Khristeen
Me despierto sudando y temblando, con el corazón latiendo fuertemente en mi pecho. Miro a mi alrededor, tratando de recordar dónde estoy. La habitación es fría y estéril, con el sonido distante de máquinas monitoreando signos vitales. Entonces recuerdo que estoy en la habitación del hospital, en la cama, y me doy cuenta de que todo ha sido una pesadilla. Pero el miedo sigue allí, latente en mi mente, como una sombra oscura que no se disipa.
Me llevo la mano al vientre, sintiendo cómo mi bebé se mueve dentro de mí. Sus pataditas me traen un alivio momentáneo. Trato de calmarme, de controlar mi respiración, pero el miedo sigue allí, latiendo en mi pecho como un tambor imparable. ¿Y si algo sale mal? ¿Y si pierdo a mi bebé?
Cierro los ojos, tratando de alejar esos pensamientos de mi mente. Sé que tengo que mantenerme fuerte, por mí y por mi bebé. Miro hacia la ventana, buscando algo que me calme, algo que me haga sentir mejor. Los primeros rayos del sol comienzan a filtrarse a través de las persianas, pintando la habitación con un resplandor dorado.
Finalmente, me concentro en la luz del sol que entra por la ventana. Siento su calor suave en mi piel, un recordatorio de que el mundo sigue girando. Me concentro en la sensación de mi bebé moviéndose dentro de mí, un pequeño milagro que me da esperanza. Me concentro en la idea de que mi bebé está allí, vivo y saludable, creciendo día a día.
Poco a poco, el miedo comienza a disminuir. Respiro más profundamente, sintiéndome más tranquila, más en paz. Sé que siguen habiendo peligros, pero también sé que tengo que mantenerme fuerte y positiva.
Alice entra a la habitación con una sonrisa en el rostro.
—Hola, Teenie.
Sonrío al verla, notando cómo su energía positiva ilumina la habitación. Alexander me había dicho que estaba en la sala de espera, pero no quería entrar aún.
—Hola, cariño. ¿Cómo estás?
Alice se acerca a mi cama con pasos ligeros y me abraza con ternura.
—Estoy bien, gracias. ¿Cómo estás tú?
—Me siento mejor ahora que estás aquí —confieso, sintiendo cómo su presencia alivia mi corazón.
Alice se sienta en la silla junto a mi cama y toma mi mano en la suya.
—Estoy aquí para ti, Teenie. Si necesitas algo, solo dime —dice con dulzura, sus ojos reflejando una determinación más allá de su corta edad.
Alice me sonríe.
—¿Dónde está Alexander? —pregunta con curiosidad.
—Está afuera hablando con Luca —respondo, tratando de mantener la calma.
Asiento y tomo la mano de Alice, colocándola en mi vientre para que pueda sentir a mi bebé moverse dentro de mí. Sus ojos se agrandan con sorpresa y alegría al sentir los suaves movimientos del bebé.
—Hola, мое сокровище —dice con cariño, su rostro se ilumina con una sonrisa tierna.
Me siento emocionada al escuchar las palabras de Alice. Ver su reacción me llena de felicidad.
—Serás una gran hermana mayor —digo, admirando su dulzura y amor.
Alice sonríe tímidamente y se encoge de hombros.
—Preferiría ser su tía o prima —responde con una risita, sus ojos brillan con picardía.
Río suavemente ante su respuesta y aprieto su mano.
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Fear to love [+18]
RandomAlexander Nikolaev, un capo cruel y despiadado de la Cosa Nostra, se ve obligado a casarse y asegurar su legado. Khristeen Ferrera, nacida en una poderosa familia de la mafia en Chicago, es seleccionada para convertirse en su esposa y así evitar una...