capítulo 10; restaurante capdevila

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-On vas? (¿Dónde vas?)
-A sopar amb l'Andrea. (A cenar con Andrea.)
-A quina hora vens? (¿A qué hora vienes?)
-No ho sé. Potser després anem a una festa i no dormo aquí, ja ho veuré. (No sé. A lo mejor luego vamos a una fiesta y no duermo aquí, ya veré.)
-Escriu-me amb el que sigui, d'acord? (Escríbeme con lo que sea, ¿vale?)
Asentí y me cambié las cosas de bolso. Estaba a punto de irme por la puerta pero mi padre me paró con un grito.
-No t'acomiades del teu pare? (¿No te despides de tu padre?)
-T'he de fer dos petonets? (¿Te tengo que dar dos besitos?)
-Doncs sí. (Pues sí.)
Le di dos besos y sonrió satisfecho mientras me abría la puerta y salía tras ella.
-Adéu! T'estimo molt! (¡Adiós! ¡Te quiero mucho!) -Gritó sacándome una sonrisa. Me encantaba y me hacía mucha ilusión volver a tener la relación de antes. Me encantaba que volviera a ser mi padre.
-Adéu! Jo més! (¡Adiós! ¡Yo más!)
Cogí el coche, odiaba conducir pero hoy me tocaba hacerlo. Me cambié los tacones por unas zapatillas de deporte y me retoqué mirándome en el espejo mientras el móvil se enganchaba a la radio y empezaba a sonar de fondo la playlist de Spotify que siempre ponía. No Pegamos de Pol Granch fue de las primeras en reproducirse.
"Estoy borracho de ti.
No diferencio los minutos de las horas
pero en todos apareces aquí.
Porque por mucho que se acabe la botella
tu mensaje se ha quedado a vivir.
No brillan nada las estrellas al mirarlas
si te sientas al ladito de mí."
Me sentí un poco identificada con la canción. El chico con el que iba a quedar brillaba mucho, brillaba incluso más que las estrellas, eso me hacía tenerle un poco de envidia y admiración. Para brillar también se necesitaba coraje, de ese que yo no tenía. Para brillar tenías que ser diferente al resto y te tenía que importar bien poco lo que pensara la gente de ti. Siempre preferí ser del montón, no destacar ni por arriba ni por abajo. A veces sobresalir me parecía jugar con fuego, porque podía ser para bien o para mal, y yo le tenía demasiado miedo a quemarme. Pero también me daba miedo pensar que si no me atrevía a nada nunca pasaría nada.
Aparqué en uno de los parkings que había cerca de Montjuic, me cambié las zapatillas por los tacones y caminé hasta la entrada a unas escaleras estrechas poco iluminadas, siguiendo el navegador. Subí mientras el viento de febrero me daba con fuerza pero, gracias a mi madre, iba bien abrigada. Eran muchas escaleras, tardé unos quince minutos en llegar. Me había dicho que tendría que andar un poco, no estar un cuarto de hora subiendo escaleras y encima en tacones. Llegué a un pequeño bar con tablas de madera en las paredes y un señor alto en la puerta que tendría unos setenta años. El móvil me indicó que había llegado a su destino y llamé varias veces a Eric para localizarle, pero tenía muy mala cobertura por no decir nula. Me acerqué al hombre que sonrió simpático al verme.
-Perdone, ¿me puede ayudar a saber si está aquí un chico?
-Claro, claro. Ven, voy a preguntarle a mi mujer quién hay.
Entró en el bar y yo le seguí de cerca.
-¡Victoria! -Una mujer que sería de la edad del hombre salió de la cocina con una libreta, un boli detrás de la oreja y un moño mal hecho.
-Dime.
-¿Quién está cenando hoy?
-Pues una pareja con un niño, la nena y sus amigos y un chico que me ha dicho que está esperando a alguien, pero creo que le han dejado tirado porque a las ocho me ha dicho que vendría en media hora y ya son las nueve y media y no ha aparecido.
Se me había olvidado decir que me había perdido un par de veces antes de llegar, por eso odiaba conducir.
-¿Dónde está el chico? -Pregunté abrazándome a mi misma, me estaba muriendo de frío.
-En la planta de arriba.
-Muchas gracias. -Les sonreí a ambos y subí las escaleras de madera. Eric estaba sentado en una mesa cerca de una estufa moviendo la pierna nervioso. Una de las tablas crujió un poco cuando la pisé, fue entonces cuando me miró torciendo la expresión, dejó el móvil bocarriba en la mesa, se tranquilizó y dejó quieta la pierna.
-Quimi ni istis ti miti -dijo imitando el mensaje que le mandé cuando me propuso cenar juntos.
-Tinis qui indir in piqui. -Me senté enfrente de él y levanté las cejas.- Han sido quince minutos subiendo escaleras en tacones. Quince minutos Eric.
-Así haces deporte.
-Cállate, vamos a tener la fiesta en paz.
La mujer de antes apareció sonriendo y negando con la cabeza.
-¿Sabéis que queréis cenar?
Pedí algo al azar después de que él lo hiciera. Victoria dejó la sala y le robé el vaso de vino al chico.
-Oye, mi copa.
-Es que yo no tengo. -Bebí un poco.- Está bueno.
Negó con la cabeza y me la quitó.
-Creía que me ibas a dar plantón.
-La camarera también, se lo ha dicho a su marido.
-Lo he notado, me ha preguntado tres veces si éramos novios o algo y me ha dicho que si me quedaba solo podía cenar con su marido. -Reí con ternura por la preocupación de la mujer.- ¿Por qué has tardado tanto?
-Me he perdido dos o tres veces y he salido un poco tarde de mi casa.
-Luego me dices a mí que llegue pronto.
-Es que no encontraba el pintalabios.
-¿No tienes más?
-Sí, pero necesitaba este.
-¿Por qué?
Porque es fijo y si nos besamos no se me va a quitar.
-Porque es mi favorito y punto. -Levantó las manos en señal de rendición.- Además, si hubiéramos ido a un restaurante del centro no hubiera pasado esto.
-Este es más bonito que los del centro, los dueños son más majos y hay menos gente. Me ha parecido mejor idea teniendo en cuenta que o te persiguen paparazzis o alguien dirá que cenamos juntos y luego nos perseguirá a los dos.
-Vale, vale. Tienes razón, es una buena elección.
Después de aquello hablamos de temas variados: gustos, aficiones, familia, estudios... En medio de la conversación nos trajeron los platos.
-Entonces, ¿dejaste bachillerato? -Pregunté cuando llevaba la mitad de mi plato.
-Sí.
-¿Por qué?
-Bueno, pensé que bachillerato me lo puedo sacar siempre pero la oportunidad de vivir todo esto solo la iba a tener una vez.
-Es verdad.
-¿Tú habrías hecho lo mismo?
-No, soy una cagada. Me habría dado miedo que no me saliera todo como yo quería.
-¿Terminaste bachillerato?
-Sí, además con matrícula de honor y un ocho y medio en selectividad.
-Pero no estás estudiando nada, ¿por qué?
-A ver, me metí en economía e hice los dos primeros años. No me gustaba pero era lo que más sentido tenía que hiciera e intenté que me gustara, pero no lo conseguí y lo dejé. Ahora estoy esperando a encontrar una carrera con salidas que me guste, porque Bellas Artes no tiene muchas.
-¿Y de qué ganas dinero ahora?
-De las redes sociales y algunas colaboraciones. Gano bastante, podría independizarme pero no me veo preparada y como tampoco me han echado.
-Normal, yo tampoco me he independizado del todo. Ya no vivo con mis padres pero al final sigo viviendo con mi hermano, me independizaré del todo cuando me vaya a vivir yo solo o con alguien que no sea de mi familia.
-Yo siento que si me voy estaré echándoles de menos a todas horas. Se me va a hacer muy grande un piso o una casa sin mis hermanos dando vueltas por ahí.
-Luego siempre hay alguien dando vueltas por ahí.
-¿Quién? ¿Tú? -Dije riendo.
-Si tú quieres.
Negué sonriendo y terminando de beberme la copa. Victoria volvió a aparecer para llevarse lo que pudiera.
-Oye, ¿tú eres futbolista? -Preguntó muy seria mirando a Eric.
-No, la famosa es ella.
-Como si a ti no te conociera nadie.
-¿Qué eres? ¿Modelo?
Dejó los platos en la mesa de al lado y se inclinó para escucharnos mejor.
-No. -Me quedé unos segundos pensando en si debería decir quién soy. La verdad es que esa mujer transmitía una paz y confianza muy fuertes.- Soy la hija de Piqué y Shakira.
-Anda, por eso me sonaba. Entonces él es tu novio y me suena de la tele también.
-No, no, no es mi novio. Es youtuber.
-Ah, de esos que hacen vídeos, entonces le verá mi nieto.
-Pero se supone que nadie sabe que hemos cenado juntos -dijo Eric levantando las cejas.
-Tranquilos, no digo nada.
Asentimos y la mujer volvió a coger los platos.
-Pues pegáis. -Se fue antes de que dijéramos nada.

es un poquito más largo de lo normal pero da igual. la siguiente parte va a estar interesante, muy interesante según yo. cuidaros gente.
pd: que os está pareciendo por ahora?

polaris ; eric ruiz ☆♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora