vidrio que los separaba; era tu fotografía.

Loki miró la imagen con sorpresa y desconcierto. Sus ojos se posaron en tu rostro sonriente y la expresión en tus ojos. Frigg rompió el silencio que colgaba pesadamente en la celda.

—Esta persona es la chispa de esperanza que tanto necesitas, Loki. Hay algo dentro de ti que todavía puede ser salvado y lo sabes.

—¿Esa humana? —se incorporó para mirarla a los ojos con esa furia que lo consumía—. Por favor, madre. Tus intentos son cada vez más patéticos.

—No es cualquier humana, Loki —señaló ella—. En otra vida, ustedes dos están juntos.

Loki, sorprendido y escéptico, frunció el ceño. A pesar de su aparente incredulidad, algo en las palabras de su madre despertó su interés. 

—¿En serio crees que yo estaría con un ser tan patético como un humano? —bufó.

—No lo creo, hijo, lo sé. Los multiversos existen, y en muchos de ellos, ustedes dos están juntos. Ella es siempre la que termina cambiando tu vida para bien. Todo lo que debes hacer es decirme que deseas abrir tu corazón para bien. 

La idea de los multiversos y la posibilidad de que en algunos de ellos él estuviera relacionado contigo de una manera significativa intrigó a Loki. Aunque seguía siendo escéptico, comenzó a considerar las palabras de su madre con curiosidad. Ella no inventaría algo así de la nada, no mentía de la forma en que él lo hacía. Lo que decía era cierto, pero no significaba que tú fueras la clave a su redención. 

—¿Y es que acaso esperas que me enamore de esta mujer desde mi celda?

—No, por supuesto que no. Pero no pienso dejarte salir, a no ser que me mires a los ojos y me prometas que vas a intentarlo.

—No me interesa, prefiero pudrirme en prisión.

Podría simplemente engañarla y decirle que sí, pero su madre había caído en sus engaños antes y posiblemente ya tenía algo preparado para un posible escape. De momento, no tenía ánimos de siquiera intentarlo y prefería que lo dejaran en paz.

Pero Frigg no estaba lista para darse por vencida.

—Sabía que dirías eso —la madre de Loki miró hacia su lado izquierdo, y de entre las sombras, saliste con la cabeza gacha y una sonrisa nerviosa—. Esta mujer es tu esposa en una de esas realidades, Loki.

Y con esa declaración, dejó a Loki totalmente boquiabierto, analizándote de pies a cabeza. ¿Cómo es que su madre tenía tal atrevimiento? No quería estar en tu presencia, no le interesaba tener nada contigo. Sí, eras terriblemente hermosa, pero tenerte de frente no hizo más que molestarlo. 

Loki y tú: One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora