¿Por qué mostrame la dichade dormir al compás de tu corazón,
para saber que otra noche
ya no podré hacerlo?
¿De donde surgió la audacia
de darme tu afecto,
para luego dejarme en la desventura
de vivir lejos de él?
¿Quién tuvo la osadía
de enseñarte la poesía
que me mostrará
el camino a amarte?
Porque mi cama ahora se siente vacía
aún cuando yo este recostada en ella,
pues tus brazos ya no rodean mi cintura,
y tus labios no me susurran versos al oido.
Al abrir los ojos por la madrugada,
ya no encuentro a los tuyos espiándome,
a esas manchas de envolvente avellana
que me miraban con dulsura,
que suplicaban admirarme por siempre.
Te extraño cada maldita noche
que la luna sube a lo alto,
te añoro cuando la temperatura baja
y mi corazón de frío se desquebraja,
me enseñaste a pasar una noche contigo,
pero ahora, ¿dónde encuentro consuelo
de las madrugadas sin tu risa y cobijo?
Siempre he dormido en la acojedora soledad
y hasta ahora no había problema,
pero por culpa tuya,
no creo volver a sentir nunca
el amor de mis sabanas desnudas,
de no extrañar con demencia unos labios rosados,
tan próximos a los míos,
que no pueda besar pese a la cercanía,
y que solo pueda añorar en mi ridícula cobardía.
-L
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Baladas melancólicas, de todo lo que nunca fue
PoesíaEn un mar de emociones, a veces solo existen letras para explicarlo, quizá de forma ambigua, pero funcional. Los poemas, las cartas, o notas escritas de madrugada, simbolizan todo lo que pudo y no fue, todo lo que pensé y no pude decir. Para quien...