Fuimos los dos.
Lo dejé pasar, lo ignoró ambos caímos, lo decidió y lo decidí.
Fue la soledad que mal aconsejo a dos corazones fugitivos, si claro que me arrepentí, y claro que me culpé.
Ya lo tenía todo en sus brazos, la ilusión ¿Y que era yo?... La compañía en su soledad, así lo ví yo.
Fue su culpa, fue mía, fue de el, fue de las miradas juzgando, fueron todas las flechas apuntando.
Fueron los momentos de debilidad, fue la incertidumbre del y si yo no hubiera.
No siento con orgullo, pero lo entendí, no juzgue pero mentí, dije todo está bien, estará bien y no lo estaba, mientras sonría como la persona cabal, en el oscuro sillón ocultaba un ¿Por qué?, Caye el dolor, el arrepentimiento y la culpa.
Pero también el amor al que debía renunciar, también el camina hacia adelante y no voltees, sabes con quién estará, quien la besara y desvestira en las noches.
En un velo rojo lo imaginé.
Era el príncipe de armadura que enfrentaría los brujos, por liberar a la bella, rescatarla pero olvide la armadura era tan bonita ¿Si la lastimaba con la dureza de una armadura?
Yo no ví un veremos, yo ví un si aquí y ahora y hasta que la vida lo permita, yo ví un siempre quédate aquí.
Fueron tantas horas, noches y días hasta que nos vimos ahí, tan bella con las ilusiones rotas y yo con la primera ilusión.
Que eran unos años de más, al verla me transforme en un príncipe, quise ser el mejor, quería ser la mano que le enseñará a volar a sentirse como si fuera la primera vez, borrar de sus ojos su tristeza, borrar de ese corazón la heridas pavimentar en ellas nuevos comienzos, no sabía que se abrirían las mías. Que mis ojos un día reflejarían toda la tristeza que un día dibujaban los suyos, no sabía que yo también me preguntaría ¿Por qué?, Pero no importo todas sus sonrisas antes valieron la pena cada lágrima de mia, cada herida sanada suya fue una victoria para mí, no salí ileso.
Así como el caballero que un día llegué ante sus ojos, ante su presencia así tenía que irme, no era para mí. Yo solo era el pequeño escalón en el que debía descansar y dónde vería que la vida se puede ver mejor.
Nunca fui un héroe, solo me engañe a mí para poder salvarla de si misma.
Aunque camine sobre brasas, que sienta que camina sobre pétalos de rosas rojas con tacones altos y un bello vestido, ya no está en la torre encerrada ahora es libre.
❤️
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Cartas Pérdidas
RomanceCartas, escritos, pensamientos de amor y desamor a aquellos amores perdidos, aquellos amores que tuvieron un principio y un final, aquellos que tuvieron un final antes que un principio que fueron una hermosa historia y o una dolorosa, aquellos que a...