Capítulo 8

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De la chispa se hace la llama


Taehyung se vio momentáneamente cegado por el flash de las cámaras. La corta caminata desde su auto al podio de fotos parecía extenderse por kilómetros y no acabar nunca. Si no fuera porque era un día especial para Seokjin, él no estaría participando en esa alfombra roja ni tampoco siendo acosado por los periodistas.

Con una sonrisa condescendiente ignoró las preguntas que le lanzaban y pasó directo al salón de eventos donde aguardaba la feliz pareja.

En la mesa principal se encontraban sentados Namjoon y Seokjin luciendo perfectos. Ambos sostenían copas en sus manos y brindaban llenos de alegría. Saludando a unos cuantos conocidos se fue acercando a la pareja.

—¡Tae! —el pelivioleta salió a su encuentro apenas lo vio.

—Felicidades—sonrió mientras lo abrazaba.

—Gracias—lo soltó— ¿Jungkook no viene contigo?

—No, dijo que no pudo liberar su agenda. Espera que lo disculpen y les desea lo mejor—se disculpó en nombre del alfa.

—No hay problema, todo fue bastante precipitado que me sorprende que el resto de invitados pudiera venir —comentó entre risas.

Taehyung miró a su primo negando con complicidad.

El menor sabía que cuando Namjoon le pidió a Seokjin que se casara con él, aceptó de inmediato. Esa noche su primo deseó que el alfa lo tomara entre sus brazos y le hiciera el amor, pero grande fue su sorpresa cuando su prometido le dijo que no lo iba a volver a tocar hasta que estuvieran casados. Según Namjoon, estar separados durante ese tiempo haría que su primera noche como esposos fuera más especial y él estuvo de acuerdo, pero días después se arrepintió. Trató innumerables veces de seducirlo, sin éxito. Al parecer el control del alfa era más férreo de lo que imaginó.

Frustrado sexualmente y sin opciones que persuadieran a Namjoon, optó por anunciar su compromiso lo más rápido que pudo. Envió las invitaciones tan de repente que incluso para sus padres y el mismo Namjoon fue una sorpresa.

Toda Corea perdió la cabeza. Los más importantes medios del país, actores, empresarios, amigos y familiares de la pareja tuvieron que hacer hasta lo imposible para poder asistir y todo por la calentura de Seokjin.

***

Horas más tarde luego de cumplir con la agenda social, Namjoon los invitó a comer. Aunque en el evento se sirvió una cena de cinco platos, y Taehyung estaba lleno, no pudo rechazarlo porque su primo irradiaba felicidad y no quería arruinar su buen ánimo. Se subió al auto e ignoró que eran cerca de las dos de la madrugada.

El alfa conducía a buen ritmo y el ningún momento soltó la mano del omega, es más, cuando se detenía en algún semáforo aprovechaba la pausa para acariciar el anillo que lucía su primo.

Nadie dijo que era fácil |Yoontae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora